EDUARDO CHIRINOS, HOMENAJE
TARDE EN EL LAGO TRASIMENO
Aquí, donde tú y yo tomamos sol y nos
bañamos, hubo hace siglos una batalla
muy sangrienta. Aquí, donde los bañistas
se reponen de su jornada de trabajo y los
niños corretean desnudos sin que a nadie
le importe, pelearon y murieron cientos
de soldados por una causa que en verdad
ignoro. Hay una heladería muy buena
que se llama “Aníbal”, presumo entonces
que un lado fue cartaginés y el otro romano.
Pero Aníbal era cartaginés (y por lo tanto
el enemigo), ¿por qué el recuerdo de una
heladería? Nobleza italiana, supongo.
Frente a la costa hay dos islotes. En uno de
ellos (la guía no nos dice cuál) san Francisco
ayunó, rezó y conversó con el Señor y los
demonios. Aquí, donde hace siglos lucharon
y murieron cientos de soldados, Francisco
renunció a su sayal y nadó estilo mariposa
hasta el islote donde el Señor lo esperaba.
Aquí, donde tú y yo tomamos sol y nos
bañamos, hay un montón de historias. Y una
heladería muy buena que se llama “Aníbal”.
Eduardo Chirinos
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