lunes, 5 de agosto de 2019

LAS REALIDADES INTANGIBLES


Con el título de: Las realidades intangibles, traemos para la sección, Pensamiento, del blog Ancile, un nuevo post que insiste sobre la temática y concepto de realidad.

Las realidades intangibles, Francisco Acuyo


LAS REALIDADES INTANGIBLES




Hablábamos unos post atrás de las realidades intangibles que conforman nuestra realidad, y que aceptamos como hechos integrantes e incontestables de nuestras vidas, acudíamos a las abstracciones matemáticas, a las proposiciones lógicas, éticas, estéticas (podríamos incluir las introspecciones hacia lo trascendente)  y también hacíamos alguna referencia al ámbito de la poesía, como ejemplo genuino de ejercicio creativo, que puede inundar nuestras vidas con el inasible aliento de emociones, pensamientos e intuiciones muy diversas.

                A nuestro juicio resulta inevitable la interrogante siguiente a la luz de estas indiscutibles realidades intangibles, a saber: ¿Cómo inciden estas realidades en el mundo físico y desde luego biológico (neurológico, si aceptamos que la conciencia es un epifenómeno del cerebro, y  es la fuente de aquellas realidades matemáticas, lógicas, poéticas…)? ¿Puede acceder nuestro sistema neurológico a aquellas verdades intangibles? ¿O, puede que esas realidades intangibles sean las responsables incluso de nuestra propia conciencia?
Las realidades intangibles, Francisco Acuyo


                Son aquellas cuestiones acaso muy necesarias para responder a la realidad de todo aquello que, sin estar estrictamente sujeto a las percepciones y experimento como algo con consistencia y realidad independiente, y por tanto propia. En este caso, el dominio de la poesía puede resultar interesante, en tanto que, si se mueve entre las analogías, las ambigüedades, las paradojas… y por tanto nos imbuye en el universo de la incertidumbre, sí es cierto que ofrece explicaciones para un entendimiento integral de la conciencia como fuente de emociones, conocimiento, interpretaciones éticas, de belleza, etc… y todo desde  el caos de las sensaciones, tratando o desarrollándose en una suerte de lógica singular (poética) desde la que poner un cierto orden entre la conciencia y el mundo. Esto en matemáticas se da por cierto, en tanto que tras la superación de la certeza absoluta de su disciplina (teorema de la incompletitud de Godel), ya no aspira tanto a la búsqueda de certezas absolutas como de explanaciones realistas del mundo.

                La aceptación (de la ciencia, de la matemática –la asunción clara de esto por parte de la poesía-) de la imposibilidad de hallar certeza alguna en nuestros conocimientos sobre la realidad, es imprescindible para un acercamiento profundo, amplio e informado de lo que la realidad sea. Puede que aquellas realidades no perceptibles tengan propiedades y objetividad propias que, independientes de las leyes de la física, acudan a ella para adquirir algún conocimiento de ese reino[1].

                Acaso cuando entendamos la verdadera dimensión de esas realidades intangibles, comencemos también a comprender los límites de nuestras percepciones y cómo la conciencia participa de las ilusiones de sus certezas, cómo el flujo –temporal- que invade sensorialmente nuestras vidas no tiene más realidad que la ilusión que el mago ofrece en la desaparición de una carta entre sus hábiles dedos. En este acto de prestidigitación  entretenemos nuestras vidas imaginando certezas intentando hacer viable nuestro desconocimiento sobre lo que somos: imaginando lo que fuimos, somos y seremos, y todo por no contemplar la -¿inimaginable?- totalidad que conforma y estructura la realidad. Abundaremos sobre estos aspectos más adelante, en nuevos post al respecto.






Francisco Acuyo






[1] Deutsch, D.: La estructura de la realidad, Anagrama, Barcelona, 1999, p. 259.




Las realidades intangibles, Francisco Acuyo

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