martes, 24 de abril de 2012

SELECCIÓN DE VERSOS DE FRANCISCO ACUYO TRANSCRITOS A LA LENGUA PORTUGUESA

La Universidad de Córdoba, en su Revista de Traducción Hikma, han aparecido algunos de los poemas que hasta el momento se están traduciendo a la lengua de Fernando Pessoa, del poeta Francisco Acuyo. Introducidos con un texto aclaratorio de uno de los traductores, el profesor de la Universidad de Granada José Antonio Sabio Pinilla, aparecen estos poemas (y otros no incluidos)  que se preparan para una antología bilingüe (español-portugués) y que se suma a las traducciones en inglés, francés y polaco de sus poemas, además de la que también se prepara de algunos de sus versos al ruso. Nos parece interesante ofrecer esta iniciativa en el blog Ancile por dos motivos: uno, porque inauguramos una sección de traducción que queremos sea asidua en estas páginas, por parecernos de interés literario, lingüístico y sobre todo poético; dos, porque ofreceremos al público interesado la ocasión de contrastar ese imprescindible trabajo, cual es el de la traducción, para difundir con la dignidad suficiente la obra literaria a otras lenguas distintas a las de origen. Así pues, dejamos como muestra y ensayo de esta nueva sección estos poemas para su contraste y disfrute, si lo hubiere.





Versos de Francisco Acuyo a la lengua portuguesa, Ancile



SELECCIÓN DE VERSOS  DE FRANCISCO ACUYO
 TRANSCRITOS  A LA LENGUA PORTUGUESA




  
LIBRE EL VERSO, Y...






    Su ave al viento y silenciosa,
no expresa la voz su suave
rosa, que apenas si sabe
no más de su voz, la rosa.



De La Transfiguración de la Lira (1984)




LIVRE O VERSO, E...





SU' ave ao venta e silenciosa,
nao expressa a voz a sua suave
rosa, que pouco mais sabe
ela de sua voz, a rosa.



A transfiguração da lira (1984)




FINALE




   Del ángel soy naufragio de la ciencia
que a luz de mi reflejo suspendido
–aunque poeta, referidlo os pido–
tendrá matiz espejo toda esencia.

    ¡Cuánta los dulces términos ausencia
demuestra tanto coro trascendido!
desmayo abajo viendo que han subido
la luz y el alma, el aire y la conciencia.

   A la luz donde duermo no escondida,
un ramo me recuerda destilado
en el vaso profundo de la vida.

  Concentro en él mi ardor, y en él me inspiro:
y de la esencia púrpura turbado
se elevan los aromas, y suspiro.




De La Transfiguración de la Lira (1984)




FINALE




DAOUELE anjo sou naufrágio da ciencia
que ao lume do meu reflexo suspenso
-embora poeta, dize-Io vos peço-
terá matiz espelho toda a essência.

¡Ouanta os docíssimos termos da ausência
demonstra tanto coro transcendido!
desmaio em baixo observando ascendidos
a luz e o impulso, o ar e a consciência.

À luz ande adormeço não escondida,
um buquê me recorda destilado
dentro do copo profundo da vida.

Nele meu ardor centro, nele me inspiro:
e dessa essencia púrpura turvado
recendem os aromas, e eu suspiro.




A transfiguração da lira (1984)






LABERINTO Y PLANETA





 AMBIGÜEDAD esencial,
no dejaste alguna seña.
Difícilmente abandona
el lugar lo que tan cerca

   del origen nos habita
en la fruición de la piedra,
o ese ciervo decisivo
entre las flores de estética;

   así mismo nos explica,
el discurso y la vivencia
al beber del fresco arroyo
que no supo nunca de épocas,

  que discurre entre cristales
todavía y entre arenas,
y sobre aquella colina
en verdad se manifiesta.

    Amor que todo lo alcanza
no contiene donde empieza
el bosque, el astro, la flor:
La nada todo lo hereda.

   Este juego no es muy serio.
El poeta no es el poeta,
mas el poeta, sin embargo,
fundió de toda materia

   con su celeste albedrío
del espíritu la arena,
y sobre el mar nos aguarda
todo cubierto de estrellas.

   Transitoria luz y tibia
deslizaron para el poeta
entonces miles de historias:
y el hombre habitó en la tierra.




De No la flor para la guerra 1987, 2ª edición aumentada 1997)





LABIRINTO E PLANETA




AMBIGUIDADE essencial,
nao deixaste algum sinal.
Dificilmente abandona
o lugar o que tâo perto

da origem nos habita
na fruição da pedra,
ou esse cervo decisivo
entre as flores da estética:

é assim que nos explica,
o discurso e a vivência
bebendo do fresco arroio
que nunca conheceu épocas,

que discorre entre cristais
ainda e entre as areias
e por cima da colina
com verdade se manifesta.

Amor que tudo alcança
não contém onde começa
o bosque, o astro, a flor:
O nada tudo herda.

Este jogo não é mui sério.
O poeta não é o poeta,
mas o poeta, porém,
fundiu de toda a matéria

com seu celeste alvedrio
do espírito a areia,
e sobre o mar nos aguarda
coberto todo de estrelas.

Transitória luz e tépida
deslizaram ao poeta
então milhares de histórias
e o homem habitou aterra.




Não a flor para a guerra (1987, 2ª edição acrescida 1997)



                                                                                       Francisco Acuyo




Versos de Francisco Acuyo a la lengua portuguesa, Ancile



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