jueves, 4 de abril de 2019

LA ALEGORÍA DE LA CAVERNA Y SUS CLAVES INTERPRETATIVAS


Para la sección, Microensayos, del blog Ancile, traemos una nueva entrada del filósofo y profesor Tomás Moreno, en relación con el mito de la Alegoría platónica de la Caverna, y todo bajo el título: La alegoría de la caverna y sus claves interpretativas. Trabajo de cuya merecidísima dedicatoria me hago partícipe, al maestro Emilio Lledó, quien en esta bitácora ha sido traído en ocasiones varias y por cuya sabia e imprescindible influencia el redactor de este medio se siente tan profunda y gratamente agradecido.



La alegoría de la caverna y sus claves interpretativas. Tomás Moreno


LA ALEGORÍA DE LA CAVERNA 

Y SUS CLAVES INTERPRETATIVAS



La alegoría de la caverna y sus claves interpretativas. Tomás Moreno


I. Platón inicia el Libro VII de La República[1] (514a-518b) con una de las páginas más memorables y densas de contenido filosófico de toda la historia de la filosofía: el pasaje de la alegoría o  mito de la caverna. El relato de la "caverna” es puesto por Platón en boca de Sócrates, que dialoga con Glaucón, y viene a decir así:
            El estado en que se halla nuestra naturaleza con respecto a su "educación" ("paideusía") o "ineducación" ("apaideusía") es comparable a la de unos prisioneros encerrados en el interior de “una especie de cavernosa vivienda subterránea”. Allí, por no se sabe qué desventura, han sido condenados a permanecer de por vida, desde su nacimiento, encadenados por los pies y por el cuello (sin poder girar la cabeza hacia atrás), de espaldas a la única entrada que comunica la cueva con el exterior. Su peculiar situación les obliga a mirar únicamente a la pared del fondo de la caverna.
            “Detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior”; entre el fuego y los prisioneros encadenados hay “un camino situado en alto”, junto al cual se levanta un tabiquillo (tapia o paredilla) parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de los cuales exhiben aquéllos sus maravillas” o marionetas. Imagínate ahora que, del otro lado de ese tabique, pasan unos hombres que transportan toda clase de objetos, “cuya altura sobrepasa la de la pared”, estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de diversas materias. Y entre los que pasan unos van hablando y otros caminan en silencio.
La alegoría de la caverna y sus claves interpretativas. Tomás Moreno

            Los prisioneros sólo pueden contemplar las "sombras" o "imágenes" proyectadas por el fuego en la pared del fondo de la caverna, y escuchar los "ecos" de las voces de los misteriosos porteadores. Para ellos esas sombras y ecos constituyen la única, la verdadera "realidad", no pueden concebir "otra" distinta. En ese estado permanecerán hasta que alguien los libere de sus cadenas y les obligue a la fuerza a abandonar la caverna y salir al exterior de la misma, pudiendo entonces contemplar a la luz del sol las cosas reales y verdaderas, el mundo auténtico y verdadero.
            Imaginemos - propone Sócrates a Glaucón- que uno de los prisioneros fuese de repente desatado y liberado de sus cadenas y forzado a levantarse, volver el cuello y marchar hacia la salida. Cerca de la misma se toparía con la hoguera y sufriría encandilamiento (o “chiribitas” en los ojos) producido por el resplandor de la luz del fuego de la caverna y sentiría dolor mostrándose incapaz de percibir aquellos objetos cuyas sombras había visto antes. Si se le dijera, una vez  cerca  de la salida de la cueva, allí donde se encuentran los porteadores y sus figurillas de hombres y de otros animales, que esos objetos son mucho más reales y verdaderos que las sombras que antes veía en el fondo de la caverna y que ahora su visión está mejor orientada que antes, tardaría en convencerse de ello.
             Y prosigue Sócrates con su imaginativa suposición: “Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma [del fuego] ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría que éstos son realmente más claros que los que le muestra” […]. “Y si se lo llevaran de allí a la fuerza, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?”.
            En el exterior de la cueva, ya fuera, necesitaría acostumbrarse, para poder llegar a mirar “las cosas de arriba”. En primer lugar miraría con mayor facilidad las sombras, y después las figuras de los hombres y de los otros objetos reflejados en las aguas y luego los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de las estrellas y la luna más fácilmente que, durante el día, el sol y la luz del sol”. Poco a poco iría percibiendo las cosas de ese mundo exterior, las verdaderas realidades iluminadas por la luz del día. Finalmente, podría percibir el sol, no ya en imágenes en el agua o en otros lugares que le son extraños, sino contemplarlo en su propio dominio y tal cual es en sí mismo. “Y después de esto colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían”.
            En medio de su felicidad por tan bella visión, se acordaría, entonces, de sus antiguos compañeros de la caverna, con pena y sentirá compasión y simpateia por ellos. Decidiría regresar a la caverna, para comunicarles su hallazgo. De regreso allí, todo lo “vería confusamente hasta que sus ojos se reacomodaran a ese estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve. En su antigua morada se mostrará, pues, torpe y ofuscado: sus ojos llenos de tinieblas –por haber dejado súbitamente la luz del sol- no se adaptarían al mundo de las sombras, no pudiendo competir con sus moradores mucho más hábiles y prácticos en las sombras (por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban”). Los "conocimientos" de esos prisioneros ahora le parecerán faltos de valor y verdad. Y cuando les tratara de explicar lo que había visto fuera de la caverna no le creerían; dirían que por haber salido de la cueva se había dañado la vista o que se le habían “estropeado los ojos”, sería el hazmerreír de todos y si pudieran incluso lo matarían.
          
La alegoría de la caverna y sus claves interpretativas. Tomás Moreno
  Hasta aquí, aproximadamente, el relato socrático de la alegoría. A continuación el propio Platón a través de Sócrates  nos va a dar las claves para su interpretación. En una primera aproximación la interpretación es sencilla: la "caverna" representa el "mundo visible”, ámbito de los seres sometidos a génesis y cambio, el mundo de las “imágenes” de las “cosas” o de los seres materiales; los "prisioneros", somos los hombres que lo habitamos, antes de haber recibido una adecuada educación ("paideia"). Sólo pueden ver sus propias  sombras, las de sus compañeros y las de las cosas transportadas por detrás del tabique, y, en consecuencia, entenderán que éstas son las únicas realidades que hay). Este estado -prisioneros de nuestro conocimiento sensible- se corresponde con el grado más bajo de conocimiento: la opinión o conjetura.
            Las "ataduras o ligaduras" que los atenazan son nuestros "sentidos" corporales que nos atan a este falso y aparente mundo. La "oscuridad" de la caverna es la "ignorancia" en la que vivimos. Las "sombras" e "imágenes" proyectadas en la pared del fondo de la caverna representan las artificios creados por el arte y la imaginación artística humana (las obras de la "mímesis" artística, copias de copias). El fuego que arde en la caverna representa al Sol del mundo sensible, principio de la vida y de la luz y visión de los seres que habitan ese mundo. El "camino escarpado" o rampa que conduce al exterior de la caverna, es el esfuerzo educativo que tenemos que emprender para acceder a la verdad.
            Los "objetos y estatuillas" llevados en sus manos y sobre sus hombros por los porteadores representan los "seres del mundo sensible" (copias de las Ideas, imitaciones de las "verdaderas realidades").Los porteadores expertos en “sombras” de la caverna son los sofistas y  políticos de la época de Platón, de la Atenas de su tiempo, educados en la retórica y expertos en el arte de la mentira y de la persuasión mediante el lenguaje y la manipulación, iniciados en el arte de hacer pasar como realidad lo que no son más que sombras o patrañas.
            La áspera y escarpada rampa o cuesta para acceder a la salida de la caverna simboliza la difícil y ardua tarea de formación y educación que debemos emprender si queremos alcanzar nuestra liberación de la ignorancia. El "mundo exterior" a la caverna simboliza el "Mundo inteligible", de las Ideas: la verdadera realidad. El "Sol", es la Idea Suprema del "Bien", "Sol del mundo inteligible", fuente y raíz de la vida, del conocimiento y de la entidad de todas las demás cosas, se puede contemplar, por unos instantes tan sólo, en "éxtasis".
            El "prisionero liberado" de sus cadenas es el "filósofo" (evoca, sin duda, la figura de Sócrates), que gracias a la "dialéctica racional" ha logrado desembarazarse de las cadenas de la ignorancia. Este ascético, difícil y esforzado camino de salida de la caverna o ascensión al mundo de las Ideas implica un proceso de “conversión” cuasi-religioso que es muy compatible con la consideración de la Idea del Bien como algo sagrado, en opinión de Werner Jaeger[2] (cont.).

TOMÁS MORENO


[1] Platón, La República, Edición bilingüe, traducción, notas y estudio preliminar por José Manuel Pabón y Manuel Fernández Galiano, Instituto de Estudios Políticos, Tomo. III., Madrid, 1969, pp. 1-8.
[2] Cfr. Werner Jaeger, Paideia: Los ideales de la cultura griega, traducción de Loaquin Xiral, Fondo de Cultura económica, México, 2001.




La alegoría de la caverna y sus claves interpretativas. Tomás Moreno

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