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sábado, 21 de septiembre de 2013

LA POESÍA DE PASTOR J. AGUIAR EN LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA

Recogemos para nuestro blog Ancile, la entrada última del blog de La noche en blanco de Granada, en esta ocasión dedicada al poeta y escritor cubano- estadounidense, Pastor J. Aguiar. Dejamos constancia de la entrada con el siguiente enlace:
Enlace al blog de La noche en blanco de Granada.





Traemos a las páginas del blog de La noche en blanco de Granada los versos del poeta y escritor Cubano estadounidense, Pastor José Aguiar, del que también se ofrece una breve relación biográfica de su autor para la sección de Poesía para la noche en blanco de Granada.





LOS VERSOS DEL POETA PASTOR AGUIAR
 PARA LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA






Pastor José Aguiar (1950). Nacido en Cuba y  estadounidense por elección desde los años ’90. Es médico, especialista forense, escritor y poeta. Ha desarrollado un estilo personal de narrativa costumbrista cubana con matices en la literatura real maravillosa, inspirada en sus vivencias como hijo de campesinos cubanos emigrantes de Islas Canarias y asentados en la mayor de las Antillas durante el siglo pasado. Ha publicado Cuentos, un libro de narrativa costumbrista, por Editorial Pelícano en Miami y ha participado en numerosas Antologías internacionales en español e inglés, obteniendo algunos premios y menciones tanto en Cuba como en Estados Unidos. Su creación literaria es abundante y permanece en su mayoría, aún inédita. Publica en Facebook y Twitter y administra los blogs Viajero, Mi Arboleda y Poesía Libre. Es aficionado a la fotografía y a la pesca, actividades que practica con frecuencia en Miami, donde vive actualmente con su familia y trabaja en el campo de la Medicina del Sueño y los trastornos respiratorios, en un tradicional Hospital de Coconut Grove.





EN MEDIO DEL SALTO



He saltado y no caigo.
Garabateo con mi grito el hambre
de todos los quizás que fueron imposibles
y aún no me rescato de un futuro
manuscrito en “veremos”.

Si “ahora” me adivina como un gusto anacrónico
debe ser que fui alguien en su ruta
de círculos viciosos, y me nombra
con sílabas sin letras.

Pretendo aproximarme a la razón
de este todavía aldabonazo
abriéndose camino, propio fraude
del eco primigenio.

Me gusto eco, gravedad sin forma,
dolor sin órgano que duela
ni boca que me escriba sobre el rumbo,
llamémoslo caída.

Caer hacia el tamaño insuperable
de lo desconocido.





FOTO DE MI MADRE




Hoy miraba una foto de mi madre
y era joven aún, casi imposible
para esta edad de hambre sin orillas.

No vi mis huellas en su rostro párvulo,
era como saberme en el olvido,
disfraz de todavía dando tumbos
de puerta en puerta.

Ya no es la misma, me encontró una noche
de oscuros sortilegios, le dolí
con un dolor de hijo inesperado
y me gritó de golpe.

Nunca me dijo Amor como se dice
por costumbre, no supe su sonido
de música inquietante.

La tengo en la repisa del asombro
parecida al silencio.




EL AGUA






El agua nunca miente; quien se engaña es el hombre
que no concibe transparencias
y naufraga en su rostro reflejado
como un cristal a tientas por la vida:
Viajero terco, parte de sí mismo
y vuelve sin regreso.

El agua es una carne insobornable
que olvidó su memoria en los contornos,
en la sed de la tierra que la esculpe
sabiendo que después será grabada
por sus blandos buriles.

El hombre es tan distinto a pesar de ser gota,
quizás sigue cayendo todavía
desde una nube apócrifa con mente,
yo diría castigo, recurso renovable
llamado inteligencia.

Así lo veo yo, sin beber nunca,
pues quiero evaporarme hasta los huesos.


Pastor J. Aguiar







2 comentarios:

  1. Muchas gracias, Acuyo. Me veo entre tantos poetas de alto calibre y me enrojezco hasta los calcañales. Yo apenas garabateo páginas, preñado de emoción; pero mi pluma es cerrera, como las bestias, y se resiste a delatar todo lo que llevo dentro. Me siento humilde, casi asustado, pero altamente agradeecido a tu gentileza, amigo. Un gran abrazo.

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  2. La poesía de Pastor nos deja esa hermosa sensación de sorpresa, de asombro por esas metáforas casi imposibles, de cálido aliento de las cosas simples. Hermosas!!! Y sus cuentos nos trasladan a campos cubanos en estallido de color y música. Gracias Francisco!!!

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