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jueves, 8 de noviembre de 2012

ROSA LENTINI, EN POETAS INVITADOS DEL BLOG ANCILE


En nuestra sección de Poetas invitados nos es muy grato presentar a la poeta, antóloga y traductora (y ahora también amiga) Rosa Lentini, que ha tenido a bien dejarse retratar en nuestro blog Ancile, por lo que no podemos sino mostrarnos muy agradecidos, si en verdad estamos interesados en manifestar lo más relevante del panorama actual de la poesía en nuestro país. Con los apartados habituales de esta sección la autora ofrece una semblanza de si misma y de su obra poética con una breve pero muy significativa biobibliografía, una introducción a modo de poética (en este caso hecha y seleccionada para la ocasión por quien les habla con un poema escogido), y una semblanza a modo de antología poética de la propia autora –y alguno también seleccionado por quien suscribe estas líneas introductorias- para esta coyuntura que ahora presentamos, añadiendo además, por su amable gentileza, dos inéditos exclusivos para nosotros y la Revista Jizo de humanidades que muy próximamente será publicada. Queda con todos vosotros la voz singular de la poeta Rosa Lentini.



Rosa Lentini, poeta invitada, Ancile



 ROSA LENTINI EN POETAS INVITADOS




Rosa Lentini, poeta invitada, Ancile




 NOTA BIOBIBLIOGRÁFICA



ROSA LENTINI (Barcelona, 1957). Poeta, traductora, crítica  y co-editora de Ediciones Igitur. Miembro fundador de las revistas Asimetría (1986-88) y Hora de Poesía (1979-95), de la que fue su directora. Poemarios: La noche es una voz soñada (1994), Cuaderno de Egipto (2000), El sur hacia mí (2001), Las cuatro rosas (2002), El veneno y la piedra (2005) y Transparencias (2006). Parte de sus poemas han sido traducidos al inglés, italiano, francés, catalán, rumano y portugués.
Ha traducido, a Pierre Reverdy, Eugen Dorcescu, los poetas catalanes Joan Perucho y Rosa Leveroni, a May Swenson, Denise Levertov, Maxine Kumin, Adrienne Rich, Linda Pastan, Lucille Clifton, Carolyn Forché,  Sharon Olds, y la poesía reunida de Djuna Barnes, algunos de ellos en colaboración. Seleccionadora de las antologías de Carlos Edmundo de Ory y de Javier Lentini, y junto a Concha García, del número monográfico de la revista Ficciones: Barcelona: 25 años de poesía en lengua española. Ha realizado con Francisco Rico la antología Mil años de poesía europea ( Backlist, 2009).



Rosa Lentini, poeta invitada, Ancile





A MODO DE POÉTICA



Rosa Lentini, poeta invitada, Ancile




Rosa Lentini, poeta invitada, Ancile 

















LO QUE DICE LA ARENA




Miradas al trasluz tus manos hojas,
sombra enlazada a sombras,
puro hechizo de voces deslizadas.
Lanzaderas, lanzaderas,
edades que van y vienen en sus conchas.
Tu cuerpo fue rama o voz,
resina flexible que unía
la tela del agua a un fondo
leve de desmemoria.




De El sur hacia mí







POEMAS




CUENTA EL BOSQUE




Corteza de árbol el vestido de novia,
fantasma blanco de resina.
Los días nacen de las noches,
no entre pliegues de luz,
una colina es sólo fango endurecido,
el nacimiento una lejana estrella,
y el poema únicamente voz.
Caza nocturna de sueños,
fisura en la mirada ajena.





De El sur hacia mí




EN HORAS INSOMNES COMO ROCAS...




En horas insomnes como rocas
veo tu frente herida por el aire,
tu espalda que el aire descubre y explora,
tu boca entreabriéndose y tus manos huecas
oreadas en la densidad de la noche.
Te escucho arder en gestos desvelados, largos,
veo tus muslos tensos que guardan para sí
su piel más fina y secreta;
me quedan solos tus ojos cerrados al misterio del aire.




De La noche es una voz soñada






EN EL HOSPITAL




                    Como esa tierra húmeda en
                    la que caen las cosas que amas
                    y se pierden para siempre.
                                               Sharon Olds.


Las gotas doradas de sudor 
señalan ya en tu cuello 
un color de crisálida.

La vida es una sucesión de lazos  
que tensan gradualmente su nudo.

Ecos de una voz alterada llegan del pasillo 
acompasando un corazón que abismas 
como quien ahonda los ojos azules de un extraño;
el latido, una fallida orquesta  
 en una vibración de platillos que se aleja.

Nos hacemos promesas, nos recuperamos 
de las que no cumplimos en el humo 
 de una nueva que también incumpliremos. 
Ninguna voz interior nos emplaza 
como si nuestra fe brotara, virgen, 
   a cada vuelta del camino, 
hasta el día en que una segunda voz 
nos invite al silencio y acentúe el peso 
 de las cosas que solo nos adornan.

Te vuelves hacia mí, con los ojos señalas
una tornasolada esfera que asoma del baño
 y parece adquirir conciencia. 
Y como el globo rojo en el corto de Lamorisse 
sigue una ruta secreta cuando sobrevuela 
 la lámpara o esquiva el radiador.

Abajo la ciudad bulle lejana como si solo 
estuvieran vivos los dardos de luz anaranjada  
 de las lunas de los coches 
  lavados por la lluvia reciente, 
proyectados sobre tus coronas de esmalte gris. 
La blanca mata aplastada de tu pelo  
la coronilla apenas recién humedecida
en la pila bautismal, tu mano y tu vientre
            inconscientes de su renuncia 
parecen sostener toda la luz.

El misterio llega reorientando su marea sobre nosotros. 
Tiempo de ingravidez, 
   áureo tiempo de la entrega. 

Con un suave balanceo la gota de agua saturada 
de jabón se pierde en el cielo raso
a falta de espacios abiertos y de respuestas.




MAPAS




                 "No todo acaba. Todo empieza"
                          Fina García-Marruz
  
I


No todo acaba, lo que no se dijo
lo que quedó sin hacer también breves luces 
en la costa, abrochadas al litoral 
  y lo que alumbra o se apaga 
modos de mirar el pasado 
con cada hueso  cada uña 
sílaba de esperanza.

Lenguaje de instantes dispersos 
donde las palabras frío 
y templo o yurta y montaña van 
en formación como bagajes solitarios.
 
Y miradas sobre la distancia 
porque las presencias sostienen menos al hombre
que los ausentes, tan parecidos en su quietud
  al nacimiento del mundo 
y como las isobaras también líneas 
  de colores naufragados 
  tiempo después lavados por la arena. 

El día amanece, nos enclava en lugares conocidos
de nuevo la vida inunda los puertos
y mientras la hora del duelo pasa 
la frase marcada en rojo
traza el mapa de lo posible.


III


De madrugada el óvalo de la noche al derramarse
devuelve el frescor como una bendición 
y el mundo pasa vacío y sin palabra. 

Reacios a ver perdidos esos fulgores
los muertos esperan a que alguien 
copie sus nombres en la gran yema lunar. 

El amor es lo que todavía está por trazarse
   en un extremo anónimo del cielo
que los aleros de algunos tejados ocultan. 
En el extremo opuesto se descubren zonas vírgenes
   dispuestas a brillar.                                                      

Por un instante mi voz recitando 
   acorta las distancias. 
Un encuentro detrás de una memoria 
una parcela invertida que nunca se desplaza 
aunque ya nada sea reparable 
aunque nada se asiente 
definitivamente tras haber llegado,
aunque el tiempo en que tememos ser desalojados
sea el que sostiene la vida
y el centro esté aquí, 
lleno de deseo y ausencia.







LA BOCA DE MAHALIA JACKSON





He encontrado mi pasado 
escondido en una partícula de saliva 
escapada de la boca de Mahalia Jackson 
cuando cantaba: 
 “This is my faith, this is my light”. 

Y eran una fe  una luz, 
antes de que ellos pensaran 
tener hijos o hacerles daño, 
antes de que pudieran tenerse 
  el uno contra el otro.

He salido rápido 
como un corredor de fondo
acelerando a la entrada del parque  
levitando casi a la altura del lago  
a grandes zancadas ardientes en la avenida,
bajo las copas de los árboles en flor, 
antes del primer baile juntos, 
cuando al otro lado de las alambradas 
que ribeteaban el camino, a la espalda 
de los carcomidos bancos de madera listada, 
él salía de entre los setos, el cabello revuelto 
y las rodillas arañadas, en las manos 
un balón de color calabaza, 
y ella intercambiaba con una amiga cromos 
y cotilleos envileciendo en el musgo 
sus cortas calzas de niña. 

Mi fe  mi luz: una gota de saliva 
pasa por el tracto humano 
donde el pasado es engullido. 

Llamadas y lotos como soportes de un juego, 
mi fe en su oscuridad, 
  ceremonias de un canto de ranas 
para atraer a la pareja, y lo que no fue 
lo que no llegó a definirse, 
como un tallo que crece 
  bajo la luz modélica.


Inédito





ACCIDENTE




2

Los negros, negros 
 nubarrones de tormenta
se cierran sobre el campo donde
el coche ha derrapado.

Y nada se alcanza a ver salvo
un contorno de formas quietas
  a la espera
como postales para el recuerdo
en sus olvidadas maderas.

Una garza se salva con un gran 
movimiento majestuoso.

Oímos el flap flap de su migración
                            dirigiéndose a poniente
atrapados en esta atmósfera
a punto de descarga;

y el vuelo sobre nuestras cabezas
ese tiempo de sueño recién creado
que toda promesa falsamente contiene

la órbita en su curva de regreso

como si pudiéramos...


Inédito



Rosa Lentini





Rosa Lentini, poeta invitada, Ancile

3 comentarios:

  1. Qué maravillosa poeta! La musicalidad de sus versos quiebra la distancia y quisiéramos leer más y más. Magnífica obra, querido Francisco. Sin duda alguna, una voz trascendente.
    Gracias por este regalo.
    Saludos cordiales.

    Jeniffer Moore
    Miami, FL. USA

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  2. Soy seguidora de la obra de Rosa, y es una maravilla todo lo que sale de sus manos.
    Sin duda una de las voces importantes en la poesía actual.
    Gracias Francisco.
    Un saludo

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  3. Interesantísima poesía, plena de significados, sin palabra que sobre, sin fisuras. Me gusta mucho; y pensar que acabo de conocerla acá. Seguiré releyéndola, porque hay como un agua inteligente que fluye de sus versos diciendo más según se repiten las visitas. Un abrazo y gracias, amigo.

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