miércoles, 10 de agosto de 2011

FEDERICO GARCÍA LORCA:DE LA MÉTRICA CELESTE. EPÍTOME DE VERSIFICACIÓN ESPAÑOLA: EL ENDECASÍLABO III

Federico García Lorca, el endecasílabo, Francisco Acuyo

Para culminar  la semblanza sobre el verso endecasílabo en este epítome de versificación, ofreceremos una casuística y sus correspondientes análisis métricos con los que ilustrar nuestras aproximaciones a este relevante verso. Comenzamos con el soneto de Federico García Lorca: Tengo miedo a perder la maravilla...













FEDERICO GARCÍA LORCA


SONETO

TENGO MIEDO A PERDER LA MARAVILLA)




Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.



Esquema métrico:




Tengo miedo a perder  la maravilla
–––1ª—–3ª————6ª————10ª
de tus ojos de estatua, // y el acento
———3ª———6ª—————10ª
que de noche me pone  en la mejilla
———3ª———6ª—————10ª
la solitaria rosa de tu aliento.
———4ª—6ª————10ª

Tengo pena de ser en esta orilla
–––1ª—–3ª———6ª———10ª
tronco sin ramas; // y lo que más siento
———4ª————————(9 -10ª
es no tener la flor, // pulpa o arcilla,
(1ª)——4ª—6ª—(7ª)————10ª
para el gusano  de mi sufrimiento.
(1ª)———4ª———————10ª

Si tú eres el tesoro  oculto mío,
——2ª————6ª——8ª—10ª
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
(1ª)————4ª———8ª——10ª
si soy el perro  de tu señorío,
—2ª——4ª———–——10
no me dejes perder lo que he ganado
 ————3ª——6ª—————10ª
y decora las aguas  de tu río
——3ª———6ª———10ª
con hojas de mi otoño  enajenado.
——2ª————6ª————10ª




LOS ENDECASÍLABOS QUE CONFORMAN el poema establecen una relación y estructura versal (soneto) que vierte la siguiente distribución de verso y rima: catorce versos (arte mayor) endecasílabos con rima consonante que obedece a la distribución de dos cuartetos con rimas ABBA ABBA, y dos tercetos con rimas en la distribución siguiente: CDC DCD.

Verso primero: endecasílabo con acentos en 1ª, 3ª, 6ª y 10ª sílabas: Tengo miedo a perder la maravilla (a maiori, heroico), da juego a un movimiento equilibrado pero de intensa expresión lírica. Encabalgamiento que acelera la velocidad del discurso. De cualquier forma podemos calificar el acento en 1ª como de incitación por contrastar con la tendencia rítmica de las otras sílabas tónicas del verso.

Verso segundo: verso de perfecta melodía con acentos de equilibrio en 3ª, 6ª, y 10ª sílabas: de tus ojos de estatua, y el acento (endecasílabo a maiori, heroico ) que se vierte sobre el tercer verso del cuarteto también con rapidez en virtud de un nuevo deslizamiento (encabalgamiento). Sinalefa en y_ el acento. Cesura en la 6ª sílaba.

Verso tercero: nuevo endecasílabo con acentos de equilibrio en 3ª, 6ª, y 10ª sílabas: que de noche me pone en la mejilla (endecasílabo a maiori, heroico) que marcha diligente hacia la consecución del cuarteto en términos idénticos al anterior, así también el encabalgamiento del verso mantiene su rapidez y da ligereza al cuarteto.

Verso cuarto: cierra el cuarteto en perfecto equilibrio con acentuación de equilibrio en 4ª, 6ª y 10ª sílabas: la solitaria rosa de tu aliento. (endecasílabo a maiori, heroico)
Verso quinto: inicia el segundo cuarteto con características rítmicas y acentuales parecidas a versos anteriores (al 1º, 2º y 3º verso), endecasílabo a maiori  con acentuación en 1ª, 3ª, 6ª y 10ª sílabas: Tengo pena de ser en esta orilla.

Verso sexto: verso desde luego más conflictivo, por un lado la manifiesta atonía del final verso, por otro la violenta conjunción de acentos entre la sílaba 9ª y 10ª. Así, vierte acentos de equilibrio en 4ª y 10ª: tronco sin ramas; y lo que más siento; el acento en 1ª nos parece un acento de carácter incitatorio expresivo, cuya sílaba impar nos anuncia un énfasis que no se mantiene en el ritmo. El desfallecimiento de la última parte del verso va en perfecta sintonía con el desmayo emotivo del poeta. Encabalga el verso incrementado el desasosiego (la pasión) en el poema. Cesura en la 4ª sílaba.

Verso séptimo: acentos plenamente rítmicos o de equilibrio en 4ª, 6ª y 10ª sílabas: es no tener la flor, pulpa o arcilla. Verso en 7ª sílaba acentuado, claramente en tensión o desequilibrio; el énfasis en la conjunción de acentos se hace expreso en lo esencial anunciado (la pulpa); el acento primero no hace sino anunciar con su acento de incitación (impar) el vertiginoso final de cuarteto. Cesura en la 6ª sílaba acentuada.

Verso octavo: la catarsis se sucede a pesar de la inusitada atonía (o precisamente debida a ella) en este endecasílabo. Acento rítmico en 4ª y 10ª: para el gusano de mi sufrimiento; deja libre tránsito a la angustia y temor del poeta. Creemos que existe «acento latente» en la sílaba 1ª (impar) para agudizar todavía más la desazón ya de por sí evidente en el poeta.
Verso noveno: endecasílabo que muestra acentos de equilibrio en 2ª, 6ª, 8ª y 10ª: Si tú eres el tesoro oculto mío, (a maiori, heroico) con un impulso rítmico binario (yámbico), que quiere recuperar el aliento y equilibrio de versos anteriores y restaurar un grado de razón suficiente al extravío del verso anterior. Sinalefa en la 2ª sílaba que, a pesar del regreso al equilibrio, manifiesta otro rasgo expresivo de vehemencia que caracteriza ya todo el soneto.

Verso décimo: la acentuación rítmica en 4ª, 8ª y 10ª: si eres mi cruz y mi dolor mojado, quiere seguir con el pretendido equilibrio del anterior verso, mas la incitación del acento en 1ª (sílaba impar), no sólo no ceja en manifestar su inquietud y pasión vehemente, sino que anuncia el torturado verso final de terceto.

Verso undécimo: la excepcional atonía de final de verso viene a mostrarnos finalmente el desgarro interior del poeta manifiesto en tan largo dolor hecho verso. Los acentos de equilibrio en 2ª, 4ª y 10ª sílabas: si soy el perro de tu señorío; así lo manifiesta también el ritmo que no hace sino acelerar gravemente su movimiento en una anhelante y desgarrada súplica.

Verso duodécimo: rítmica y acentualmente el verso no tiene mayor trascendencia, y precisamente por eso contrasta con tanta audacia el anterior. Así, con impulso binario (yámbico) y acentos en equilibrio en 3ª, 6ª y 10ª sílabas (endecasílabo a maiori, heroico): no me dejes perder lo que he ganado, pasa el verso casi descuidadamente en pos de culminar el terceto.

Verso decimotercero: con idéntica acentuación en 3ª, 6ª y 10ª sílabas (endecasílabo a maiori, heroico): y decora las aguas de tu río, así también con igual y tan a propósito descuido culmina en extremado contraste hacia el verso final del poema.

Verso decimocuarto: cierra el terceto y el poema con un verso en plenitud de equilibrio con acentos rítmicos en 2ª, 6ª y 10ª sílabas (a maiori, heroico), con hojas de mi otoño enajenado, que culmina con una ponderación ciertamente contradictoria, tal que la propia enajenación y vehemencia expresada por el poeta se hace manifiesta, mas todo de manera descarnada pero en modo alguno marcado por el impulso ampuloso al que tantas veces invita este tipo de forma estrófica.

Reseñaremos, en conclusión que, a pesar de la forma canónica que conforma el poema (soneto), estaremos en disposición de recabar información más que suficiente con la que avalar los presupuestos de nuestra tesis en tanto que el muy enredado movimiento y configuración del verso no tiene por qué responder a criterios de rigor métrico-mecanicistas. De esto da cuenta con evidencia la concepción del tipo de verso (endecasílabo) con un entendimiento extremadamente expresivo e intenso del mismo. Así el flujo de los primeros endecasílabos del soneto que circulan sin incidencia, tanto rítmica y acentualmente, como por la consecución de los diferentes elementos constitutivos del mismo: la sinalefa en donde corresponda, según las normas que licencian su uso, por ejemplo el verso 1º: Tengo miedo_a perder  la maravilla, o el caso de la elisión de la misma (dialefa) en el verso 2º: de tus ojos de estatua, // y el acento; mas todo ello en franca colisión con los siguientes versos: 6º y 7º, que muestran acentos de tensión en 9ª y 10ª sílabas y en 6ª y 7ª sílabas, respectivamente, y los cuales no vienen sino a sumarse a la vivacidad expresiva del conjunto del poema, la cual no tiene por qué responder al rigor estricto de un concepto mecánico y lineal de funcionamiento del verso. Así lo atestiguan los versos referidos, mas también el 8ª que en especial atonía, no hace sino poner énfasis especial en la consecución dinámica y expresiva del mismo, también incluso si reconocemos la latencia del acento en 1ª sílaba del verso, el cual, en su suavidad contribuirá a la expresión propia del mismo.

Podrán constatarse las estrechísimas relaciones entre todos los elementos constitutivos del verso y del poema y, por tanto entre las sílabas métricas y los acentos, todo lo cual nos hace pensar en la unicidad (totalidad) del verso y del poema que manifiesta la interrelación estrecha entre todos y cada uno de sus constituyentes.




Federico García Lorca, el endecasílabo, Francisco Acuyo

2 comentarios:

  1. no entiendo un choto y el Lunes rindo

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  2. pueden decirme las palabras del texto que riman?
    Agosto.
    Contraponientes
    de melocotón y azúcar,
    y el sol dentro de la tarde,
    como el hueso en una fruta.


    La panocha guarda intacta
    su risa amarilla y dura.


    Agosto.
    Los niños comen
    pan moreno y rica luna. email: sorayaglez6@hotmail.com

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