lunes, 24 de junio de 2013

ALLÁ, NUEVO RELATO DE PASTOR AGUIAR

Nuevo relato breve de nuestro querido amigo y excelente escritor Pastor Aguiar para la sección de Narrativa del blog Ancile, esta vez con su narración titulada Allá.


Allá, nuevo relato de Pastor Aguiar, Ancile



ALLÁ, POR PASTOR AGUILAR




Allá, nuevo relato de Pastor Aguiar, Ancile


Iba Tolo andando sin apuro, día tras día sin desviarse de la ruta virtual que había trazado desde su nariz hasta donde el cielo se une con la tierra.
Una vez le había preguntado al abuelo Lucio.
_ ¿Qué hay allá, abuelo?_ Y le apuntaba con el índice como el rabo de un perro venadero ante la presa.
_ Allá es siempre allá, muchacho; nunca llegas.
_ Yo voy a llegar alguna vez. Debe ser que la gente se rinde antes de tiempo.
_ Y dale con la bobería, carajo. Por qué no se te ocurre ir a echarle comida a los puercos.
Pasaron años y Tolo se hizo hombre, pero no había dejado de preguntarse lo mismo. Ya tenía callos en la mirada.
_ Aunque tenga que agacharme, voy a llegar al mismo punto donde se unen. Quizás el cielo sea como un cristal, o pellejo de burbuja. ¿Se acabará todo allí mismo? _ Se preguntaba subido a las últimas ramas de la mata de güira.
Y después del primer aguacero de mayo, se echó el porrón de agua  al hombro y salió.
_ Se van a joder, partía de ignorantes, vagos rutinarios. A nadie le diré lo que vea; digo, si me da por volver.
La primera semana fue fácil, llanos, matorrales enclenques, algún arroyo estrenado por la primavera.
Pero al cabo de un mes comenzaron las colinas, los tramos de monte espeso y el ladrerío de peros jíbaros durante las noches, de manera que decidió dormir por las mañanas y avanzar a tientas, con el machete listo.
Ya sería julio, porque los aguaceros lo empapaban a diario; aunque ello le daba alegría y espantaba la modorra.
Cada vez que llegaba a un claro, le parecía que su meta iba acercándose.
_ Creo que estoy en la mitad del camino_ Se dijo sonriente.
Así las cosas, una tarde, alguien se acercó en sentido contrario.
Era un viejo con una barba enorme, color de leche recién ordeñada.
_ Eh, amigo, ¿viene de allá?
_ ¿De dónde?
_ Sí, de la unión del cielo con la tierra.
_ Usted querrá decir de donde el diablo dio las tres voces, ¿no?
_ Bueno, debe ser igual.
_Me da gracia. Mire, quizás yo ande buscando lo mismo que usted, la diferencia es que 

Allá, nuevo relato de Pastor Aguiar, Ancile

por caminos opuestos. Ya nos veremos en China.
El viejo siguió sin mirar atrás, ensayando una destartalada carrerita.
_ Qué tipo más raro. Debe ser otro que se rindió_ Musitó Tolo con bríos renovados.
Noviembre llegó con los primeros fríos y el paisaje desnudo.; apenas algún cactus que le ofrecía sus frutos cundidos de semillitas negras.
Tolo había perdido la cuenta de las veces que llenó el porrón, de todas las cosas extrañas que se alimentaba.
Para evitar el desanimo, se puso a repetir canciones, a inventar décimas de alabanza a sí mismo, Quijote explorador, Cristóbal hacia el fin de las tierras.
_ Está cada vez más cerca; deben ser mis ojos que se acostumbraron a lo de antes_ Y sacudía la cabeza dándose manotazos, tratando de ver las paredes del arriba sobre el abajo a media jornada de distancia.
_ Parece que por acá no vive nadie.
Tres o cuatro meses más tarde, casi medio Tolo de tantos frentes fríos y poco de comer, comenzó el ascenso de una loma rocosa, pero no tan empinada.
_ Seguro que está al otro lado.
No se detuvo ni con la noche. Fue arrastrándose entre piedras que rodaban peligrosamente, bebiendo pequeños  sorbos de las últimas reservas.
Cuando salió el sol ya descendía por la ladera contraria, ahora entre arbustos que no le dejaban ver su meta, porque iba convencido de que el cielo le rozaba la cabeza, y se encorvó instintivamente.
_ Al fin, carajo, al fin.
De repente salió al descubierto, un suelo empedrado y filoso que venía a terminar en una inmensa sábana de agua, como si el cielo, en vez de unirse con la tierra, se hubiera derretido sobre la misma.




                                                                      Pastor Aguiar



Allá, nuevo relato de Pastor Aguiar, Ancile

3 comentarios:

  1. Maravilloso cuento, Pastor! Allá, donde todos queremos llegar como el personaje. Gracias por la fantasía, por la reflexión y por la calidad del trabajo que nos entregas.

    Gracias Francisco Acuyo por la oportunidad que nos das de leer narrativa inspiradora.

    Un cordial saludo.

    Jeniffer Moore

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  2. Gracias, amigo Acuyo. No sabes cuánto me honra y estimula ver mis modestos atrevimientos de escritor siempre con hambre de mejorar, en este prestigioso sitio, donde tan buenos trabajos regalas día a día. No tengo cómo agradecerte, caro amigo. Un abrazo bien fuerte.

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  3. Renovado agradecimiento, amigo, por traer de nuevo este relato que disfruté escribiendo. Un abrazo.

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