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miércoles, 31 de julio de 2013

LOCUS AMOENUS, DE TOMÁS MORENO

De nuestro colaborador habitual (y entrañable amigo), el catedrático de filosofía y profesor Tomás Moreno, nos advierte de manera muy sugestiva de su faceta de narrador en este Locus Amoenus, para la sección de narrativa de nuestro (siempre vuestro) blog Ancile.


Locus amoenus, Tomás Moreno, Ancile




LOCUS AMOENUS




Locus amoenus, Tomás Moreno, Ancile


A Pastor José Aguiar y Jennifer Moore, ilustres escritores y amigos, con mi sincera admiración por la sensibilidad y creatividad de sus relatos y poemas, y mi profundo agradecimiento por su generosidad inagotable.



Aquella mañana no la olvidaré nunca. Desperté somnoliento y cansado y me dirigí al cuarto de baño para asearme. Al entrar observé que el espejo, no se por qué, estaba empañado, con la toalla traté de limpiarlo. Me acerqué y no vi mi rostro reflejado en él como de costumbre. En la esquina superior izquierda lo encontré. No había duda, era él: una especie de ángel bello, de resplandeciente aura.
-“Buenos días” -me dijo con su voz terrible y fascinante, como si desde un lugar extrahumano se emitiera.
-“Buenos días, señor”, respondí sorprendido y tembloroso. Poco a poco me fui tranquilizando. Mi cuerpo, adquiriendo desacostumbrada ligereza, ingrávido y leve como aún sumido en el sueño. Me sentía físicamente muy bien: mis habituales dolores de huesos habían desaparecido e incluso mi estado de ánimo se había sosegado ya.
- “¡Bienvenido!” -me dijo- “al ‘país de la no-muerte’, al ‘lugar de la eterna juventud’, amigo visitante”.
- “No comprendo lo que me dice, señor”, respondí.
- “Has de saber que has entrado en un lugar mágico: que desconoce el paso del tiempo y la amenaza de la inexorable muerte. Los que aquí vivimos gozamos por siempre y para siempre de lo que los humanos de tu mundo desean y han deseado desde que allí se tiene memoria”.
- “¿Estoy en el paraíso, tal vez?”, pregunté.
- “No puedo decírtelo, todavía. Tu mismo encontrarás respuesta a tu pregunta cuando conozcas este lugar un poco más”.
            Pasé conversando con él varias horas que me parecieron segundos. Después, por los verdes campos de lo que parecía un bucólico edén, nos fuimos a dar un paseo entre toda una muchedumbre de hombres y mujeres elegantemente uniformados, los hombres vestidos de blancas túnicas, las mujeres con elegantes capas rojas que acentuaban su atractiva pero impersonal hermosura. Más que seres vivos parecían esculturas semovientes de mármol, hieráticas y frías. Vimos también animales y avecillas, corriendo los unos por los prados y revoloteando los otros por los árboles y jardines del lugar.
            Era un paraje idílico, como los narrados por el viejo Teócrito o por el ínclito Virgilio de nuestros años escolares. Todo era de una belleza y perfección tales que me parecía irreal como un espejismo.
- “¿Qué ocurre aquí?”, pregunté intrigado.
- “Nada extraño” -me contestó el que yo suponía un ángel. “Desde hace ya muchos años   aquí no existe el dolor físico, ni el sufrimiento, ni la tristeza, ni la muerte, como ya os dije. Los avances científicos los suprimieron definitivamente. Se erradicaron las enfermedades y las pasiones humanas quedaron neutralizadas
Locus amoenus, Tomás Moreno, Ancile
por siempre jamás. No existe el odio, ni los celos, ni la ambición, ni la mentira. No existe la crueldad, ni la envidia, ni la guerra, ni ningún tipo de mal o imperfección”.
            Efectivamente, todo era orden en aquel luminoso lugar, todo perfección geométrica. Algo sumamente incómodo -como bien se comprenderá- por lo inusitado e inhabitual que resultaba tanta simetría para nuestros humanos hábitos perceptivos, y que costaba mucho poder asimilar o comprender. Me sorprendió sobre todo que no hubiera niños, y en consecuencia, ni juegos, ni alborotos, ni sonrisas en aquel supuestamente dichoso lugar.
- “No veo niños, ni jóvenes, por estos lugares”, dije extrañado.
- “No son necesarios”, repuso. “Al no existir la muerte no hay por qué renovar la humanidad. Hemos llegado a la perfección. No esperamos nada más. Sólo gozar de esta vida eternamente”.
            Y continuó diciendo: “A nada tememos porque no existe el mal, ni el dolor, ni la desdicha; a nada aspiramos, porque nada nuevo, nada que no conozcamos ya, nos puede sorprender. El azar lo hemos controlado. Nada imprevisto o inesperado puede surgir. Este es el mejor de los mundos posibles. Es el “nuevo mundo” donde una “nueva humanidad” ha alcanzado definitivamente lo que en vuestro mundo todos siempre -por los siglos de los siglos- han anhelado.
            Recuerda, apreciado amigo, cómo se lamentaba uno de los más ilustres escritores de vuestro mundo -creo recordar que se llamaba Shakespeare- de los efectos lesivos y deletéreos del tiempo y del envejecimiento: ‘Borra el tiempo ese joven ornamento florido, / abre surcos profundos en el más bello rostro / y consume primores que otorgara la vida: / cuanto existe y florece la guadaña lo siega’ (Soneto IX). Pues bien, nosotros hemos logrado detener esos inconvenientes que antaño angustiaban a la condición humana”.
            Constaté que, en efecto, todos los hombres y mujeres que veía eran, efectivamente, bellos, sanos, atléticos, equilibrados.
- “¿Todos se parecen mucho, no es cierto?”, pregunté.
- “Sí”, respondió, “con el aparente transcurrir del tiempo, nos vamos pareciendo mucho. Todos nos alimentamos con productos dietéticos  científicamente testados para prevenir las enfermedades. Nuestra dieta es suficiente y perfecta: recibimos específica y estrictamente los alimentos y medicamentos que cada uno necesitamos para mantener nuestra salud física y nuestro equilibrio anímico”.
            Le pregunté también qué trabajos desarrollaban y a qué dedicaban su tiempo de ocio. Me contestó que las máquinas (supongo que serían robots) se encargaban de todo ello a la perfección. Encontré maravillosa tal situación y le sugerí que tendrían mucho tiempo para dedicarlo al arte, la música, la lectura y, en general, al ocio creativo, a la cultura y a la vida contemplativa.
- “No” -argumentó- “pues todo eso ya ha sido también resuelto en nuestra civilización tecnológica hiperdesarrollada. Todo lo conocemos y hemos llegado incluso a traspasar los límites del conocimiento humano que todavía rigen en vuestro imperfecto mundo: un sistema de informática cuántica atesora todo el conocimiento y toda la belleza artística posible. Nuestros cerebros están conectados a él. Con sólo desearlo contemplamos el más bello de los paisajes, escuchamos la más deliciosa de las sinfonías, experimentamos los más intensos placeres, dilucidamos la más intrincada de las cuestiones filosóficas o resolvemos el más complicado de los problemas matemáticos”.
            Algo contrariado por sus palabras, inquirí sobre la existencia o inexistencia de artistas, músicos o poetas y acerca de las motivaciones e ilusiones que movían a los habitantes de aquel perfecto aunque inquietante lugar. La respuesta fue una suficiente y enigmática sonrisa... Y al preguntarle por su nombre me dijo:  
- “No necesitamos tener nombre propio ni identidad. Esas son cosas del pasado que fomentaban el egoísmo, las diferencias y desigualdades, la envidia y la ambición, las injusticias, el dolor y el sufrimiento”.
- “Pero, entonces, ¿qué esperan de esta vida, siempre igual, siempre repetitiva, monótona y uniforme?”
Locus amoenus, Tomás Moreno, Ancile- “¿No es eso lo que los humanos siempre habéis deseado?”, me arguyó. “Llegar a construir su paraíso en la tierra de manos del progreso y de la ciencia. Pues aquí lo tenéis ya realizado de una vez por todas”.
            Tras conversar con él por un indeterminado tiempo, desapareció como por ensalmo. El sol sobre el horizonte ya declinaba y yo no sabía a donde dirigirme. A lo lejos percibí lo que parecía la parte posterior de Lasciate ogni speranza voi ch' intrate” (Inferno, Canto III, Divina Comedia, Dante Alighieri)...una gran puerta semiabierta. Me dirigí hacia ella lleno de curiosidad. Traspasé su umbral. Volví la cara y pude leer en el frontispicio de la misma esta inscripción: “
            Cuando me desperté traté de interpretar tan insólito sueño: sólo recuerdo que desde aquel día supe del valor  inapreciable de la temporalidad, de la finitud y de la imperfección humanas, de aquello que nos define e individualiza; entendí cuál era el precio que, por todo ello, debíamos pagar y comprendí el significado profundo de la muerte, lo que verdaderamente da valor y sentido a nuestra vida.



                                                                                                             Tomás Moreno



Locus amoenus, Tomás Moreno, Ancile

lunes, 29 de julio de 2013

POETAS PARA LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA: MAGDA ROBLES

De nuevo con La noche en blanco de Granada y sus aportes poéticos al evento, en esta ocasión la poeta granadina Magda Robles, con su persona y poemas en el blog Ancile. Enlace al blog de "La noche en blanco de Granada"




Proseguimos con la iniciativa de ir trayendo a nuestro blog la persona y los versos de los poetas que intervendrán en la antología de La luna en verso, de nuestra nuestra Noche en blanco. En este caso estará con todos vosotros la poeta granadina Magda Robles, flamante premio de poesía Miguel de Cervantes que otorga la ciudad de Armilla.



Magda Robles, Poetas para la noche en blanco de Granada, Ancile




MAGDA ROBLES, 
POETA PARA LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA


Magda Robles, Poetas para la noche en blanco de Granada, Ancile


Con el cuerpo en este siglo, y la mente dispersa por sueños futuros y siglos pasados, esta granadina comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo de las letras a la par que daba sus primeros pasos por el mundo. Como dice en serio, aunque la suelen tomar a broma, aprendió a leer y escribir casi antes que a hablar, y en ello sigue.
Poco a poco cambió su libreta, su boli negro y su mala letra por una perfecta caligrafía moderna que escribe sin tinta y no mancha los dedos,  y comenzó a llenar de palabras y deslices un blog escrito a media luz, ”En penumbras…”.  En ese pequeño espacio, se fue gestando el que hoy es su primer poemario publicado, “En penumbras se hizo verbo”, galardonado con el XVII Premio Nacional de Poesía Miguel de Cervantes de la Ciudad de Armilla.
Incluida en la Antología de Poetas Andaluces, y en la primera Antología Poetas de Sierra Morena, sus letras aparecen en diversos portales literarios, revistas y fanzines, y les ha puesto voz en distintos recitales por su tierra andaluza, y ciudades cercanas. Es además reseñadora para  “Reseñas literarias”, y colaboradora de la Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria “Papel Literario”.


HIEDRA...



Tengo manos de muerte que rozan tu escarcha.

Y quizá amar no sea
más que este deshacerse en guijarros y saliva.

Ser hiedra,
y piedra rota desmoronada
que se transforma,
que nos diluye
y nos une así
en una sola bruma,
imperecedera,
que aparenta lamer un nuevo día.

No hay otro milagro que disuelva el nosotros.

Porque tú y yo somos...
esencia atemporal convertida en arena.


De En penumbras se hizo verbo (Abril 2013)







ASÍ ME BASTA





"Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti..."

Me basta así, Angel González




Te nombro.

Y te escribo con los puños,
con las palmas de las manos apretadas
y el vértigo de los dedos
que amarran un aire modelado en sombras.

Así te sueño.

Aprendiz de escultora,
sudo y forjo cada letra que te da vida,
cada aliento que te da voz,
y cada paso que de mi te impregna.

Y una vez que tienes ser,
y que eres mío,
me transformo yo en la escultura viva,
en la obra que crea tu trazo.


Y así me nombras...

En penumbras se hizo verbo (Abril 2013)


AUTOS DE FE 



Hundes tus manos
en esta inocencia culpable y ciega.
Como incrédulo apóstol
a quien no le importa hurgar en heridas.

Aquí no hay dios,
ni maestro hecho carne que obre el milagro.

En el fondo,
no buscas que nadie te convenza.
Tan solo probar que la herida es mía.

Y que sangra...





Por los malditos (inédito)




                                                                                   Magda Robles





Magda Robles, Poetas para la noche en blanco de Granada, Ancile



jueves, 25 de julio de 2013

POETAS PARA LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA: TOMÁS SOLER BORJA

Nos sumamos a la iniciativa de difusión de La noche en blanco de Granada en el blog Ancile, reproduciendo para la ocasión una sección nueva es nuestro blog que se llamará La poesía en la noche en blanco de Granada, y que no hará sino traer a este espacio los poetas que se vayan sumando a la iniciativa de la noche en blanco de Granada, que se tituló Luna en verso, reflejada previamente en el blog particular de dicho evento Enlace a dicho blog. Convencidos del éxito de tan interesante inicativa comenzamos con la primera entrada del anunciado blog con el poeta de Águilas, Murcia, Tomás Soler Borja.





Iniciamos una sección nueva en el blog de La noche en blanco de Granada titulada Poesía para La noche en blanco de Granada, que incluirá a todos los poetas que intervendrán en la antología La luna en verso, que incluirá a una nutrida nómina de poetas de habla española de dentro y fuera de nuestras fronteras.  Será una fórmula de interés para conocer a los poetas que se han sumado a nuestra iniciativa internacional de Noche en blanco. Comenzamos esta andadura con el poeta de Águilas, Murcia (Acróbata, que será su seudónimo), Tomás Soler Borja, de quien ofrecemos algunos poemas adjuntos a una breve biobliografía de su autor.


TOMÁS SOLER BORJA:
POETA PARA LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA






Nacido a orillas del Mediterráneo, desde bien temprano dos fueron sus pasiones: El mar y la Literatura. A la primera de ellas dedicó profesionalmente casi veinte años, sin por ello dejar de disfrutar a diario de los libros que desfilaban por sus manos. Libros de distintos géneros, que línea a línea, iban desvelando tantos secretos a aquellos ojos que no se cansaban de contemplarlos. Ahora, en tierra firme, discurre su día a día leyendo como siempre, además de escribiendo bajo el seudónimo de “acróbata”. Estas, sus letras, pueden ser visitadas en un par de blogs de su autoría (enlace 1)(enlace 2)

También ha participado en una antología digital de carácter solidario con los más desfavorecidos titulada: “El camino del corazón solidario”. Además de participar activamente en varios ciclos de recitales poéticos tanto a nivel local como en otras localidades cercanas. Destacando entre todos ellos su participación en el II Encuentro Nacional de las Artes y de las Letras del Mediterráneo.



PASA LA VIDA




Ruge el levante,
arriba la ola
y rompe en las piedras.

Salta la mar,
vuela la espuma
en una bandada de aves blancas
y ya la ola no es ola
y ya la mar
no es nido de plumas azules.

Sólo salitre, gotas frías
como dientes de sable
en mandíbulas de tigre
que asaltan, mojan
                          y muerden.

Y así, sin más,
en la noche sin estrellas,
hora tras hora,
ola con ola
desde esta orilla desnuda
tan al norte del ayer,
tan al sur de la última morada...
pasan los días,
              pasa mi vida.


TEATRO ROMANO




I ACTO


Sé, que bajo ese vestido blanco
de patricia de otros tiempos,
tu desnudez de bronce
y fuego,
de nácar y miel de azahar
está deseando sentir
el ardor plebeyo de mis labios.


II ACTO


Y esa, tu desnudez de diosa,
de diosa clásica en este milenio,
está pidiendo,
pidiéndome a gritos
en sus silencios rojos
de cristianos conformes a los leones,
que arda Roma,
que nada quede libre de las llamas
en esta noche de calor
y versos echados a volar.


III ACTO


Sé, que tu cuerpo
de Diana Cazadora
está clamando desde este banco
de piedra y siglos,
clamando en la mudez de un grito
con todas sus flechas rotas
por ser cazado,
por ser presa fácil
en la ternura de mis besos gladios.


IV ACTO


Y ésta, tu carne de estrella,
toda pasión desbordada
a orillas del Mare Nostrum.
Esta carne titilante
bajo la niebla cegadora
        de un paño de algodón
impaciente aguarda al final de la obra
para que el Imperio de mi amor
caiga firme sobre los idus
             de tus muslos en flor.


V ACTO


Lo sé,
sé que lo nuestro no son los reinos
ni las conquistas imperiales,
sino la república del deseo
y contarnos boca con boca
toda la historia de Roma
leyéndola en el espejo de los ojos
que nos miran,
que nos desnudan,
que son tuyos, que son míos.


 POEMA FINAL




Quiso atrapar todo lo bello,
todo lo extraordinario, todo lo inusual,
toda la vida...

Para que ésta no escapara
de repente, en un instante,
de un soplo al siguiente,
ya...

Quiso atrapar ese momento,
este momento,
todos los momentos
que irremediablemente
se pierden por los resquicios
                                       del tiempo.

Y no se le ocurrió otra cosa
que ponerse a escribir.

El resto es historia.
Historia y versos,
letras y más letras
          camino del silencio.

Sólo eso,
       sólo esto.



                                           Tomás Soler Borja








martes, 23 de julio de 2013

POÉTICA DE LO RACIONAL INCONSCIENTE

Ofrecemos un fragmento del trabajo titulado Poética de lo racional inconsciente: notas en torno al Pensamiento salvaje de Claude Levi-Strauss, que forma parte del título general El tiempo poético, para la sección de Pensamiento del blog Ancile.


Poética de lo racional inconsciente, notas en torno a El pensamiento Salvaje de Claude Levi-Strauss, Francisco Acuyo

POÉTICA DE LO RACIONAL INCONSCIENTE

(NOTAS EN TORNO A EL PENSAMIENTO SALVAJE

DE CLAUDE LEVI-STRAUSS)

CIVILIZACIÓN Y POESÍA




      El uso de la abstracción mediante palabras parece un hecho reconocible 4 no sólo en el lenguaje de los pueblos que consideramos civilizados. Con esta idea meridianamente clara, comienza  Levi-Strauss el sugestivo análisis del pensamiento primitivo, 5  mas con el fin de romper la presunción (casi siempre prejuzgada) por la que no pocas civilizaciones propenden, sin demasiada reflexión al respecto, a sobreestimar la orientación objetiva de su pensamiento; 6 mas, parece claro que responder a la inclinación por mantenerse aquél (el pensamiento civilizado) de manera perenne en la mentalidad de quien (o quienes) reflexionan sobre la cuestión; pero la grave consecuencia de tales (falsas) apreciaciones radica en que conllevan un falseamiento en la real naturaleza y concepción del pensamiento primitivo (salvaje), en tanto que aquel hombre ancestral no rige sus ideaciones o pensamientos en virtud de necesidades meramente orgánicas o económicas.7 Error simétrico 8 fácilmente detectable cuando se observa el alto grado de sistematización de las relaciones de plantas y animales (totémicos) de muchos pueblos considerados como salvajes (o primitivos), y que, desde luego, no parecen desarrollarse en absoluto para subvenir necesidades
Poética de lo racional inconsciente, notas en torno a El pensamiento Salvaje de Claude Levi-Strauss, Francisco Acuyo
Claude Levi-Strauss
de consideración estrictamente práctica.

      No es baladí aquella apreciación de Levi-Strauss a través de la cual vierte su noción de ciencia de lo concreto9 sobre aquella singular sistemática anteriormente reseñada, pues será con ella que clasifican con extraordinario y particular rigor las plantas y animales de su entorno. Advierte, además, que la exigencia que impulsa al hombre de aquel entonces a ordenar no será en absoluto de carácter práctico o de necesidades perentorias (alimenticias) como señalábamos, sino que está motivada fundamentalmente por razones de imposición intelectual, mas, como realidad no sólo de un pensamiento concreto (el primitivo), sino porque será este sin duda la base o fundamento del pensar mismo.

      Esta necesidad de no dejar seres, objetos o aspectos  sin denominación asignatoria de lugar en el seno de una clase, 10 proviene de una preocupación importante por la visión (u observación) total que, como más adelante expondremos, encontrará parentesco en la manera de percibir y cotejar el mundo que observa y vive a través de la tantas veces considerada insondable dimensión poética y que, a todas luces, obtiene magníficos resultados, pues nuestro autor no ceja en evaluarlos de buen grado como auténticamente científicos.

      Que el determinismo científico ha sido una de las causas primordiales para este desajuste interpretativo del discurrir primitivo hoy nos parece del todo evidente, mas no sería así de no ser por la reflexión que lleva a denotar por parte de nuestro autor: pues expone que más que la propia reflexión determinista, sería la ignorancia o el desdén de aquella hacia este tipo singular de pensamiento; y es que las diferencias entre el pensamiento mágico y el propiamente científico radican en que, una, la magia postula un determinismo global (integral), mientras que la otra, la ciencia, opera en la distinción de niveles, acaso aplicables sólo en algunos de esos mismos parámetros.

      No es extraño, entonces, colegir que la existencia de organización se venga a manifestar como una necesidad propia y común a la ciencia y a las artes, y que esta pulsión taxonómica que es el poner en orden por excelencia, 11 vierta unos valores estéticos evidentes, los cuales tendremos ocasión de comprobar en el ámbito del arte poético, aunque de forma muy sincrética en el discurrir de nuestro discurso.

      Tampoco es difícil inferir ahora que el pensamiento mágico pueda considerarse tal que una manifestación metafórica de la ciencia, pero habida cuenta que, cada uno de ellos (magia y ciencia) son independientes, además de ofrecer una forma de conocimiento que muy bien no tienen que diferenciarse en lo esencial: que no es otra cosa sino que son formas de pensamiento capaces de una sistematización (lógica) aunque sí encuentren diferencias respecto a los resultados teórico-prácticos obtenidos.

      Que el hombre de la protohistoria (del neolítico) sea el legítimo heredero de una prolija y compleja tradición científica, como a todas luces así parece deducirse, muestra acaso que aquel espíritu que le animara (inspirara) bien puede ser el mismo que impulsa y sugiere al pensamiento científico moderno. Pero la cuestión está en ¿por qué hubo de cesar aquel primer pensamiento (mágico) que se ajustaba a la percepción y la imaginación por el otro desplazado que hoy entendemos como moderno? A saber: porque hay dos formas de pensamiento científico.12

      Si, como decíamos, aquella determinación por hacer taxonomías implicaba la apreciación y oferencia de ciertos valores estéticos, y siendo vertidos estos tanto para el pensamiento como para la acción, diríase que para la naturaleza fuese más lucrativo actuar como si una equivalencia pensada satisficiese al sentimiento estético, para lo cual, habría de coincidir con una realidad objetiva. A partir de aquí será desde donde
Poética de lo racional inconsciente, notas en torno a El pensamiento Salvaje de Claude Levi-Strauss, Francisco Acuyo
podamos considerar que los mitos y los ritos (¿acaso también el procedimiento poético?) exponen la importancia de preservar maneras, formas y modos de observación y reflexión a descubrimientos muy concretos (aquellos que autorizaba la propia naturaleza ante un mundo sensible en cuanto sensible 13 y que marcan el ser de esta ciencia (primera) de lo concreto o bricolage, 14 y desde la que también cabe observase un carácter mito-poético que, al margen de su instrumentalidad, viene a situar sus elementos de reflexión a caballo entre el precepto y el concepto.

      Acaso pueda intuirse a partir de aquí las relaciones que estableceremos con la poesía, en tanto que deducimos que el agente que interviene entre la imagen y el concepto tiene un intermediario: precisamente el signo. 15 Mas no adelantemos acontecimientos, pues no será sólo la fenomenología lingüística la que trace y levante puentes en nuestra exposición y que, por cierto, con tanta elegancia e inteligencia constituyera como vertebración Claude Levi-Strauss para exponer su visión sobre el pensamiento salvaje, la cual nos llevará al fin, a observar que el poeta, como singular y característico científico, no dialoga con la naturaleza pura, 16  sino con  el estado de la peculiar relación que observa entre la misma naturaleza en que radica y la cultura que le envuelve.





                                                                    Francisco Acuyo




4 Boas, F.: Handbook of American Indian Languages, Washington, 1910.
5 Levi Strauss, C: ob. cit. nota 1.
6 Ibidem.
7 Error que atribuye a Malinowski a los intereses del «salvaje» por las plantas y los animales (totémicos) iban a marchar exclusivamente empujados por cuestiones alimenticias.
8 Levi Strauss, C: ob. cit. nota 1.
9 Ibidem.
10 Ibidem.
11 Simpson G.G.: Principios de Taxonomía animal, Nueva York, 1961.
12 Levi Strauss, C: ob. cit. nota 1.
13 Ibidem
14 El bricoleur es el que obra sin plan previo y con medios ( y procedimientos apartados de los tecnológicos normales.
15 Saussure, F: Curso de Lingüística General, Ed. Losada, Buenos Aires, 1973.
16 Levi Strauss, C: ob. cit. nota 1.



Poética de lo racional inconsciente, notas en torno a El pensamiento Salvaje de Claude Levi-Strauss, Francisco Acuyo



domingo, 21 de julio de 2013

MITO, MÍSTICA Y POESÍA


Para la sección de Juicios, paradojas y apotegmas del blog Ancile esta breve semblanza sobre un tema que siempre cautivó a quien os habla: las relaciones  entre los elementos míticos y místicos en el ámbito de la poesía. 



Mito, Mística y poesía, Francisco Acuyo, Ancile





 MITO, MÍSTICA Y POESÍA I









EL MITO, ENTENDIDO TRIVIALMENTE, encuentra suficiencia de expresión, si lo referimos a la colectividad de la conciencia, como concepto junguiano 1 de arquetipo. Si añadimos la espléndida y penetrante prevención antropológica de J.G.Frazer 2 acaso no perdamos el equilibrio a la hora de cuestionar su alcance y significado. Más dificil, de hecho, supone la significación de la mística -máxime si en un esfuerzo de comprensión llegamos a distinguirla del fenómeno religioso, impulsados tal vez por una excesiva asepsia en el intento pues, si tratamos de conceptualizar el término será bastante común divagar y, aun errar, si los intrumentos de definición no son (porque no pueden serlo) puntuales. Me refiero a todo aquello que va desde el lenguaje hasta la forma de proponer la definición.

      En las distintas manifestaciones simbólicas, intentamos un nexo común, un primer cabo que nos ayude a desenredar el ovillo, o tal vez a atar nuevos cabos. Por ejemplo, vemos la muerte como ancestro y universal del eterno retorno. De retorno al origen. Las ideas de la divinidad y del retorno al origen son aspectos fundamentales que dan carácter y similitud a cantidad ingente de mitos catalogados como básicos.

      La poesía maneja el instrumento fundamental de expresión cual es el lenguaje que, en nuestra cultura, confía en la capacidad de aprehender la naturaleza última de las cosas y que, no obstante, hace problemático el contacto con la realidad. Sin embargo, resulta paradójico que la poesía, aun sustentada por el lenguaje mismo, no sólo no nos priva de la visión de la realidad, sino que, al mismo tiempo que con ella, la aprehendemos, expandimos la conciencia hacia lo transpersonal: aquello que ve la luz, desea ocultarse, que dijo Heráclito.

            Sucede además que, si bien se colige que el fenómeno crucial del lenguaje, supone el tránsito del mito al logos, y a través del conocimiento alcanzado llegamos a la toma de conciencia; se deduce también que la capacidad de alcance y percepción ha de quedar, no obstante, mermada, confinada, enajenada por la supuesta identidad que distingue con el lenguaje entre sí y lo que le rodea; un ego por tanto que protege mediante la máquina de lo cotidiano razonable, y que la poesía, con su lenguaje transgresor, conculca peligrosamente.
            La construcción de un lenguaje verdaderamente poético supone la entrega total y manifiesta hacia una expresión de libertad sin condiciones: si la lógica de nuestros pensamientos encierra  variables ya establecidas como una carta marina, sus paralelos y meridianos, en la expresión poética se abre como hemisferio infinito, pues supone el mundo y su traslación en el eje total de la poesía.

            Se dice que el impulso poético no conoce el tiempo. La razón poética y creativa está en un eterno presente. Entonces es, cuando más allá del mito, la poesía, en su más alto ideal, capta la realidad; y es que el mejor momento de la poesía no es cuando describe una posible experiencia, sino cuando nos culmina mediante la ficción de algo cuya experiencia es imposible... no se es un poeta completo si la totalidad de su imaginación no está sintonizada, y no se funde toda su experiencia en una sinfonía única, 3 que dijo Georges Santayana. No nos resulta extraño pues, pre-sentir como la poesía nos hace trascender de nosotros mismos con el fin unívoco de acceder a la realidad para ser esa realidad misma.

            Creo que puede entenderse el mito subyaciendo confundido en la fronda y espesura de su propia proyección arquetípica, ocultando el origen y regulando la presencia del caos y la angustia. Perfecto narcótico que pretende tranquilizar con la ilusión de su efecto positivo.

            La poesía, sin embargo, conlleva una paradoja: la de ser expresión y reflexión sobre sí misma: El efecto especular, donde dos espejos enfrentados dan trasfondo al infinito. Así la poesía se vierte como un sistema formalizado y complejo que demuestra que la prueba de su validez no se encuentra -ni se agota- en sí mismo, 4 y sin embargo, nos invita a penetrar el sitio donde -sin tiempo ni espacio- no se va a ninguna parte, porque allá donde permanece es inagotable.

            John Dewey dijo que la naturaleza es un artista que trabaja desde dentro. La poesía es uno de los catalizadores -quizá el mejor- que hacen posible no sólo un intercambio fluyente con el mundo, sino una vía de transformación verdaderamente influyente.

            Quizá el mito que propone más claramente una visión integradora -no mimética- de poesía y naturaleza, sea el de Narciso. Ama aquella imagen que cambia, no obstante, del remanso del río en su flujo continuo, mientras siente y presiente la eternidad de su propia naturaleza, aun, o precisamente, por no haberse reconocido.
            Si la dialéctica, en la búsqueda de la verdad necesita comparar una tesis con su antitesis procurando su síntesis, en la poesía la antitesis desaparece en la tesis misma, conciliando ambas con las propiedades de su opuesto. Visión especular donde el espejo nos dice que la realidad es una sola cosa, aunque la denomine diversamente.

            La poesía proporciona fuentes de información ilimitada, mientras que de ellas deducimos nuestra incapacidad o la insuficiencia de nuestros conceptos para captarlas. Su particularidad radica en su forma de aprehender la verdad -sin limitar por ello su capacidad estética y de deleite-, y de ofrecerse como codificador que conecta con todo lo que, aparentemente disperso, se muestra y oculta en derredor nuestro, pues la realidad es todo lo que la poesía crea.


                                                                     
                                                                                        Francisco Acuyo




1 Jung, C.: La interpretación de la naturaleza y de la psique, Paidós, Buenos Aires, 1962.
Frazer, J.G.: La rama dorada, Fonde de Cultura Económica, México, 1991.
3 Santayana, G.:Poesía y Religión. Cátedra Madrid 1994.



Mito, Mística y poesía, Francisco Acuyo, Ancile