viernes, 4 de marzo de 2011

DE LOS PRINCIPIOS DEL TIGRE

Los principios del tigre, Francisco Acuyo



Del libro Los principios del tigre, agotado hace ya mucho tiempo, hay quien me pide algún poema para tener una idea del contenido. Muestro en un par o tres de entradas algunos poemas para satisfacer la curiosidad de algún lector interesado. En estos versos verán discurrir la filosofía de la mano del impulso poético con peculiar curiosidad, pues ellos, en muchos casos, encontraron motivo de inspiración en la excelencia de grandes genios del pensamiento. Dejo aquí exigua muestra para quien pueda interesar. 



*Esta entrada se confeccionó antes de la aparición de la segunda edición aumentada llevada a cabo por la editorial Polibea, en su colección Los conjurados, ahora El levitador. Pueden, por tanto hacerse con un ejemplar en este enlace: Todos los libros de la editorial Polibea.



Los principios del tigre, Francisco Acuyo




EL TIEMPO EN LOS ALERCES




QUÉ designio, cuál pregunta;
por qué guarda su secreto
la vida ? ¿ Dónde el vivir ?
Vivir, morir con el sueño

que despierta a nueva vida.
El sentido pone cerco
al sentido sin sentido,
urge el deber de tenerlo.

El deber que no radica
en voluntad ni en efímero
conato o firme liturgia
que oficie tránsito eterno.

Tanta angustia contenida
en esta fuente de tiempo,
si la corriente infinita
quieta quedó, en movimiento.

Acaso cada mañana
en este jardín de invierno
con las guirnaldas despierta
la primavera del sueño.

La vida tiene el deber
sentido tras del espejo:
Cual mendigo nos acecha
casi imagen con su espectro,

como miserable ungido
que detesta el somnoliento
perfume donde el nihilista,
embalsamador de viejos

afanes, y de banales
codicias, y de harapientos
mantos de almas consumidas,
realidad hace el deseo.

Manos de la cotidiana
inmundicia y del incierto
sentido, de la penumbra
entre tanto harapo viejo,

entre túnicas raídas
y entre carcomidos lienzos.
Deber sentido. Existencia,
existencia, sí, y silencio.

Y entre tantas flores tiernas
la abeja liba el concepto.
Corre el agua de la fuente
hasta llegar a su centro.

No se encuentra el manantial
en la oquedad del silencio,
y alienta el agua la fuente
hasta ganar el desierto.




(Francisco Acuyo, de Los principios del tigre, 1ª edición 1997)






Los principios del tigre, Francisco Acuyo


1 comentario:

  1. Vertiginosa lírica, sin descanso pero agradable, especial, gran dominio de los conceptos entrelazados en el hilo conductor, me agradó.

    Saludos desde Chile

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