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martes, 31 de diciembre de 2013

POEMA PARA EL AÑO NUEVO

Queremos cerrar el año y recibir el 2014 con un poema para la reflexión y el gozo y para desearles a todos un feliz y próspero año entrante.


Poema para año nuevo, Francisco Acuyo, Ancile

DEL FUEGO EN LA NIEVE

GLOSA



Atardece en las cumbres 
de Sierra Nevada



No sé lo que soy

Ángelus Silesius






   LA leve conciencia
del fuego en la nieve
instante nos piensa:

   nos traza el pincel
de la llama eterna
que sueña con ser
bosquejo siquiera
de lo que una vez
sentimos conciencia.
Lo que soy no sé.

   La leve conciencia
del fuego en la nieve
instante nos piensa:

   lo que soy no sé;
en la llama eterna
instante no es:
réplica y no réplica,
plétora, escasez.
En el tiempo eterna
luz la sombra fue.

   La leve conciencia
del fuego en la nieve
instante nos piensa:

   caricia o la piel,
la mente o la idea,
lo que soy no sé.
La nieve me quema,
me quema otra vez
cual leve conciencia:
no soy lo que sé.


Francisco Acuyo






Poema para año nuevo, Francisco Acuyo, Ancile







Poema para año nuevo, Francisco Acuyo, Ancile

PÁGINA WEB ANCILE Y JIZO EDICIONES

Traemos como noticia a nuestro blog Ancile la creación de la página Web Ancile (del poeta Francisco Acuyo), donde podrán encontrar los interesados buena parte de las referencias sobre su obra y bibliografía en la dirección de enlace Web Ancile.







Así mismo ponemos a disposición de los amigos del blog Ancile los datos de enlace de la página Web Jizo, de la editorial Jizo ediciones, donde podrán encontrar sus publicaciones más antiguas y las novedades. En ella obtendrán los datos para su contacto si fuere de su interés.








lunes, 30 de diciembre de 2013

FRANCISCO BASALLOTE EN LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA

Recogemos de la sección de poesía del blog de La noche en blanco de Granada los versos del poeta de Vejer de la Frontera (Cádiz) Francisco Basallote.
Enlace al blog de La noche en blanco de Granada

Hoy nos complace traer a nuestra sección habitual de poesía de La noche en blanco de Granada al poeta de Vejer de la Frontera (Cádiz), Francisco Basallote.




LOS VERSOS DE FRANCISCO BASALLOTE 
PARA LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA




 FRANCISCO BASALLOTE MUÑOZ, (Vejer de la Frontera, 1941), es ante todo un poeta solitario,   que casi siempre ha ejercido este oficio al margen de grupos y cenáculos. Su poesía está recogida en diversas Antologías de España y América. Con una extensa relación con el arte, ha sido Director del Proyecto Expositivo de Fundación Aparejadores. Con más de treinta libros de poesía publicados, entre ellos  destacan: Manuscrito de Cartuja,  En las Colinas de Bashir, Como nieve de Estío, Elemental memoria, Tiempo deshabitado,  De tan antigua presencia, Como agua sobre piedra, Derrotero de la Quimera,, Libreta del caminante, Calendario manuscrito, Cimera Encendida, En los senderos del bosque, Naturalezas muertas, Estirpe del azar, Sólo tiempo, Queda la luz, Solo queda la noche, En el corazón del signo, El círculo de barro... 

Tiene entre otros premios el Orippo, Noches del Baratillo, Baeza,  Ateneo Albacetense, Premio Andaluz Villa de Peligros, Antonio Machado, Internacional Odón Betanzos, Internacional Encina de la Cañada.,Ciudad de Ronda, Premio a la creación literaria Apolo y Baco, Nacional de Poesía “Paco Mollá”, Premio Juan Alcaide. Su obra Naturalezas muertas ha sido finalista del Premio de la Crítica Andaluza 2010. . Su obra está  en algunas antologías, como Poesía viva de Andalucía. Universidad de Guadalajara. México. 2006. El monte de la novia. Ed. Almuzara. Córdoba, 2008. Antología de haiku. Facultad de Derecho, Univ. de Castilla- La Mancha. Albacete, 2008. Antología Homenaje a la  Generación del 27. Ateneo de Sevilla, 2008 , El sol, los pájaros, Antología de haiku, Facultad de Derecho. Albacete, 2009  y otras. Es miembro de ACE y de la Asociación Andaluza de Críticos.

  

PRISMA DE LA LUZ




Prisma de la luz,
                                   la tarde,
en su cristal se rompe
la blancura,
                        la lluvia
de color multiplica
en rosas sus corolas,
tan cromática orgía
en lirios y alhelíes.

Bajo la parra
dormita,
                        azul,
                                    la sombra.



 BLANCA PIRÁMIDE




Blanca pirámide
de luz,
            el tejado de cal.
Tan vertical el sol
lame los bordes
del alero
                        y su filo
añil de sombra,
y como cascada
de luz
            sobre los muros
se precipita.

Tan blanca inundación del mediodía.



 CIERRAS LOS OJOS



Cierras los ojos
y ves la luz aquella,
el desnudo esplendor
del arco abierto
a la sorpresa
de su deslumbramiento,
la elipse de su curva
sobre la cal luciendo
candelas de blancura.

Cierro los ojos
y la memoria
                        me deslumbra.






 Francisco Basallote, de La sombra de Euclides, 2012



sábado, 28 de diciembre de 2013

POEMA SEMANAL 1

He configurado una nueva sección en nuestro blog Ancile titulada Poema semanal, en la que se irán publicando, en enlace con la Web Ancile (página personal de poeta Francisco Acuyo), un poema cada semana de los libros primeros, los cuales están ya agotados y resulta muy difícil encontrar ejemplares de los mismos. Han sido bastantes los amigos que me pedían ofrecer de algún modo relación de aquellos poemas que resultan casi ilocalizables en la actualidad, por lo que, siguiendo un orden cronológico, irán apareciendo simultáneamente en ambos lugares respectivamente enlazados.
Comenzamos con el libro La transfiguración de la Lira y el poema que abre dicho título, del ya lejano 1984.
Confiando que sirva de utilidad a los interesados en estas ediciones ya agotadas de mis poemas, queda aquí esta iniciativa con mi más sincera gratitud por tan benevolente disposición hacia mi modesta producción poética.




ELEGÍA BREVE



   Escogiendo del néctar el espejo
estaba, cuando (lágrima el reflejo
o estrellas tibias, o posible lava
trasudando) mostraba
de quien es tenue velo
la ya invisible frente
desvanecida y, aun evanescente.

   Aunque sueño deshace la corola,
intacta se dormía
donde la noche nace o muere el día:
Y abejas la amapola
en ruedo rumorosas al reposo,
aureola le ungían en revuelo
de los cálices puesto inordenados,
trémula, sí, del suelo
con gestos lamentándose alterados.

   Hacía lo indeciso de su vuelo
el ave, sin espuma, honesta nave.
La muerte del espejo
vigilante; ya cálido el olvido
la vida inscribe del proclive paso
–fuerza todo y rechazo–:

   Sus alas dejará, que no su nido
porque desvaneciese al roto instante,
vuelo el reflejo y vidrios el semblante.



Francisco Acuyo, de La transfiguración de la Lira, 1984









Poema semanal 1, Francisco Acuyo, Ancile.



LA POESÍA DE CARLOS NORBERTO CARBONE EN LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA

Del blog de La noche en blanco de Granada, traemos al poeta argentino Carlos Norberto Carbone y su versos para el blog Ancile.
Enlace al Blog de La noche en blanco de Granada


Hoy traemos a nuestro blog de La noche en blanco de Granada al poeta Argentino Carlos Norberto Carbone, en la sección habitual de poesía.






LA POESÍA DE CARLOS NORBERTO CARBONE
 PARA LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA








Carlos Norberto Carbone, nació en La Matanza, 1959 - Buenos Aires - Argentina.
 Libros publicados: año 1983, Poesías para decir presente - Ediciones Tiempo abierto,
 año 1984; La a del hombre, Ediciones Amaru,  año1989,  Antes que el viento se apague,  antología 6 poetas,  Ediciones Amaru, año 1997, De andenellegada de los hombres,  Ediciones Amaru, año 1986,  En la huella, lluvias y otras melancolías, Ediciones la
Sociedad de los poetas vivos, año 1999,  Variaciones sobre la noche y otras oscuridades, Ediciones la Sociedad de los poetas vivos, año 2004,  Bodegueros del diablo,  libro compartido con Pablo Marrero, Eco ediciones, año 2006, Seis son una jauría,  antología 6 poetas, Ediciones Marcha poética, año 2007,  Pasajeros del penúltimo tren , antología 2 poetas y 2 cuentistas, Eco Ediciones, año 2008, Doce ciudadanos + uno, Eco ediciones, año 2011, Áspid, Ediciones El mono armado, año 2013, Bordes y desbordes,  antología 16 poetas, Editorial Tersites, entre otros.



PERFUME






En la ciudad todo tiene tu perfume
inolvidable perfume de la más amada
perfume inmaculado de altas cumbres
infinitamente mágico
tu perfume en un campo abierto a las más maravillosa imaginación
es un candil torrentoso
es un frágil salto al vacío
hoy que todo huele a muerte
sangre más sangre
tu perfume es una salvación eterna
gracias a él aún la nariz se justifica ante el mundo
y después de él nada será igual para los mortales
en la ciudad
frágil ciudad
si se me permite
tu perfume es una salvaje manera de decir
no todo esta perdido
ni siquiera algo parecido
tu perfume es como amanecer dos veces.



 TANGO




 Ella me pidió que le enseñe a bailar el tango
 yo
 le vende los ojos
 le puse tacones negros de quince centímetros
 y la desnude

 Esa noche ella aprendió.





 CAZADORES




 El camarógrafo se acerca al león
 es encantador ver el entusiasmo por su toma
 cada vez más cerca de su presa.

 El poeta se acerca al poema
 es encantador ver el entusiasmo por sus palabras
 cada vez más cerca de su presa.

 El camarógrafo sigue al león.
 El poeta sigue al poema.

 El león merodea y de reojo mira
 su presa.

 El poema merodea y de reojo siente


 el calor de su presa.

El camarógrafo se queda sin aliento
cuando el león avanza sobre él.

 El poeta se queda sin aliento
 cuando el poema entra en él.

 El león salta sobre el camarógrafo.

 El poema salta sobre el poeta.

 El camarógrafo huye.
El poeta no.



 Carlos Norberto Carbone






jueves, 26 de diciembre de 2013

GENEALOGÍA DE LA MISOGINIA OCCIDENTAL: EL MITO DE PANDORA (Segunda Parte)

Ofrecemos la segunda parte del trabajo interesantísimo del profesor Tomás Moreno titulado Genealogía de la misogínia occidental: El mito de Pandora, en el que seguro encontrarán referencias de enorme interés en este ámbito de plena actualidad.


Genealogía de la misoginia occidental, el mito de Pandora, Ancile, Tomás Moreno




GENEALOGÍA DE LA MISOGINIA OCCIDENTAL: 
EL MITO DE PANDORA (Segunda Parte)




Genealogía de la misoginia occidental, el mito de Pandora, Ancile, Tomás Moreno

III. Misoginia hesiódica: la estirpe de las mujeres
La misoginia de este mito[1] se manifiesta ya desde el principio al denominar el poeta a Pandora, y a las mujeres en general -puesto que, según Hesíodo, de ella procede el género o estirpe de "femeninas mujeres", genos gunaikôn (Teogonía, 585-591)[2]- con epítetos tan equívocos o ambiguos como "mal amable" o "bello mal", kakón kalón (Teogonía, 585)[3]. O con otros, ya claramente insultantes, como "plaga" (pêma),  "engaño" efectivo e irresistible (dolos) o, en fin,  como "funesto regalo" enviado por Zeus a los hombres en contrapartida al robo de un bien, el fuego, que Prometeo había perpetrado en favor de ellos.
Genealogía de la misoginia occidental, el mito de Pandora, Ancile, Tomás Moreno
Gregorio Luri Medrano
            Gregorio Luri Medrano observa lo mucho que llamará la atención de los mitólogos posteriores este juego antonímico de conceptos que Hesíodo utiliza para describir a la mujer[4]. La mayoría de los expertos no duda en interpretarlo de forma inequívocamente misógina e infamante, propia de una sociedad patriarcal tan antifemenina como la griega arcaica.
            Mario Vegetti señala, por su parte, que el mito de Pandora atribuye a las mujeres el origen de todas nuestras desgracias, por ser fuente de todo mal[5]. En efecto, según el poema de Hesíodo, antes de que Pandora, la primera mujer, apareciera sobre la tierra, las tribus de hombres vivían "libres de males y exentas de la dura fatiga y las penosas enfermedades" (Trabajos, 90-94)[6]. Llega incluso a comparar a las mujeres -"ocupadas siempre en miserables o perniciosas tareas"- con los zánganos que "recogen en su vientre el esfuerzo ajeno" (Teogonía, 595-600) y alude a Pandora con expresiones tan peyorativas como ser "el espinoso e irresistible engaño" para los hombres (Trabajos, 84), afirmando que será la perdición para todos "cuantos se alimentan de pan".
            Otro de los males que Pandora procuró a la humanidad a cambio de su "aparente bien" fue el representado por el matrimonio, que comporta para los hombres ese gran dilema que supone: casarse, para tener un beneficio –los hijos- y aceptar por ello un mal, la propia mujer, o no hacerlo, y carecer entonces del
Genealogía de la misoginia occidental, el mito de Pandora, Ancile, Tomás Moreno
Jean Pierre Vernant
bien de la descendencia y de su protección en la vejez, quedando, además,  sus bienes y hacienda en poder de sus parientes (Teogonía, 602-612). En definitiva, Pandora y toda la estirpe de mujeres  que de ella proceden son, según Hesíodo, una
"gran calamidad para los mortales"  puesto que conviven con ellos "sin conformarse con la funesta penuria, sino con la saciedad"  (Teogonía, 592-593).
            Jean-Pierre Vernant[7] no es más indulgente con Pandora, aunque reconozca su ambivalencia: adornada por Afrodita con un rostro (caris) de irresistible belleza, dotada por Hermes de un espíritu engañoso y de una lengua de falsedad, introduce en el mundo una especie de ambigüedad fundamental y entrega la vida humana a la mezcla y el contraste. Así Pandora es un mal, pero un “mal amable”, un “dulce mal”, la contrapartida y el reverso de un bien; es un simulacro, un engaño (dolos) -el engaño hecho mujer- resultado de un fraude o añagaza (apaté), pero se manifiesta, sin embargo, bajo la máscara de la seducción y de la amistad (filotes).
            Los hombres, seducidos por su belleza, rodearon de amor esta "peste" que les ha sido enviada, que no pueden soportar, pero de la que no podrán prescindir tampoco. Su  contraria y, al tiempo, su compañera, Pandora simboliza, en su duplicidad, una condición humana en la que los males -los Algea de las enfermedades, el Ponos o la pobreza, la Geras o la vejez- tienen de ahora en adelante su puesto al lado de los bienes, inextricablemente mezclados a ellos. La abundancia implica en adelante la pobreza; la juventud, la vejez; la justicia (Diké), la lucha (Eris). En ella el bien y el mal se asocian como las dos caras de una misma moneda.
            Hesíodo vincula claramente la creación de la primera mujer, la aparición de los males y la necesidad de una continua emulación en la labor agrícola. El vientre de la mujer corresponde al vientre de la tierra: ninguno de los dos da frutos espontáneamente, sino sólo a través del trabajo. La mujer es presentada en diversos pasajes como un vientre hambriento que engulle todos los alimentos que el hombre con fatiga, trabajando la tierra, hace germinar del suelo[8]. Su ambición apremia al hombre al trabajo, utiliza sus fuerzas
Genealogía de la misoginia occidental, el mito de Pandora, Ancile, Tomás Moreno
Hesiodo
y "le va requemando sin antorcha" (Trabajos, 705). Pandora, o la mujer, representa para el hombre una doble y onerosa carga por cuanto le exige un enorme esfuerzo (que lo envejece y enferma) para satisfacer sus dos necesidades básicas: alimenticias y sexuales[9].
            De cualquier forma, es innegable que Hesíodo nos ofrece una visión claramente negativa del papel de la mujer en la sociedad, lo cual encaja bien en el contexto global de su época y de su cultura[10]. En efecto, el hecho de imputar a la mujer prototípica esa especie de "pecado original" servía, explica Luis Alberto de Cuenca, para fundamentar el abanico de características que la cultura helénica quiso considerar como prerrogativas femeninas: la vanidad, la perfidia y la irreflexión:
Semejante concepción era el reflejo de la organización social de la antigua Grecia, análoga, por lo demás, a una gran parte de las sociedades arcaicas, en las que se margina a la mujer y se distingue de manera muy rígida entre labores masculinas y femeninas. El hombre griego acaparaba la actividad bélica, y, por supuesto, la política; la vida de la mujer griega transcurría –excepto en Esparta- entre las paredes del hogar, y el hecho de haber sido relegada al espacio de la casa encuentra su fundamentación mítica precisamente en el error de la primera mujer, Pandora, la cual, a causa de su necedad, trajo a los hombres los sufrimientos y la muerte. Así se explicaban en la antigua Grecia las limitaciones femeninas[11].
               
IV. La Esperanza como un mal
El mito de Prometeo -al que va asociado el de Pandora- es un mito de origen, un mito civilizador, y por ello es también una reflexión acerca del sentido de la historia y de la técnica. Sin duda Zeus trataba de exterminar al género humano (como el Dios genesíaco del Diluvio), y a este fin le niega el fuego (símbolo de la civilización técnica), sin el cual no le hubiera sido posible subsistir. Gracias al ardid de Prometeo, el género humano encuentra la ayuda de su subsistencia (como en el Génesis se perpetúa gracias a Noah o Noé, que le deja también como bien cultural el vino).
            Originalmente, recordemos lo que cuenta el mito, los hombres carecían de trabajos y enfermedades que pudieran traerles la muerte y no había males sobre la tierra, pues todos los había encerrado Ares en un gran píthos (tinaja, vaso)[12]. De no ser por la alocada  acción de Pandora los hombres no habrían abandonado esa especie de Edén o de edad de oro. Pero Pandora no pudo resistir la tentación y destapó el recipiente, del cual se escaparon todas las calamidades que, desde entonces, afectan a los humanos, y sólo Elpís (Esperanza) quedó dentro del vaso, pues antes de que saliera ya lo había vuelto a tapar Pandora por
Genealogía de la misoginia occidental, el mito de Pandora, Ancile, Tomás Moreno
Luis Alberto de Cuenca
decreto de Zeus, que también privó de voz a las calamidades para que los humanos no pudieran esquivarlas.
            Se ha discutido mucho entre los mitólogos[13] sobre  la función y el significado de la "esperanza" entre esos males o calamidades, y se han aventurado toda clase de hipótesis más o menos alambicadas: no se entiende por qué dentro de la tinaja de los males estaba encerrada también la esperanza, que tradicionalmente es tenida por un bien. Los propios griegos ya percibieron la incongruencia y, en época tardía, introdujeron algunas variantes destinadas a hacer coherente el relato, como se constata en la fábula 58 de Babrio. Se propuso entonces que la tinaja estaba en realidad llena de bienes -la esperanza sería uno más entre ellos- y que cuando el hombre genérico (y no la mujer en concreto, en esta otra versión) levantó la tapadera escaparon del recipiente y volaron hasta el cielo, perdiéndose así para los hombres, a los que sólo quedó uno de ellos: la esperanza[14].
            Sea como fuere, lo cierto es que a partir de este momento el hombre toma conciencia de su existencia como inquietud o, en términos hesiódicos, descubre la necesidad de cuidar tanto de sí mismo (meletâis bíou) como de lo que le atañe (memelóta erga). Sabe por primera vez que no dispone a su antojo de las riendas de su propia vida, que vive en un tiempo en que el futuro es, siempre, incierto e indefinido. Sin embargo cuenta con la esperanza, que va a permitirle un cierto margen de confianza en el porvenir. La elpís griega es ciertamente, en expresión de G. Luri Medrano, la esperanza del hombre activo que, mientras actúa, está negando la muerte y tramando una biografía. La esperanza hesiódica es más un inevitable (y, si se quiere, fatal) fármaco existencial que un consuelo allendista[15].
Genealogía de la misoginia occidental, el mito de Pandora, Ancile, Tomás Moreno            En este sentido, la interpretación que a Luis Cencillo le parece más plausible y verosímil por ser la más profunda, es la que concibe esta esperanza como una suerte de confianza en el futuro, base del progreso técnico, que en combinación con el “fuego”, robado por Prometeo, estimula al género humano a seguir su tarea cultural y civilizatoria. Sería, pues, también como el fuego, un bien ambiguo, ya que esa ilusión de progreso técnico si bien mantendría al hombre tenso para la vida,  también le sometería a nuevos males de lucha, de competición y de servidumbre fabril. De esta esperanza y de este fuego procedería toda la historia de la cultura humana[16].
            En parecidos términos se manifiesta en su valoración de la esperanza hesiódica Hermann Türck[17], para quien el hombre prometéico se nos presenta como creador y previsor, y su esperanza fundamentada en su propio esfuerzo y no en una graciosa concesión divina. Un hombre que se entrega decididamente a la reflexión, que busca, infatigable, la verdad, crea sistemas de pensamiento, cultiva las artes y la técnica para dominar la naturaleza y dar firmeza a su propia existencia y a su futuro, afrontando peligros, penalidades y hasta la muerte misma en el cumplimiento de su proyecto emancipatorio.
            Frente a él, Pandora, por la que se siente subyugado, con sus ardides arteros y su gracia femenina, será un obstáculo interpuesto en el proyecto civilizador y de progreso del hombre, apartándolo de tan nobles cometidos. La mujer es, en consecuencia, para el varón el mal radical, la causa que frustra el espíritu emprendedor del hombre, el “espinoso engaño” que lo desvía de su destino porque, desgraciadamente, para el poeta arcaico griego los hombres apetecen y aman lo que les pierde. 

                                                                                                                                Tomás Moreno




[1] Sobre la misoginia de Hesíodo véanse: J. Rudhardt, Pandora: Hésiode et les femmes, MH 43, (1986), 231-246; P. Lévêque, Pandora ou la terrifiante féminité, Kernos I (1988), 49-62.
[2] Nicole Loraux traduce esta expresión por “estirpe o raza de las mujeres”, para enfatizar que no es precursora de toda la humanidad, sino sólo de las mujeres, excluyéndolas así de ella. Cf. Nicole Loraux, Les enfants d’Athéna: idees atenienses sur la citoyenneté et la división des sexes, París, Máspero, 1981, p. 119.
[3] Las traducciones de la expresión con la que Hesíodo califica a Pandora (kakón kalón) también varían, lógicamente, entre los distintos traductores y comentaristas: bello mal, hermoso mal, dulce mal, mal amable.
[4] En nota a pie de página G. Luri Medrano añade cómo fue traducido el vocablo por los distintos comentaristas antiguos: Nono (Dionisíacas VII, 58) califica al género femenino de glykerón kakón (dulce mal) y Gregorio Nazianceno (Adversus mulieres) lo define como terpolé oloé (delicia funesta). Euforión de Calcis (II, 1) juega de esta manera con la ambigüedad hesiódica: Dadora de males (kakódoros), Pandora, voluntario pesar para los hombres. Cf. Luri Medrano, op. cit., pp. 58-60.
[5] Mario Vegetti, Los orígenes de la racionalidad científica. El escalpelo y la pluma, Península, Barcelona, 1981,  p. 157.
[6] Ibíd. Así describe Vegetti ese hipotético Edén hesiódico originario: "Primitivamente los hombres vivían sin trabajar en una abundancia tal que no tenían ocasión de envidiarse los unos a los otros, ni necesidad de rivalizar en el trabajo agrícola, para ser ricos. Pero Prometeo ha querido engañar a Zeus y dar a los hombres más de lo que ellos tenían derecho. Por tan astuto que el titán haya podido ser, su apaté (fraude, engaño) se revuelve finalmente contra él. Al arrastrar a toda la humanidad en la desgracia, Prometeo es cogido en la trampa que él había tendido. Zeus da a su venganza la forma de un ambiguo regalo, espinoso pero atractivo e irresistible que encerraba bajo un aparente bien un mal pernicioso: Pandora -la mujer- el bello, amable y dulce mal".
[7] Mito y pensamiento en la Grecia antigua, Ariel, Barcelona, 1973, pp. 60-63.
[8] Las similitudes entre en "vientre de la tierra" y el "vientre de la mujer" han sido estudiadas por W. K. Gutthrie en In the Beginning. Some greek views on the origins of life and the early state of man, Londres, 1957.
[9] Cfr. Froma I. Zeitlin, "The economics of Hesiod's Pandora, en E. D. Reeder, Pandora. Women in Classical Grece, Baltimore, 1995, pp. 49-56.
[10] J. Rudhart, en Pandora: Hésiode et les femmes, Museum Helveticum 43, 231-246, 1986 intenta, infructuosamente, rechazar la misoginia hesiódica destacando que la crítica del poeta beocio se reparte por igual entre Pandora y Epimeteo, pero es que, según Lucas de Dios, la visión negativa de Pandora es genérica, mientras que la de Epimeteo es individual.
[11] El Héroe y sus máscaras, op. cit., p 45. Para la misoginia en Grecia, véanse: Mercedes Madrid, La misoginia en Grecia, Cátedra, Madrid, 1999; Ana Iriarte, Las Redes del enigma. Voces femeninas en el pensamiento griego, Madrid, Taurus, 1990; Claude Mossé, La mujer en la Grecia clásica, Nerea, Madrid, 1990; Nicole Loraux, Les experiences de Tiresias. Le féminin et l’homme grec, París, Gallimard, 1989. 
[12] Del tipo de los grandes recipientes conservados en los graneros y bodegas del palacio de Knossós.
[13] Cf.. Hesiod, recopilación de estudios sobre este autor en la serie Wege der Forschung, Darmstadt, 1966, citado en Luis Cencillo, op cit, p. 215.
[14] Según Schopenhauer, esta versión reflejaba el sentido original del mito, luego cambiado por Hesíodo.
[15] Prometeos…, op. cit, p. 61.
[16] Mito. Semántica y realidad, op. cit., p. 216.
[17] Hermann Türck, Pandora und Eva, op. cit., p. 18 y ss. 



Genealogía de la misoginia occidental, el mito de Pandora, Ancile, Tomás Moreno

miércoles, 25 de diciembre de 2013

FERNANDO SABIDO EN LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA


Del blog de La noche en blanco de Granada, para la sección del blog Ancile dedicada a la poesía en ese evento, presentamos los versos del poeta Fernando Sabido.
Enlace al blog de La noche en blanco de Granada


Traemos a nuestras páginas del blog de La noche en blanco de Granada los versos del poeta Fernando Sabido.





LOS VERSOS DE FERNANDO SABIDO
EN LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA









Poeta y pintor abstracto, nació el 28 de agosto de 1950, en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba, España). Como Editor está publicando las Antologías de la Poesía Universal (10.500 poetas a hoy)  y la Antología de Poetas Andaluces (1.900 Poetas a hoy)
-Sus poemas han sido traducidos al Inglés, Italiano, Francés, Croata, Portugués, Hebreo, Búlgaro, Rumano, Catalán. Su obra está incluida en antologías poéticas, revistas y páginas web de todo el mundo.
Ha publicado los siguientes poemarios:
"El paso del tiempo" (Incipit Editores, 2007)  "Las diosas esconden su sexo detrás de la luna", (Editorial CasaEolo, 2009) , "Vivencias, ficciones y algún matiz utópico” (Editorial Libro Virtual.org.,2009), "La muerte siempre culmina su trabajo (Editorial CasaEolo, 2011), “España, Monarquía Católica Bananera, Sociedad Limitada, Unaria Ediciones, 2013), “La Eternidad – Vjecnost, Mi poesía traducida al croata” (Colección Carmina in minima re n º 13, 2012) y “Antología 50 poetas de Castilla León, (Editorial Hontanar, 2012) 




CHANTAJE




Me han despertado de un sueño
y vuelve el vértigo
La realidad es una gran mentira
y tengo la certeza que todos mis días
han sido ya usados por otros individuos,
los mismos que hoy me niegan
la procreación

Esa es la verdad,
recuerdo a una mujer agazapada
en un rincón de la casa
que me hablaba apasionadamente,
en la habitación hacía frío
y un espejo mostraba mi desnudo
con el sexo totalmente amputado
De repente no quise saber los motivos
y hasta la muerte renunció a su designio

Encarnar el chantaje más ilegítimo
de nuestra existencia



(La muerte siempre culmina su trabajo, 2011),





SUICIDA RESIGNACIÓN DE LOS ESPAÑOLES





Las ovejas en sus rediles balitan sumisas,
mientras el trabajo sucio se ha encomendado
a los perros por un lobo que siempre permanecerá
a la expectativa y distante

Hay perros al frente de Bancos e inversiones,
perros que ladran desde los Consejos de Ministros,
perros especializados en el tráfico de drogas,
perros de presa violadores y asesinos,
perros encargados de fabricar armas y balas,
perros sátrapas ladrando homilías desde las iglesias
perros jueces, perros verdugos, perros policía…

No he olvidado al lobo, terminará devorando
a las ovejas cuando los perros concluyan la esquila



(España, Monarquía Católica Bananera, Sociedad Limitada, 2013)




TU TERNURA PLANEA SOBRE LA CONVULSIÓN





Te posee un corazón tallado en el diamante
de la fidelidad, unos ojos enlutados por la espera
mirando al mar, al amor que viaja desde lejos
para no llegar nunca a tu isla de Ítaca
En la intimidad, el placer solitario escupe lava
y mancha de ceniza tu vientre recostado
en los sueños, fiel bajo la prodigiosa torre de marfil,
tejiendo y destejiendo secretos en los pechos vírgenes
de las mareas, guardando las palabras como un tesoro
al abrigo de hipócritas deseos, de todos
los cuchillos sangrientos del machismo que ansiaron
sólo atravesar tu cuerpo

Testifico tu ternura que planea vencedora sobre
convulsas y aún cercanas fiebres, Penélope que grita
mientras siente las caricias del viento en las entrañas
despreciando el llanto helado, el sollozo del designio,
para asaltar sin miedos ni silencios la libertad



(Las diosas esconden su sexo detrás de la luna, 2009)



Fernando Sabido