Recogemos la última entrada del blog de La noche en blanco de Granada con los versos del poeta de Constanza, República Dominicana, René Rodríguez Soriano.
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Traemos hoy los poemas de René Rodriguez Soriano, poeta de Constanza, República Dominicana, para la sección de poesía de nuestro blog de La noche en blanco de Granada.
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Traemos hoy los poemas de René Rodriguez Soriano, poeta de Constanza, República Dominicana, para la sección de poesía de nuestro blog de La noche en blanco de Granada.
LOS VERSOS DE RENÉ RODRÍGUEZ SORIANO
PARA LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA
René Rodríguez Soriano (Constanza, República Dominicana, 1950) es escritor y editor. Ha recibido la distinción del Talent Seekers International Award 2009-2010. De sus libros publicados en todos los géneros destacan: Raíces con dos comienzos y un final (1977), Todos los juegos el juego (1986), Su nombre, Julia (1991), La radio y otros boleros (PremioNacional de Cuento “José Ramón López”, 1997), Queda la música (2003), Sólo de vez en cuando (2005), Apunte a lápiz (2007), El mal del tiempo (Premio UCE de Novela, 2007), Rumor de pez (Premio UCE de Poesía, 2008) y Tientos y trotes (2011). Se radicó en Estados Unidos en 1998, desde donde desarrolla una intensa labor de difusión y promoción de la literatura iberoamericana a través de la Revista mediaisla. www.mediaisla.net/revista www.rodriguesoriano.net
MUCHACHA OJOS CARBÓN
El dedo de sonrojo y pudor lleno
besando el labio lo recuerdas lo sé
el baño del colegio la furtiva fruición
de aprovechar la vista gorda
de las monjas que estaban en lo suyo
en las paredes de inocencia manchadas
tú en el significante
el significado acariciabas
cuando la felpa de los días
descoloró la pared apalabrada y tus pezones
lienzos sedientos estallaron
en las manos sin aulas de un muchacho
en un rincón de tu cuarto aprenderías
(muchos suspiros después el dedo aún
del labio a la revista luz
de la revista al labio al fuego o al jadeo)
que aquello venerado con malicia
a sobresaltos además de rico y provechoso
tenía un nombre técnico.
De Canciones rosa para una niña gris metal. Mediaisla-Juegos con lagartos. Miami. USA 2009
TÍO JENGO
Si miro hacia el profundo y amplio verde
me pierdo en la mañana mansa y húmeda;
no hago otra cosa que mirarme en su sonrisa sosegada ventana de la estancia:
franca, alta, encorvada y solidaria.
Si vuelvo tras el niño de mis pasos,
de vuelta hacia la escuela,
cruzando las rigolas de la tarde, sé
que habré de encontrarlo
y volverá a mirarme, rascándose el bolsillo.
Tal vez no vuelva nunca más la misma agua,
la que lavó mis huellas de esos días;
tal vez no vuelva nunca a ver,
perdido entre los maizales
o las enredaderas de las auyamas, su paso incierto y largo.
Del tamaño del puente, grandazas
e ilustradas, continuarán sus manos
desgranando la tierra, surco a surco.
LA VIEJA CASA
1
Era del tamaño del mundo la sala de la casa,
y como el océano, poblado por sus peces,
sus algas y sus rocas,
era el patio,
que terminaba donde pastaba el ganado
y algún potrillo perseguía las mariposas
o más allá donde bebían los arco iris.
Era de azul y rosa y olía a geranios,
hierbabuena y azucenas,
amplia, cálida y dulce
como el abrazo de mamá
cuando me dejaba o me tomaba
de la cama.
2
Tenía rosales y naranjos, peras muy dulces
y zumbadores haciendo escalas en los imaginarios
aeropuertos de las copas de los árboles;
tenía aguacates, nueces y guamas,
el patio,
todo el patio tan grande de la casa grande donde los gallos con sus lustrosas plumas
galanteaban al sol y a las gallinas.
Yo me mecía en las ondulaciones
que dejaban los patos al nadar
en la laguna.
3
Sonaba como flauta dulce
el melodioso piar de polluelos y pichones.
Brotaban sinfonías de la cocina
o llegaban como ráfagas desde los tomatales las tonadas de los trabajadores.
Y en un rincón la radio, las canciones
y el retrato del abuelo.
Era tan grande y tan pequeño
ese espacio tan íntimo, del tamaño
del mundo, la sala de la casa.
Extraído de Apunte a lápiz. Ediciones Paso Bajito/ Luna rota. Constanza, RD, 2007
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