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jueves, 26 de diciembre de 2019

EL SUEÑO DE LA POESÍA


 Traemos para la sección, Pensamiento, del blog Ancile, una nueva entrada, que lleva por título: El sueño de la poesía.







 EL SUEÑO DE LA POESÍA




El sueño de la poesía. Francisco Acuyo






El sueño puede considerarse una analogía fascinante del discurso poético. En él, como en la poesía,  vemos reflejado el fuego de la creación libre de las angustiosas y lacerantes heridas de la razón, de la ansiedad enajenadora de la lógica que no acaba de dar sentido a la vida, de la muerte, que en realidad no es nada porque está fuera de la razón y de la conciencia misma
.
                El sueño poético tiene que mucho que ver con la integración a la que propende el discurso poético en tanto que toda su simbología no es sino una metafísica total que quiere imbuirnos más allá de la razón en los arcanos más profundos del universo mismo. ¿Qué hace si no el poeta cuando dice: Dio lo sa, che a me pare presuntuoso a giudicare[1], sino reconocer los límites de la conciencia y la razón, para adentrarse, no obstante, en ellos?

Nada más lejos de la realidad que la inconsistencia de lo onírico. Prolija y antigua es la tradición (divina o demoníaca) de los sueños en la humanidad. Así mismo el somnium (habida cuenta de las diferentes clasificaciones de sueños existentes desde muy antiguo)[2] es vehículo proverbial de revelación de aquello que permanece oculto a la luz de la razón. En cualquier caso, nunca están exentos de sentido. La poesía muestra en su singular traslación de pensamientos, sensaciones, sentimientos, intuiciones… un carácter analógico al del mismo sueño y su proceso de interpretación. Acaso el sueño,  como el poema genuino, a la búsqueda de lo medible y razonado, aparece para el intérprete discreto desconfiado de su realidad intrínseca supuestamente manifiesta en virtud de esas exégesis analíticas y comparativas que son preponderantes en el estudio interpretativo de cualquier texto. En verdad, ese poema subido, altamente inspirado, rezuma de lo más cercano a lo ininterpretable y que además, está íntimamente relacionado con la esencia poética, a saber: la poiesis (la creación), y no es otra cosa que la nada, la cual impregna y llena es espíritu verdaderamente creativo. Es pues el sueño, como la poesía, la metáfora certera de la plenitud creativa y del ser pleno.
El sueño de la poesía. Francisco Acuyo

Decíamos que la poesía podía ofrecerse como una manifestación poderosa de volver al origen[3], como acaso sucede con el sueño. Muchos concuerdan en que la poesía y muchos sueños pueden ser un deliro divino; y es que esa visio nocturna puede trascender la imagen (convencional)  misma para ser lo uno indescriptible y, por tanto, para ser visio spiritualis. Esto sería en casos extremos y evidentes de poesía denominada mística. Sin embargo, nos parece que la poesía con pulso discursivo seguro y sereno, por muy ordinaria que pareciese en temática y desarrollo, cuando verdadera, y por muy  fácil de dicción que parezca, comparte esos rasgos fundamentales del sueño visionario y unitivo.

Imágenes no convencionales, decíamos,  sino visionarias, simbólicas serán las que pueblan (con el sueño mántico) la verdadera poesía. No sería exagerado afirmar que muchos poetas en su arrobo poético pierden conciencia de sí y del pensamiento en favor de imágenes. Símbolos, formas…  que se configuran como un sueño que, en no pocos caso, puede identificarse como una mors mystica o iniciática de transfiguración[4] para acceder al ámbito de lo genuinamente creador y  poético. Puede inferirse incluso en no pocos auténticos creadores que en su poesía, la vida vigilante y consciente no adquiere su verdadero y profundo significado sino del sueño (poético).

Más adelante daremos nuevas y variadas nociones sobre esta interesante relación entre sueño y poesía en post del blog Ancile.


Francisco Acuyo



[1] Dante, A.: Dios sabe que juzgar me parece presuntuoso.
[2] Visiones, sueños, oráculos, alucinaciones…
[3] Acuyo, F.: Ancile, Poesía, pensamiento salvaje;
[4] Así lo denominaba en mi primer libro de poemas, La transfiguración de la lira.


El sueño de la poesía. Francisco Acuyo


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