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viernes, 8 de marzo de 2024

DE LAS COSAS MEDIBLES E INASIBLES EN EL ARTE

Para la sección de Ciencia del blog Ancile, traemos un nuevo post que lleva por título: De las cosas medibles e inasibles en el arte, a propósito de las temáticas anteriormente expuestas sobre la IA y la creación artística.


DE LAS COSAS MEDIBLES  

E INASIBLES EN EL ARTE

 

De las cosas medibles e inasibles en el arte, Francisco Acuyo

Mucho se ha hablado de las cosas medibles en el arte: en música, en pintura, en poesía… Proporción áurea, ritmos métricos silábicos o de pie métrico,  escalas musicales y un largo etcétera de proporciones, objetos y medidas varias para entender las estructuras y la dinámica de los elementos que componen el ente artístico. El algoritmo ha sido acaso el último de ellos.

                Sobre estos componentes matemáticos se ha especulado grandemente, incluso hasta la creación de lo que se ha venido a denominar como redes creativas antagónicas, las cuales intentan generar obras de arte mediante el procedimiento de estos potentes algoritmos. Fue en 2018, cuando la galería Christie’s vendió una obra creada por un algoritmo de estas singulares características.

                Pero, ¿en realidad al proceso de generación de datos compilado a través del reconocimiento de miles obras a lo largo de la historia del arte, puede denominarse creación? Sus creadores lo defienden diciendo que este algoritmo es capaz de desarrollar un modelo evolutivo, cuyas redes antagónicas que lo componen puede llevarnos a territorios inexplorados en el mismo corazón del arte. Incluso que, el programador acabará perdiendo la pista de lo que dcho algoritmo es capaz de acabar generando.

De las cosas medibles e inasibles en el arte, Francisco Acuyo
                Diríase que estos algoritmos vislumbran dominios nunca vistos porque son o están cualificados no solo para procesar y calcular (en el caso de la pintura) nuevas ideas plásticas e imágenes diversas, sino que pueden generar otras nuevas. ¿Significa esto que el algoritmo toma decisiones? Y si las toma, ¿por qué las toma en una u otra determinada dirección? ¿Tiene, en fin, intencionalidad en la generación de
imágenes, sonidos, o lo que fuere, según el arte que pretende emular?

                La tenebrosa posibilidad de que estos algoritmos puedan tener ideas propias, acaso sea lo que ha despertado toda esta suerte de conjeturas sobre la sustitución por superación inevitable de la IA, a la inteligencia o conciencia natural.

                Que las matemáticas, para muchos de sus practicantes y creadores, sea un arte extremadamente peculiar, pues como aquel no puede desvincularse de la intuición y de la sensación estética,[1] hace que muchos de estos profesionales de esta disciplina científica, se confiesen como competentes para pintar con ideas.[2] No obstante, y al albur de la aparición de estos excepcionales algoritmos, le invadió el vértigo de que acaso también su profesión acabe por extinguirse, sustituida por las máquinas de demostración y creación de teoremas.

                Visto y entendido lo anteriormente expuesto, cabe una interrogación que a mí me parece de capital importancia: ¿puede un algoritmo no solo percibir sino entender las cualidades de la percepción? Esta cuestión no es baladí, porque a través de ella llegaremos a un punto fundamental: ¿son conscientes de sí mismos y de lo que les rodea estos algoritmos sujetos a una máquina de proceso de datos? Nos lleva, de manera inmediata, a preguntarnos si el mundo material es real por sí mismo, fuera de toda conciencia, ¿puede advertir esta realidad el ingenio que maneja aquellos algoritmos? Y, si por el contrario, la conciencia forma parte necesaria de lo que la realidad sea, ¿puede el algoritmo advertir esa conciencia como suya y caer en la cuenta de que la realidad forma parte de sí mismo?

                Interrogantes complejas y profundas que deben hacernos meditar sobre la estructura de la realidad del ingenio informático y sobre nuestras propias capacidades de reconocimiento del mundo a través del mismo. Seguiremos en próximos post tratando de dar cuenta y respuesta a estas y otras interrogantes al respecto.

 

 

Francisco Acuyo

 

De las cosas medibles e inasibles en el arte, Francisco Acuyo


 



[1] Hardy, Apología de un matemático, Capitán Swing, Madrid, 2017.

[2] Du Sautoy, M.: ob. cit. pág. 187.

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