martes, 23 de julio de 2013

POÉTICA DE LO RACIONAL INCONSCIENTE

Ofrecemos un fragmento del trabajo titulado Poética de lo racional inconsciente: notas en torno al Pensamiento salvaje de Claude Levi-Strauss, que forma parte del título general El tiempo poético, para la sección de Pensamiento del blog Ancile.


Poética de lo racional inconsciente, notas en torno a El pensamiento Salvaje de Claude Levi-Strauss, Francisco Acuyo

POÉTICA DE LO RACIONAL INCONSCIENTE

(NOTAS EN TORNO A EL PENSAMIENTO SALVAJE

DE CLAUDE LEVI-STRAUSS)

CIVILIZACIÓN Y POESÍA




      El uso de la abstracción mediante palabras parece un hecho reconocible 4 no sólo en el lenguaje de los pueblos que consideramos civilizados. Con esta idea meridianamente clara, comienza  Levi-Strauss el sugestivo análisis del pensamiento primitivo, 5  mas con el fin de romper la presunción (casi siempre prejuzgada) por la que no pocas civilizaciones propenden, sin demasiada reflexión al respecto, a sobreestimar la orientación objetiva de su pensamiento; 6 mas, parece claro que responder a la inclinación por mantenerse aquél (el pensamiento civilizado) de manera perenne en la mentalidad de quien (o quienes) reflexionan sobre la cuestión; pero la grave consecuencia de tales (falsas) apreciaciones radica en que conllevan un falseamiento en la real naturaleza y concepción del pensamiento primitivo (salvaje), en tanto que aquel hombre ancestral no rige sus ideaciones o pensamientos en virtud de necesidades meramente orgánicas o económicas.7 Error simétrico 8 fácilmente detectable cuando se observa el alto grado de sistematización de las relaciones de plantas y animales (totémicos) de muchos pueblos considerados como salvajes (o primitivos), y que, desde luego, no parecen desarrollarse en absoluto para subvenir necesidades
Poética de lo racional inconsciente, notas en torno a El pensamiento Salvaje de Claude Levi-Strauss, Francisco Acuyo
Claude Levi-Strauss
de consideración estrictamente práctica.

      No es baladí aquella apreciación de Levi-Strauss a través de la cual vierte su noción de ciencia de lo concreto9 sobre aquella singular sistemática anteriormente reseñada, pues será con ella que clasifican con extraordinario y particular rigor las plantas y animales de su entorno. Advierte, además, que la exigencia que impulsa al hombre de aquel entonces a ordenar no será en absoluto de carácter práctico o de necesidades perentorias (alimenticias) como señalábamos, sino que está motivada fundamentalmente por razones de imposición intelectual, mas, como realidad no sólo de un pensamiento concreto (el primitivo), sino porque será este sin duda la base o fundamento del pensar mismo.

      Esta necesidad de no dejar seres, objetos o aspectos  sin denominación asignatoria de lugar en el seno de una clase, 10 proviene de una preocupación importante por la visión (u observación) total que, como más adelante expondremos, encontrará parentesco en la manera de percibir y cotejar el mundo que observa y vive a través de la tantas veces considerada insondable dimensión poética y que, a todas luces, obtiene magníficos resultados, pues nuestro autor no ceja en evaluarlos de buen grado como auténticamente científicos.

      Que el determinismo científico ha sido una de las causas primordiales para este desajuste interpretativo del discurrir primitivo hoy nos parece del todo evidente, mas no sería así de no ser por la reflexión que lleva a denotar por parte de nuestro autor: pues expone que más que la propia reflexión determinista, sería la ignorancia o el desdén de aquella hacia este tipo singular de pensamiento; y es que las diferencias entre el pensamiento mágico y el propiamente científico radican en que, una, la magia postula un determinismo global (integral), mientras que la otra, la ciencia, opera en la distinción de niveles, acaso aplicables sólo en algunos de esos mismos parámetros.

      No es extraño, entonces, colegir que la existencia de organización se venga a manifestar como una necesidad propia y común a la ciencia y a las artes, y que esta pulsión taxonómica que es el poner en orden por excelencia, 11 vierta unos valores estéticos evidentes, los cuales tendremos ocasión de comprobar en el ámbito del arte poético, aunque de forma muy sincrética en el discurrir de nuestro discurso.

      Tampoco es difícil inferir ahora que el pensamiento mágico pueda considerarse tal que una manifestación metafórica de la ciencia, pero habida cuenta que, cada uno de ellos (magia y ciencia) son independientes, además de ofrecer una forma de conocimiento que muy bien no tienen que diferenciarse en lo esencial: que no es otra cosa sino que son formas de pensamiento capaces de una sistematización (lógica) aunque sí encuentren diferencias respecto a los resultados teórico-prácticos obtenidos.

      Que el hombre de la protohistoria (del neolítico) sea el legítimo heredero de una prolija y compleja tradición científica, como a todas luces así parece deducirse, muestra acaso que aquel espíritu que le animara (inspirara) bien puede ser el mismo que impulsa y sugiere al pensamiento científico moderno. Pero la cuestión está en ¿por qué hubo de cesar aquel primer pensamiento (mágico) que se ajustaba a la percepción y la imaginación por el otro desplazado que hoy entendemos como moderno? A saber: porque hay dos formas de pensamiento científico.12

      Si, como decíamos, aquella determinación por hacer taxonomías implicaba la apreciación y oferencia de ciertos valores estéticos, y siendo vertidos estos tanto para el pensamiento como para la acción, diríase que para la naturaleza fuese más lucrativo actuar como si una equivalencia pensada satisficiese al sentimiento estético, para lo cual, habría de coincidir con una realidad objetiva. A partir de aquí será desde donde
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podamos considerar que los mitos y los ritos (¿acaso también el procedimiento poético?) exponen la importancia de preservar maneras, formas y modos de observación y reflexión a descubrimientos muy concretos (aquellos que autorizaba la propia naturaleza ante un mundo sensible en cuanto sensible 13 y que marcan el ser de esta ciencia (primera) de lo concreto o bricolage, 14 y desde la que también cabe observase un carácter mito-poético que, al margen de su instrumentalidad, viene a situar sus elementos de reflexión a caballo entre el precepto y el concepto.

      Acaso pueda intuirse a partir de aquí las relaciones que estableceremos con la poesía, en tanto que deducimos que el agente que interviene entre la imagen y el concepto tiene un intermediario: precisamente el signo. 15 Mas no adelantemos acontecimientos, pues no será sólo la fenomenología lingüística la que trace y levante puentes en nuestra exposición y que, por cierto, con tanta elegancia e inteligencia constituyera como vertebración Claude Levi-Strauss para exponer su visión sobre el pensamiento salvaje, la cual nos llevará al fin, a observar que el poeta, como singular y característico científico, no dialoga con la naturaleza pura, 16  sino con  el estado de la peculiar relación que observa entre la misma naturaleza en que radica y la cultura que le envuelve.





                                                                    Francisco Acuyo




4 Boas, F.: Handbook of American Indian Languages, Washington, 1910.
5 Levi Strauss, C: ob. cit. nota 1.
6 Ibidem.
7 Error que atribuye a Malinowski a los intereses del «salvaje» por las plantas y los animales (totémicos) iban a marchar exclusivamente empujados por cuestiones alimenticias.
8 Levi Strauss, C: ob. cit. nota 1.
9 Ibidem.
10 Ibidem.
11 Simpson G.G.: Principios de Taxonomía animal, Nueva York, 1961.
12 Levi Strauss, C: ob. cit. nota 1.
13 Ibidem
14 El bricoleur es el que obra sin plan previo y con medios ( y procedimientos apartados de los tecnológicos normales.
15 Saussure, F: Curso de Lingüística General, Ed. Losada, Buenos Aires, 1973.
16 Levi Strauss, C: ob. cit. nota 1.



Poética de lo racional inconsciente, notas en torno a El pensamiento Salvaje de Claude Levi-Strauss, Francisco Acuyo



1 comentario:

  1. Puerta para la meditación sobre la palabra, la creación, el decursar del tiempo, la poesía. Muy bueno, amigo. Siempre abriéndonos caminos a la mente, haciendo interesante descubrimiento el hecho de vivir. Un gran abrazo.

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