martes, 18 de septiembre de 2012

SOROLLA: POESÍA EN LOS JARDINES DE LA LUZ. HAIKUS DE LA ALHAMBRA




Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo


 SOROLLA: POESÍA EN LOS 
JARDINES DE LA LUZ. 
HAIKUS DE LA ALHAMBRA



Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco AcuyoLa exposición de Joaquín Sorolla en el Palacio de Carlos V (Museo de Bellas Artes), en el incomparable recinto de la Alhambra de la ciudad Granada (también recién expuesta en la ciudad italiana de Ferrara, y allí presentada y reconocida como Giardini di luce, y pasará después al mismo Museo Sorolla para su contemplación y disfrute) ha supuesto para quien les relata tal acontecimiento, una grata y muy sugestiva sorpresa, y no tanto por la incuestionable y esperada calidad de las obras expuestas, predecible, como digo,  al margen de por la altura de la ampliamente reconocida trayectoria del artista de quien hablamos, sino por haber sido testigo de una faceta pictórica para mí totalmente desconocida y no menos sorprendente. En estos Jardines de luz,  que así se intitula –como decíamos unos párrafos atrás- la muestra y selección de lienzos y bocetos recogidos,  y divididos en cinco secciones: Tierra, Agua, Patio, Jardín y Jardín de la casa de Sorolla, sorprende la faceta distinta o menos conocida a la quizá más convencional y célebre del genial Sorolla, me refiero a la de la exterioridad luminosa  y de la figura de singular vitalismo, pues, sin embargo, encontramos en esta exposición una declaración plástica que apunta hacia la reflexión interior y hacia un intimismo harto delicado, manifiesto en la visión de jardines, fuentes y paisajes que, a la sazón, habrían de causar en el pintor valenciano una grande y honda impresión, no en vano serían la inspiración de notas y apuntes para la creación del jardín propio, del que también hay una muestra en esta semblanza magnífica de Sorolla. Como digo, el aporte de los cuadros y bocetos del jardín personal (familiar) de su casa estudio en Madrid incrementan esa nota de particular introspección de la que hablamos en una suerte de paisajes interiores que, por fin, darán lugar a  estas semblanzas de flores, columnas, estatuas y fuentes tan representativas de este momento pictórico de nuestro autor para fruición de los interesados en el arte de vuelo más excelso.

            Debemos reconocimiento a la ciudad de Ferrara Arte, el Patronato de la Alhambra y el Generalife de Granada, al Museo Sorolla y al Fundación Museo Sorolla de Madrid, de quienes partió tan inapreciable iniciativa y fue producida por el Ministerio de Educación y Cultura y la Consejería de Cultura para tan importante ocasión.

Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo
Palacio de Carlos V
            Si la primera profunda –indeleble- impresión que recibió Sorolla de su visita a Andalucía (y a la ciudad de Granada) la habría de producir la contemplación mirifica de Sierra Nevada, no habría de quedar en modo alguno indiferente, en un más reposado y tranquilo recogimiento de Joaquín Sorolla, el monumental conjunto de jardines, fuentes y edificio hispanomusulman de la Alhambra y el Generalife. No en vano dedicó cuarenta y seis paisajes dedicados al mencionado conjunto (y también al Albaicín, Sacromonte y a la misma Alhambra vista desde la óptica admirable del mencionado barrio del Albaicín).

            Tras un par de visitas a la espléndida exposición, quien les habla, guardó una sensación lo suficientemente intensa y duradera como para recordar (y llevar a término otros nuevos) poemas inspirados en la contemplación de la excelencia de tan portentoso monumento; así quedaron plasmados, en breves y rápidos apuntes poéticos unas cuantas –muy pocas- composiciones de exigua cantidad versal, en forma de haikus que, finalmente, tomaron nuevamente vida ante tan maravilloso despliegue de lienzos ofrecidos en este inolvidable muestrario, y de cuya sublime exhibición extrajo quien les habla, íntima y muy felizmente, emociones que con todos vosotros quiere compartir en este humilde soporte de amistad que es nuestro (siempre vuestro) blog Ancile.



Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo
Torre de los siete picos -1910-



Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo
Estudio de Sierra Nevada, nube amarilla -1910-




Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo
Higueras del Generalife,  -1910-




Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo
Torre de las infantas -1910-







Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo
Sierra Nevada -1917-





Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo
Sierra Nevada en invierno -1910- 





Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo
Patio de Doña Juana  -1910-




HAIKUS DE LA ALHAMBRA



(Semblanza de la tarde en la Alhambra)



I

Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo
Mirador de Lindaraja -1910-

Sobre los muros,
arrocabes y fuentes
arde el crepúsculo.


II

 

Cursiva o cúfica
la sombra sobre un arco
de luz susurra

III


El tiempo va
sobre la tarde hacia
la eternidad.

IV


El arco finge
Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo
Patio de la Alhambra -1917-
el fin donde la sombra
tiene su origen.





V


Cada columna
se desliza en la tarde
sombra purpúrea.



VI


Sobre los frisos
de madera, las sombras
en equilibrio.


Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo
Patio de Comares -1917-

VII



En lobulados
rosetones el tiempo
marca su espacio.



VIII


De rojo y añil
el ataurique finge
pétreo jardín.


IX

Sorolla: Poesía en los jardines de la luz, Francisco Acuyo
Patio de los Arrayanes, -1909-

Alas doradas
el ángel de la tarde
bate en la sala.


X


Lóbulos de arcos,
trenzados capiteles,
sol aromático.







Francisco Acuyo

7 comentarios:

  1. Preciosos cuadros y los haikus nuy acordes con los mismos.
    Gracias por compartir tanta belleza.
    Saludos afectuosos.
    Leonor

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  2. Gracias, amigo, por seguir ilustrándonos con lo mejor del arte. Acá una selección de pinturas mágicas, evocadoras de paisajes elevados a la categoría del arte, de la recreación enriquecida de la realidad. Y los haikus un modelo de sutilidad riquísima. Abrazos y adelante.

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  3. El haiku pintado con pincelada corta: descripción perfecta de la pintura de Sorolla.
    Preciosos.
    Un abrazo

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  4. Genial!, ya no sé cómo expresar cuánto me deleita leerte Paco. Cuánto me gustaría algún día llegar a escribir al menos la mitad de como tú lo haces!, y ser merecedora de tus delicadas palabras por alguno de mis trabajos;...pero para eso aún me queda camino, por ahora te disfruto e intento aprender. Un fuerte abrazo.-

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  5. Felicitaciones, querido Francisco. Imagen y poesía, amalgamados por la belleza. Imagino que aquel instante de contemplación debió ser de perfecta felicidad, pues, eso se intuye al leerte. Gracias por entregarnos esta perla.
    Un gran abrazo.

    Jeniffer Moore

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  6. Excelente post, un placer para los sentidos. Los haikus... ¡maravillosos!. Gracias por esta delicia exquisita.
    Un abrazo

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  7. Perfecta armonía. Ambos, pintura y haikus, son un verdadero placer para los sentidos. Gracias, Francisco!! Un fuerte abrazo!!

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