jueves, 9 de febrero de 2017

EL LENGUAJE Y EL SER –POÉTICO Y MATEMÁTICO-

Bajo el título: El lenguaje y ser -poético y matemático-, seguimos indagando sobre el mundo de relaciones y diferencias entre el entendimiento y construcción matemático y poético, para la sección, Poesía y matemáticas, del blog Ancile.


El lenguaje y ser -poético y matemático-, Francisco Acuyo




EL LENGUAJE Y EL SER –POÉTICO Y MATEMÁTICO-








CUANDO poníamos en correspondencia las matemáticas (y las ciencias empíricas de la naturaleza, por su inexcusable vinculación con aquellas, recuérdense las matemáticas aplicadas) y la poesía en anteriores ocasiones,[1] lo hacíamos atendiendo a la lógica –y siempre en relación a la estructura y dinámica- de sus lenguajes. Si la matemática –pura- decíamos, se desarrolla mentalmente y no tiene por qué tener una vinculación perceptual, y las ciencias de la naturaleza mantienen un vínculo ineludible con lo sensible, la poesía, puede, y de hecho así sucede, mantenerse en una relación de ambivalencia que ya describíamos como una característica singular que la hace manifestarse paradójicamente (ciencia de la paradoja, llegamos a definirla)[2] en su vinculación con la realidad de la mente –de la conciencia- y de lo sensorial empírico. El lenguaje (y los signos –y símbolos-) que la constituye(n) tiene(n) así mismo una idiosincrática naturaleza que llega a distinguirlo no solo del lenguaje matemático (y empírico natural aplicado de la matemática), también del uso ordinario de la lengua, incluso se dice que es o puede ser bien distinto al lenguaje mismo literario.[3]

                La abstracción pura del signo matemático tiende a contrastar con la necesidad representativa de la ciencia empírico positiva, que precisa del objeto sensorio para sus verificaciones experimentales. La poesía también procesa representaciones –muy significativas- en virtud de su lenguaje peculiar mediante la  que se aspira a un contacto con el mundo de las sensaciones, no obstante, también maneja conceptos profundos y abstractos que no tienen por qué encontrar vínculo sensitivo experimental, ya hablábamos de sus expresiones singulares en la indagación de valores, de emociones, de entendimiento trascendente… , por lo que es preciso reconocer la realidad de un
El lenguaje y ser -poético y matemático-, Francisco Acuyo
lenguaje representativo que se ampara, no sólo en el signo lógico matemático necesario en cualquier gramática lingüística, también en el que es propio de dominios de conocimiento e indagación distintos y que precisan de los símbolos como instrumentos de expresión y entendimiento. Aquí se encuentran, sin duda, salvando las diferencias evidentes, junto a la filosofía, la metafísica o la religión, la poesía.

                La consistencia interna –formal- de cualquier enunciado lógico –matemático o no-, no tiene por qué tener referencia con lo real sensorio, no así aquellos que siguen un modelo representativo, insistimos en esto, porque la poesía (y la matemática aplicada) pueden acceder a la supuesta realidad experimental observable para cualquiera y para ser comunicada y compartida. Una de las características más notables de la lógica y de las matemáticas es la de consolidarse como un auténtico lenguaje público,[4] en virtud de la igualdad de significados en cualquier circunstancia, por lo que su utilidad en el ámbito de la ciencia es extraordinaria. No sucede esto con el lenguaje estándar, menos aún con el artístico o literario. Pero es aún más extremo y especial con el lenguaje singular de la poesía.

                En cualquier caso, el mismo lenguaje de las ciencias de la naturaleza, en su público entendimiento, a luz de los nuevos avances en la indagación de la realidad material del mundo, hay casos que se exige, a tenor de la ambigüedad y contradictorio comportamiento de la materia, varios modelos lógico matemáticos para una descripción más aproximada de aquella,[5] de donde comienzan a deducirse potenciales limitaciones del propio conocimiento científico. Mas, yendo más allá de la indagación pura de la lógica y de la matemática, de la empírica comprobación de la ciencia en diversos ámbitos de la realidad material, existen intuiciones, ideas, incluso conceptos muy especiales que atienden a inquietudes como la ética, las emociones, la atención a lo trascendente… en virtud de la inclinación de los seres conscientes a indagar en las causas últimas o finales a los que se dedica y se implica no sólo la filosofía o la misma religión, también la fascinación por lo bello como forma de entendimiento y verdad del mundo tiene su punto de inflexión en la expresión poético creativa.

                Seguiremos la indagación sobre estas otras formas de entendimiento (sin duda imprescindibles para la óptima compresión del mundo y de nosotros mismos) en próxima entrega de este blog.


Francisco Acuyo




[1] Ver en Ancile: De las formas y objetos –matemáticos- a los signos y símbolos –poéticos- http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2017/01/de-las-formas-y-objetos-matematicos-los.html o El signo lingüístico (poético), lógico y matemático: http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2017/01/el-signo-linguistico-poetico-logico-y.html , entre otros.
[2] Acuyo, F.: Fisiología de un espejismo, Artecittà, Granada, 2010.
[3] Jakobson, R.: Ensayos de lingüística y poética, Fondo de Cultura Económica, Madrid, 1977.
[4] Leach, J.: Matemáticas y religión, Sal Terrae, U. P. Comillas, Santander, Madrid, 2011, p. 27
[5] El principio de Complementariedad es un claro ejemplo de lo que decimos, y se utiliza en mecánica cuántica  para entender el comportamiento ambivalente de la luz (como partícula y como onda).




El lenguaje y ser -poético y matemático-, Francisco Acuyo

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