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martes, 14 de mayo de 2024

CONCIENCIA Y TRANSEXPERIENCIA: O LA CONFUSIÓN DE LA HERRAMIENTA CON EL SER CONSCIENTE QUE LA UTILIZA

Es muy posible que el instinto o intuición de lo trascendente, en una sociedad del imperio de lo material y del avance tecnológico, haya llegado al punto de no distinguir la propia tecnología y su indiscutible utilidad, con la propia conciencia que hubo de crearla, esto se relata en el siguiente post para la sección de Ciencia del blog Ancile, y todo bajo el título: Conciencia y transexperiencia: o la confusión de la herramienta con el ser consciente que la utiliza.



CONCIENCIA Y TRANSEXPERIENCIA: O LA CONFUSIÓN

DE LA HERRAMIENTA CON EL SER

CONSCIENTE QUE LA UTILIZA



 

Conciencia y transexperiencia: o la confusión de la herramienta con el ser consciente que la utiliza. Francisco Acuyo


Visto y entendido lo expuesto en anteriores entradas, será de mucho interés que la búsqueda para la generación de entidades sintientes artificiales por parte de la IA, teniendo como sustrato básico de configuración la materia inanimada en la que tratan de sostenerse las ordenes algorítmicas y los datos que manejan, debemos de reconocer que será reducidos a una suerte de abiogénesis, mas si es posible la generación de vida artificial, debemos entender que esto será al fin biología y no meras emulaciones computacionales.[1] Mas, ¿esto implica que puedan ser susceptibles de tener conciencia?

                Para dar respuesta a esta interrogante, acaso deberíamos indagar en los ámbitos de la psicología evolutiva o de la misma paleopsicología, desde donde inferir los orígenes mismos de la conciencia a través del estudio de la mente y su evolución. O tal vez, en una aproximación mucho más audaz, si la propia existencia es un producto de la conciencia como fenómeno, o lo que es lo mismo, que bien puede ser que la conciencia sea algo que de por sí ya esté ahí fuera[2] que trascienda lo que entendemos como conciencia personal. Aunque esto puede sonar a cierto misticismo, bien pudiera ser que exista transpersonalmente una conciencia universal que acaso explique muchas cosas del ámbito de lo estrictamente físico que de otra manera no se puede sin caer en serias contradicciones, en cualquier caso, sabemos, con Schopenhauer, que el entendimiento de la naturaleza debe partir de un aprendizaje que parte de nosotros mismos y no a la inversa, es decir conocernos a nosotros a partir de la naturaleza.

Conciencia y transexperiencia: o la confusión de la herramienta con el ser consciente que la utiliza. Francisco Acuyo
                ¿Lo material es el resultado de la experiencia perceptiva? No es descabellado, al fin y al cabo, ser es ser percibido (Kant, Berkeley). De ser así (esto puede observarse en los fenómenos de la sinestesia), la fenomenología percibida son representaciones que interactúan desde nuestra capacidad personal y la potencial conciencia soporte que constituye la verdadera realidad. Verán ahora por qué me resulta tan interesante el aporte de la IA para atender a este constructo espacio temporal que creemos que es el mundo, y que acaso son mecanismos cognitivos que proyectamos en nuestras percepciones (cosa que aprendí de la observación de los fenómenos sinestésicos). La IA, en su afán de construcción de una realidad a través del cómputo de datos, nos ofrece una plataforma altamente interesante, no solo para divagar sobre la posibilidad de crear máquinas conscientes, ante todo, porque nos ofrece el prisma a través del cual, ver que lo que entendemos como objeto es una discreción nominal (sustentada en datos), mientras que lo que entendemos como conciencia independiente del mundo, bien pudiera ser una abstracción,  que será una fuente enormemente importante para comprender que aquellas abstracciones cuantitativas en forma de datos no pueden decir gran cosa sobre la conciencia misma, si esta es propia de entidades con capacidades que definen las cualidades que devienen siempre de la experiencia.

                Uno de los grandes temores que ofrece la IA es que con el tiempo, su gradual desarrollo, lleve a potenciar un mundo en el que las personas acaben por diluir sus capacidades cognitivas y de interacción social, dependientes de la IA, lo que pone en evidencia la enorme diferencia de interacción del ser consciente con su entorno que, a su vez, pone de relieve quién tiene conciencia y quién maneja datos para favorecer y hacer más cómoda una existencia sin esfuerzo (acaso sin dolor), siendo esto(s) aspectos fundamentales de la entidad consciente, para olvidar al fin, que la IA es una interesante herramienta, pero eso, nada más (y nada menos).

                ¿Seremos los humanos capaces de entender esta distinción primordial entre la inteligencia como útil importante y la conciencia misma que hubo de crear aquella sofisticada herramienta?

                Indagaremos sobre todo esto en próximas entregas del blog Ancile.

 

 

Francisco Acuyo

 

 

 



[1] Kastrup, B.: ob. cit. pág. 123.

[2] Ibidem, pág, 127.



Conciencia y transexperiencia: o la confusión de la herramienta con el ser consciente que la utiliza. Francisco Acuyo


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