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miércoles, 28 de julio de 2021

DON CARNAL Y DOÑA CUARESMA Y OTRAS HISTORIAS DEL ARCIPRESTE, EN VERSIÓN DE JUAN RAMÓN TORREGROSA

 Traemos para la sección Editoriales amigas del blog Ancile, una entrada especialmente hermosa y a  un tiempo divertida, llevamos a nuestro blog la versión de poemas y obra de  (El libro de buen amor y otros poemas) del imprescindible Arcipreste de Hita, en versión singular y preciosa de nuestro amigo, poeta y profesor Juan Ramón Torregrosa, editada para la ocasión por la editorial Iglú, en su colección Clásicos 12 +, y que lleva por título Don Carnal y Doña Cuaresma y otras historias del Arcipreste. Edición que recomendamos para infantes, jóvenes y público en general, amantes todos de la buena literatura. Esta versión, que no se adapta a otras más modernas inscritas en cuaderna vía y prosa, obtiene un resultado vívido, alegre, exquisito, más adaptado a las preferencias del que versiona (no olvidemos que es un selecto poeta) y que hará las delicias de sus lectores, y todo acompañado de bellas ilustraciones de la obra de Peter Brueghel el viejo (portada) u otras extraídas de códices medievales. Hacemos una selección de algunos de los textos para disfrute de nuestros incondicionales, reiterando nuestra recomendación para adquirirlo.


DON CARNAL Y DOÑA CUARESMA

Y

OTRAS HISTORIAS DEL ARCIPRESTE




Don Carnal y Doña Cuaresma y otras historias del Arcipreste

PROPÓSITO

DEL LIBRO DE BUEN AMOR

 

 

 

En el siglo catorce,

en Hita destinado,

un risueño Arcipreste,

Juan Ruiz tal vez llamado,

fizo un largo poema,

por todos muy loado,

Libro de Buen Amor

años después nombrado.

 

A Dios Padre y al Hijo

 y al Espíritu Santo

les pide que iluminen

con la gracia su canto,

 

y pueda así rimar

un libro con encanto

que los cuerpos alegre,

las almas otro tanto.

 

Promete no mentir,

pues lo que va a contar

en versos bien compuestos

y fermoso trovar,

para que todos puedan

con placer escuchar,

es lo que la gente hace

y vemos sin parar.

 

No se trata de un libro

necio de devaneo;

alejarnos del loco

amor es su deseo.

 Igual que un buen dinero

 se guarda en vil correo,

así, en un feo libro

se halla saber no feo.

 

Otros ejemplos pone,

con tino, el Arcipreste,

pues quiere que su libro

a errores no se preste.

Entre espinas se oculta

la noble rosa agreste,

así, bajo la burla,

el Buen Amor celeste.

 

 

 

Don Carnal y Doña Cuaresma y otras historias del Arcipreste

 

 

EL ARCIPRESTE Y LAS MUJERES

 

I

De cómo humanos y animales, por naturaleza,

 desean la compañía del sexo contrario.

 

Aristóteles dice

que por dos cosas

todos los seres vivos

luchan e imploran.

 

Una es por el sustento

y lo segundo

por haber descendencia

para el futuro.

 

Cuando llega el buen tiempo,

en primavera,

los animales buscan

a su pareja.

 

El hombre y la mujer,

con gran deleite,

sin control ni medida

siempre que pueden.

 

Como todos los hombres

el Arcipreste,

libre del Loco amor

vivir no puede.

 

Así, por ser humano

y pecador,

por las mujeres siente

un gran amor.

 

Probar todas las cosas

puede ser bueno

si después lo mejor

coger sabemos.



Don Carnal y Doña Cuaresma y otras historias del Arcipreste


DON MELÓN Y DOÑA ENDRINA

Y LA VIEJA TROTACONVENTOS

 

I

Don Melón enamorado

 

Como cuenta el Arcipreste

que fue de Hita, y así nombran,

don Melón, perdido el seso,

flaco, a doña Endrina adora.

 

Viuda en plena juventud

y de don Melón vecina,

es su muerte y su salud,

por ella pierde la vida.

 

Lozana y de alto linaje,

cortés, graciosa y muy rica,

apenas sale de casa,

su madre guarda y vigila.

 

Cuando don Melón la ve

aún crece más su herida,

no puede ocultar su daño,

para sí exclama y suspira:

 

 “¡Ay, Dios, cuán fermosa viene

doña Endrina por la plaza!

¡Ay, qué talle, qué donaire,

qué alto cuello de garza!

 

¡Qué cabellos, qué boquita,

qué color, qué buenandanza!

Con saetas de amor hiere

cuando los sus ojos alza!”

 

Unas palabras de amor

decirle tiene pensado,

con tanta gente en la plaza

por otras las ha cambiado:

 

“Allá en Toledo casarme

con una rica doncella

querían unos parientes,

mas esta fue mi respuesta:

 

que mi cuerpo no sería

de nadie más que de aquella

que ya mi corazón tiene

y me hace morir de pena.”

 

Cuando todos se han marchado

y están solos en la plaza,

don Melón a doña Endrina

sus quejas de amor declara:

 

“En el mundo non hay cosa

que yo ame si no es a vos.

Dos años son ya pasados

que peno por vuestro amor.

 

Ni me suelta ni se aleja,

ni sé vivir sin él yo;

por vos sufro, peno y muero

y os adoro más que a Dios.

 

Otra razón no se atreve

a exponer mi corazón

hasta que de vuestros labios

tenga yo contestación.”

 

Doña Endrina, con enfado,

de este modo respondió:

“Vuestros dichos y palabras

no los aprecio un piñón.

 

A engañar a otras Endrinas

podéis iros sin temor,

que escarmentada me tengo

en cabeza ajena yo”.

 

“No todos somos iguales

ni los dedos a la par;

los justos por pecadores

suelen a veces pagar.

 

Ante Dios juro, señora,

que solo digo verdad.

Si no me creéis, conmigo

otro día vos quedad.

 

Mis razones os diré

y yo de vos sabré más;

si hombres y mujeres hablan

crece mucho la amistad.”

 

“Honra es, dice doña Endrina,

con cordura conversar,

pero estar sola con hombre

la mujer no debe estar;

 

si lo hiciere, mala fama

entre la gente criará;

ante testigos podemos

sin temor alguno hablar.”

 

Don Melón, con tal promesa,

ve colmado su deseo,

mas otro allí solicita

a doña Endrina con miedo:

 

“Señora, yo sólo os pido

que cuando juntos estemos,

si hubiese tiempo y lugar,

vos y yo nos abracemos.”

 

Doña Endrina le responde:

“Lo que pedís no concedo,

puesto que es cosa probada

que los hombres, con sus besos,

 

a las mujeres engañan;

esto tenedlo por cierto,

que no hay dama que resista

con tan grande encendimiento.”




Don Carnal y Doña Cuaresma y otras historias del Arcipreste


DE DON CARNAL Y DOÑA CUARESMA

 

 

 

En su libro llamado

de Buen Amor

el Arcipreste de Hita,

con fino humor

 

y deleite para ojos

y paladar,

la lucha que cada año

tiene lugar

 

entre doña Cuaresma,

ética y flaca,

y el grueso don Carnal

con sus mesnadas,

 

a todos nos presenta

con gran detalle,

al tiempo que parodia

serios combates.

 

En lenguaje más simple

y cortos versos

esta jovial historia

yo aquí te ofrezco.

 

Espero que te guste,

y si así fuere,

el Arcipreste de Hita

te lo agradece.

 

En su Libro hallarás

otras historias

igual de divertidas

y tan sabrosas.

 


Versión de Juan Ramón Torregrosa

 



Don Carnal y Doña Cuaresma y otras historias del Arcipreste




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