jueves, 8 de diciembre de 2011

DE BARES Y DE TUMBAS: POEMAS DE MANUEL GARCÍA

 Con motivo de la publicación del libro del poeta y muy querido amigo Manuel García, además de exquisito encuadernador (y extremado editor, que se manifiesta como tal en la excelencia  y cuidado de sus publicaciones), libro, decía, intitulado De bares y de tumbas (poesía Hiperión, Madrid, 2011), del que incluimos alguno de los poemas en nuestro blog Ancile para que sirvan de referencia y de invitación a la adquisición de este singular y hermoso poemario.





De bares y tumbas: Poemas de Manuel García, Ancile




DE BARES Y DE TUMBAS: 
POEMAS DE MANUEL GARCÍA





De bares y tumbas: Poemas de Manuel García, Ancile




¿DÓNDE ESTÁN LOS BARES DE ANTAÑO?
(Homenaje a François Villon)




¿Dónde están los bares de antaño? se pregunta el poeta,
pasado el intermedio de la vida, en medio de cualquier
encrucijada.
¿Dónde están los bares de antaño? ¿Dónde las primeras tascas
en que aprendió a beber con sus mayores un vino amargo y
popular? ¿Dónde el bar de los domingos, en la esquina
remota de la plaza de algún pueblo con el padre, y la madre
y la hermana, a la salida de la misa? ¿Dónde el bar clandestino
de la adolescencia y las primeras borracheras y los
primeros cigarros y la búsqueda ciega del no sé qué agridulce
en otro cuerpo?
¿Dónde están los bares de antaño? Dónde los desordenados
bares del estudiante, los bares formales de los primeros sueldos,
la noche con su irresistible atracción hacia lo oscuro e
innombrable, los reflejos, las visiones borrosas en vidrieras
eufóricas.
¿Dónde están los bares de antaño? Los de los encuentros
amorosos, los cafés de las reuniones literarias, las tardes de
camaradería interminable a golpe de cubata en cualquier
venta de carretera. Y las multas también, y las broncas, y las
resacas angustiosas.
¿Dónde están los bares de antaño?Y el poeta, desde su más
que mediana edad, quisiera caer en la tentación de creer en
la actual decadencia de los bares frente a las glorias perdidas.
Pero él sabe que sigue habiendo bares en los que jóvenes y
mayores comparten con descaro y desparpajo el riesgo de la
vida, y sabe también que esos bares son ahora más que nunca
lujuriosos.Y que es él el extrañado que prefiere el refugio de
su casa, el exiliado en la patria de sus libros, el alejado del
concierto alegre colectivo a la soledad de su música tan
hermosa y difícilmente compartida.

El hombre es el que muere, no el amor.




CUMPLEAÑOS
(Café bar Remesal)



Tengo cuarenta años. Desgraciada-
mente yo soy feliz. La madrugada
me arroja de la cama demasiado
pronto: ducha, café, la radio; afuera
me queda todo el día por vivir.

Tengo cuarenta años. Cruzo solo
la ciudad ojerosa y sorprendida
ciudad en donde pago la hipoteca
y se ponen las calles para mí.

Tengo cuarenta años. En un bar
me tomo mi aguardiente mañanero
con olor a honradez, a prisa; si
falto yo, cada día no es lo mismo
en este bar de la ciudad en la que
-pudo ser cualquier otra- desgraciada-
mente yo soy feliz.




TOMBEAU POUR
Claudio Sánchez Muros
(14.4.1936-15.7.2010)

(Escuchando el adagio de la Suite en fa menor para viola
del Manuscrito Drexel, de Carl Friedrich Abel,
en la viola de Paolo Pandolfo)





1. Per umbra


Ahora que formas parte de la estirpe
de todos los cadáveres
y te ha ganado el reino de las sombras
y los que te quisimos procuramos
inútilmente recobrarte
en la luz y en la forma
de lo que fuera tuyo y ya no estás
vivo, sino bien muerto, y son mentira
las cosas mientras arde
la vela que alguien puso
por ti, ¡qué frágil fe de los mortales!;
ahora que un cuervo suena en mi conciencia
y me dice que nunca más el aire
ni la blandura de la vida habrá
de correr por tus venas; ahora que
la carcoma recorre los rincones
ocultos de la carne
y sigue habiendo arena en el reloj
y olor en los rosales;
ahora que el agua orada con paciencia
de sal la roca amarga de los siglos
y la ciudad es una nube triste
echada en el olvido; ahora que se abren
en un altar las flores que alguien puso
y en la prensa las frases que alguien dijo
pensando en todo lo que
ya no podrás hacer; ahora es preciso
vivir, seguir muriendo, regresar
a las cosas diarias y alejarse
a los mismos asuntos, como si
el mundo fuera nuevo cada instante.

Que hay en las bardas, Claudio, mucho sol
todavía, y le quedan a mi tinta
muchos versos aún para secarse.


2. Dernier adieu


Lloraremos por versos que leímos contigo
(bendita llama del poema), iremos
recorriendo lugares tras los cuadros
que amabas,
buscaremos cobijo en los amigos
que fueron tus amigos, dejaremos
la huella por senderos que trazaste.

y nada llene esta orfandad de ti:
verso, cuadro, persona ni paisaje.


Manuel García
(De Bares y de Tumbas)





De bares y tumbas: Poemas de Manuel García, Ancile

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Francisco. Ha sido un gran placer leer a Manuel García. Su Cumpleaños y Dernier Adieu me encantaron. Trataré de conseguir su libro desde este lado del Océano.
    Felicitaciones al autor por su talento maravilloso y a ti, amigo por la excelencia constante.

    Un abrazo desde Miami, FL USA.

    ResponderEliminar
  3. Hermosos poemas de vida, de sentimientos. Gracias por el regalo, amigo. Un abrazo.

    ResponderEliminar