jueves, 21 de noviembre de 2019

POESÍA: CIENCIA DE LA PARADOJA: LO CONTINGENTE Y CIRCUNSTANCIAL: O EL PROSAÍSMO INSUSTANCIAL.


Para la sección, Pensamiento, del blog Ancile traemos la nueva entrada que lleva por título: Poesía: ciencia de la paradoja: lo contingente y circunstancial, o el prosaísmo insustancial.


POESÍA: CIENCIA DE LA PARADOJA:

LO CONTINGENTE Y CIRCUNSTANCIAL: 

O EL PROSAÍSMO INSUSTANCIAL





Poesía: ciencia de la paradoja: lo contingente y circunstancial, o el prosaísmo insustancial. Francisco Acuyo





 En verdad que es harto importante clarificar si el lenguaje (indiscutiblemente) especial de la poesía tiene rasgos, o mejor, fundamentos esencialmente distintos a cualquier otro lenguaje (escrito o no). No en vano la controversia se mantenido durante siglos. Pero,  en la más reciente actualidad, curiosamente, entre la pavorosa cantidad que se dicen poetas (muchos de ellos considerados de éxito) ni siquiera entran en cuestión semejante,[1] y una de las primordiales temáticas de cualquier ejercicio creativo, como es la misma poiesis (la poesía) no merece más atención que la de decir que ellos que escriben (las cosas más fútiles, haciendo insignificantes incluso las temáticas universales de la poesía: el amor, la muerte, el sentido de la vida… en un dispendio de palabrería que poco o nada tiene que ver con la poesía) son, a pesar de todo, los poetas.


                La ambigüedad (esencial), la manifestación de opuestos discursivos, el sentido paradójico, la metáfora como herramienta de singularidad e indiciaridad lingüística, el símbolo como marca de profundidad con lo más genuino del espíritu, los cánones inversos, la musicalidad en favor de la suspensión lógica del discurso, esa inclinación hermética del espíritu que aspira a un entendimiento superior que se mueve en el ámbito de lo indecible, situados ya en el límite mismo del lenguaje… ¿han dejado de funcionar en poesía? De ser así, ha dejado de funcionar el discurso poético con todas las consecuencias que conlleva desde el punto de vista literario, mas también para el filosófico, y lo que es más importante, para el autónomo de la misma poesía.
Poesía: ciencia de la paradoja: lo contingente y circunstancial, o el prosaísmo insustancial. Francisco Acuyo

                Es innegable que el propósito teórico de algunos en pos de unificar lo prosaico y lo poético como meras ficciones literarias perfectamente análogas no deja de ser un claro síntoma de la enfermedad por allanar lo que está en lo más abrupto de las cimas del entendimiento y que la razón no alcanza, que incluso necesitan trasgredir esos límites lógicos del discurso para trascender y trascenderse; afección, digo, que en realidad no oculta sino ignorancia o interesadas poses para llegar a ámbitos que nada tienen que ver con el poético.

                Llevar al límite de lo expresivo el lenguaje es la aspiración legítima del verdadero poeta, si es que lo que se pretende es entender de manera íntegra la realidad íntima con la verdad del mundo, la articulación semántica del poema es en verdad una meditación última de la existencia que se inviste con un carácter muchas veces plenamente metafísico que tiende a lo infinito donde el poeta en verdad se eleva como un sueño de verdad.

                Parece haber una necesidad acuciante de hacer de la poesía algo popular. Si así fuera su naturaleza, no existiría esa necesidad reflexiva y meditativa del poeta por reflexionar o mejor poetizar sobre poesía, y todos los temas tocados convertirse por mor de su influjo en alquimia de la poesía misma, de modo que hablar de amor, de vida, de justicia, de muerte en poesía, no sino hablar de la poesía misma. A mi juicio, en este sentido, la poesía  tiene un carácter oracular que es necesario reconocer si en verdad queremos hacer o entender la verdadera poesía. Oracular, porque en poesía todo está por descubrir, si es que en verdad la poesía es creación, lo que ocurre es que aquí el que se sumerge en poesía, sabe que el designio no es otro que la poesía misma.

                Cuántas veces no acudimos al dominio más excelso del poeta para saber el destino propio y el ajeno, ya que toda ventura en poesía es una propuesta de verdad y de belleza, cuyo oráculo todos traducimos e interpretamos al albur de nuestro propio entendimiento para ser y estar armónicamente con y en el mundo.

                La realidad poético creativa es algo mucho más rico de lo que parece instalarse en la teoría y práctica de lo poético en el territorio literario de la actualidad. Hablaremos de todo ello con más detenimiento en próximas entradas del blog Ancile.




Francisco Acuyo



[1] ¿Acaso porque ya no son poetas? ¿Por qué son meros transmisores de inquietudes más o menos triviales, las confunden con profundos planteamientos humanos o trashumanos, y que no son sino las banalidades propias de una humanidad en franco declive intelectual, filosófico, poético y humanístico?



Poesía: ciencia de la paradoja: lo contingente y circunstancial, o el prosaísmo insustancial. Francisco Acuyo

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