LA REALIDAD Y LA
LÓGICA
(MATEMÁTICA Y POÉTICA)
(MATEMÁTICA Y POÉTICA)
¿Cuándo decimos -lógicamente- que
un ente existe en realidad? Apreciamos la realidad de cualquier objeto cuando
lo apercibimos sensorialmente. Nadie duda la materialidad y entidad del mismo
una vez tocado, visto… y medido en sus extensiones y cualidades. Mas, ¿cómo
apercibimos la supuesta realidad de un ente lógico, y sobre todo, cómo sabemos
que entidad se manifiesta de manera independiente de nuestras suposiciones
lógicas? Se ha puesto gran énfasis en distinguir que una cosa era definir
dichos entes y cosa bien distinta era crearlos.
Al
margen de la concepción clásica y nominalista de dichos objetos lógicos
(cuestión ya avisada en anterior entrada),[1]
es muy recomendable distinguir entre lo que lingüísticamente supone (el número,
por ejemplo) y su realidad ontológica, sobre todo porque aquellas entidades
abstractas son perfectamente susceptibles de existir y persistir en el contexto
espacio temporal de la existencia. Todo parecía indicar que la abstracción
matemática (y poética, veremos), coexisten y viven de manera inseparable en el
dominio de la matemática (y de la poesía), aun reconociendo que hay evidencias
y certezas matemáticas que diríanse provenir de otra dimensión bien distinta a
la realidad No en vano será los dioses quienes quienes
son los primeros en plantear las cuestiones matemáticas (Esquilo),[2]
y así mismo las divinidades las que dictan los versos al poeta elegido. Esta
transmisión trascendente del número y del verso está intrínsecamente integrado
en la naturaleza y obedece a unas leyes matemáticas (y poéticas).
Las
relaciones entre número y figura (geométrica), verso e idea motivadora del
poema, se hallan imbricados en las magnitudes que solo acaban siendo resolubles
a través de ecuaciones y proposiciones que tienen que afrontar la realidad de
lo finito, mas también de lo inconmensurable. Así pues, con Platón, debemos
reconocer que la matemática (y la poesía, cuestión esta última más
controvertida por el filósofo), sirven para facilitar la radical conversión del alma desde el mundo del devenir al de la
verdad y el ser.[3]
Será, en fin, la analogízen) analogía
la que establezca la relación entre la diversas cosas y las traiga al mundo
espacio temporal de nuestra realidad existencial.
De
la manera en la que el alma (la psique) piense (e intuya y sienta) el número (y
el verso) para conectarla a las
diferentes percepciones de las que es capaz el alma, será cuestión que
debatiremos en la siguiente entrada de este blog.
Francisco Acuyo
No hay comentarios:
Publicar un comentario