miércoles, 28 de marzo de 2018

LA REALIDAD DE LO BELLO ES LA REALIDAD DE LA CONCIENCIA


Para la sección, Pensamiento, del blog Ancile, traemos una nueva entrada que lleva por título: La realidad de lo bello es la realidad de la conciencia.



La realidad de lo bello es la realidad de la conciencia. Francisco Acuyo




LA REALIDAD DE LO BELLO 

ES LA REALIDAD DE LA CONCIENCIA







La realidad de lo bello es la realidad de la conciencia (que valora y se estimula en dichos valores), mas,  ¿también la realidad de lo físico objetivo es posible en virtud de la realidad de la conciencia? Cuestión harto debatida y sin respuesta definitiva por parte de la ciencia de lo infinitamente pequeño (nos referíamos en notas anteriores a la física de la teoría cuántica), y que a mí me ha hecho reflexionar sobre la importancia de la conciencia como factor capital a la hora de dar forma y materia a los valores de la belleza expresos en la obra de arte, así como en el reconocimiento de dichos valores en la misma naturaleza. Mas, ¿puede tener la percepción de la belleza un efecto terapéutico?

La realidad de lo bello es la realidad de la conciencia. Francisco AcuyoA menudo he podido constatar una análoga manera a la contemplación cuántica del mundo: entenderlo a través del valor de la belleza (aun cuando muchas veces, en sus variadas representaciones, pueda tener un marcado carácter simbólico), y es que se caracteriza la apreciación estética por una conexión no siempre racional (si no intuitiva) a la hora de establecer sus vínculos con la realidad de los que son sus objetos de belleza. La vinculación es intemporal y muchas veces universal –arquetípica- y perfectamente reconocible por muy diferentes culturas. En cualquier caso, la realidad de lo bello no necesita la objetivación física para ser real y reconocible. La inducción científica (que deduce de lo particular lo general) produce problemas lógicos que acaso son superados –irracionalmente- por la valoración de la conciencia de lo bello (que, por cierto, no tiene por qué ser consciente). Más será a partir de la reflexión sobre la belleza más que por la indagación de los planteamientos extraños de la mecánica cuántica sobre cómo funciona la naturaleza, como llegue a plantearme la interrogante, hoy en la ciencia de la física ampliamente extendida, de si: ¿es la consciencia –en su más amplio sentido- el fundamento vinculador, incluso creador –instantáneo- de lo que acontece en el mundo?

La apreciación de lo bello contiene una visión inquietante -¿irracional-?- que atenta contra aquella razón incuestionable de la separabilidad de las cosas, y nuestra percepción y concepción de lo bello: parece que la belleza no admite separabilidad y realidad a la vez, pero no por eso lo bello deja de tener realidad perceptible, emocional e intelectualmente apreciable.

Lo que artistas, poetas, filósofos, místicos… intuían hace milenios en virtud de su apreciación y entendimiento de la belleza y la ineludible integración de la mente y la materia, sin la cual la realidad de lo bello no sería posible, hoy parece querer mostrarnos que la realidad del mundo tiene unas características similares (y que ofrece el universo como obra de arte), en tanto que es imposible describir lo que el mundo sea al margen de la inevitable imposibilidad de la separabilidad, donde los objetos físicos se dice que están separados del resto (y de la observación consciente –o inconsciente- de aquello que apreciamos como real) y la realidad de lo que pueda ser aquello que entendemos como real.





Francisco Acuyo




La realidad de lo bello es la realidad de la conciencia. Francisco Acuyo


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