jueves, 23 de julio de 2015

EUGENIO DE ANDRADE, BLANCURA, EN LA EDITORIAL POLIBEA

Tenemos el placer de traer a nuestra nueva sección del blog Ancile, dedicada a novedades editoriales que han causado una excelente impresión; llevará por nombre, Editoriales amigas. En esta primera entrega ofrecemos la antología poética de Eugenio de Andrade titulada, Blancura, editada con primor por la Editorial Polibea, en Madrid, en su colección Orlando versiones. Edición de poemas seleccionada, presentada y traducida con gran esmero por Miguel Losada. Su director, buen amigo, Juan José Martín Ramos, se encarga del singular y diligente diseño, obteniendo un resultado en verdad digno de encomio por su precioso fruto editorial y que, desde este lugar, os invito a adquirir pues, para los amantes de la buena edición integrada con la mejor poesía, seguro que hará las más excelsas delicias. Os presentamos un suculento adelanto de lo que encontraréis en el interior. Podréis leer el poema en su versión original (portugués) y española. Al final de la entrada os proporcionamos el enlace a la página web de Polibea, donde podréis ver su espléndido catálogo.


Eugenio de Andrade, Blancura, Ancile




EUGENIO DE ANDRADE, BLANCURA, 
EN LA EDITORIAL POLIBEA




Eugenio de Andrade, Blancura, Ancile



UMA CEREJEIRA EM FLOR





ACORDAR, ser na manhã de abril
a brancura desta cerejeira;
arder das folhas à raiz,
dar versos ou florir desta maneira.

Abrir os braços, acolher nos ramos
o vento, a luz, ou o quer que seja;
sentir o tempo, fibra a fibra,
a tecer o coração de urna cereja.





CEREZO EN FLOR




ESPERTAR, ser en la mañana de abril
blancura
abrir los brazos, acoger en las ramas
a1 viento, la luz, o lo que sea;
sentir el tiempo, fibra a fibra,
mientras teje el corazón de una cereza.
de este cerezo;
arder desde las hojas hasta la raíz,
dar versos o florecer de esta manera. 




PEQUEÑA ELEGIA DE SETEMBRO




NÃO sei como vieste,
mas deve haver um caminho
para regressar da morte.

Estás sentada no jardim,
as mãos no regaço cheias de doçura,
os olhos pousados nas últimas rosas
dos grandes e calmos dias de setembro.

Que música escutas tão atentamente
que não dás por mim?
Que bosque, ou rio, ou mar?
Ou é dentro de ti
que tudo canta ainda?

Queria falar contigo,
dizer-te apenas que estou aqui,
mas tenho medo,
medo que toda a música cesse
e tu não possas mais olhar as rosas.




 SUL




ERA verão, havia o muro.
Na praça, a única evidência
eram os pombos, o ardor
da cal. De repente
o silêncio sacudiu as crinas,
correu para o mar.
Pensei: devíamos morrer assim.
Assim: arder no ar.




SUR




ERA verano, había el muro.
E
n la plaza, la única evidencia
e
ran las palomas, el ardor
de la cal. De repente
el silencio se sacudió las crines,
corrió hacia el mar.
Pensé: debeamos morir así.
Así: arder en el aire.



Eugenio de Andrade














Eugenio de Andrade, Blancura, Ancile




1 comentario:

  1. Gracias, amigo, por esta muestra que atrae por la presentación que haces y por la calidad del autor. Un abrazo.

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