jueves, 16 de agosto de 2018

EL ARTE DEL TIEMPO EN LA PINTURA: CONCIENCIA DEL ESPACIO Y DEL TIEMPO EN EL ARTE

Para la sección, Ciencia, del blog Ancile, traemos un nuevo post que lleva por título: El arte del tiempo en la pintura: conciencia del espacio y del tiempo en el arte

EL ARTE DEL TIEMPO EN LA PINTURA: 

CONCIENCIA  DEL ESPACIO 

Y DEL TIEMPO EN EL ARTE



El arte del tiempo en la pintura: conciencia del espacio y del tiempo en el arte, Francisco Acuyo



                Si hasta el momento hemos indagado sobre la estructura y configuración de la realidad y la conciencia desde la óptica de la física, casi en su totalidad, no me parece inoportuno en este punto de nuestra exposición, hacer unas consideraciones respecto de aquella en el ámbito del arte, así como sobre la conciencia artística respecto a la realidad del mundo y de cómo nos engañan los sentidos en relación a la realidad inmanente del mismo, así como los ecos de lo trascendente que resuena tantas veces en lo más granado y misterioso de lo obra artística y su ordenación conforme a lo que nos dictan los sentidos del mundo que nos rodea.

El arte del tiempo en la pintura: conciencia del espacio y del tiempo en el arte, Francisco Acuyo      Si desde la concinnitas[1] renacentista de la representación artística de la realidad a la conformación de realidades virtuales del arte moderno dentro de la realidad perceptible del mundo, la conciencia del artista ha sabido conjugar con maestría singular las relaciones sensoriales y las abstractas para las representaciones de los objetos (así como de las sensaciones, inquietudes, emociones…). No debe despreciarse en modo alguno la interacción por tanto de disciplinas científicas como las matemáticas en sus descripciones y plasmaciones pictóricas, así se demuestra en el Renacimiento, desde donde se revolucionaron la pintura y la arquitectura. Especial interés demuestra la importancia de la aplicación de las matemáticas en el estudio de la perspectiva, donde todo es pura matemática[2] (intuida o perfecta e industriosamente aprehendida); la función de la conciencia del artista en sus representaciones en su perspectiva artificialis (o matemática) de Brunelleschi, frente a la naturalis, supuso un hito ineludible sobre la nueva concepción del arte, mas  sus creaciones (imitatio, mímesis) de la realidad natural no serían un fin esencial en el arte, más bien al contrario, la función simbólica y abstracta mantiene su vigor indiscutible como una concepción (conciencia singular) del arte y de este en  relación con la realidad material (y desde luego espiritual del hombre con aquella-s-). Así fue como la perspectiva –según Erwin Panofsky- se concebía como forma simbólica. La conciencia en el arte se trascribe como una interpretación de la realidad que puede decirse sin miedo a equívoco, que se emparenta a la de la misma ciencia, no en vano la pintura se nos muestra como una lente evidente del embeleco de los sentidos, todos sabemos que el arte en general (y la pintura en particular) no se detiene en el verismo

                Desde De prospectiva pingendi de Piero de la Francesca (retomada de Alberti) en simplificada ejecución, pasando por el método de la diagonal del propio del Francesca y asumido por Durero (que influirían en su célebres máquinas de la perspectiva), hasta las vívidas y dinámicas perspectivas temporales de Masaccio y los planos virtuales de realidad en la obra (véase la Trinitá) y otras posteriores de no menos genialidad, vemos que el observador de la obra ya no es un mero espectador, nos incorpora, no como espectadores sino como actores en la misma gracia de su geometría escalonada. Así la realidad pintada pasa a la conciencia  realidades virtuales que hacen real lo que no existe. ¿O en realidad, sí existen? Indagaremos sobre la cuestión en próximas entradas de este blog.





Francisco Acuyo



[1] Justa proporción.
[2] Alberti, L. B.: De pictura, Edizioni Polistampa (2012).




El arte del tiempo en la pintura: conciencia del espacio y del tiempo en el arte, Francisco Acuyo


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