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martes, 17 de junio de 2025

TIEMPO Y NÚMERO POÉTICO: ¿CREACIÓN O EMULACIÓN DE LA IA?

Abundando en cuestiones de mucho interés sobre la irrupción de la IA en el mundo del arte, traemos un nuevo post para la sección de Ciencia del blog Ancile, y bajo el título de: Tiempo y número poético: ¿Creación o emulación de la IA?


 TIEMPO Y NÚMERO POÉTICO: 

¿CREACIÓN O EMULACIÓN DE LA IA?


Tiempo y número poético: ¿Creación o emulación de la IA? Francisco Acuyo


Decíamos que la sinestesia poética(1), por ejemplo, expone la poesía como un singular fenómeno analógico: nos muestra la potencialidad, gradación y división de la ilusión de la realidad efectiva. Así, el número poético a la luz de la sinestesia no nace como pura abstracción, sino como reacción, o mejor, oposición al caos (apeiron) de los sentidos, con el objetivo de crear posibilidades (rítmicas, eufónicas, expresivas…) en contacto con la realidad sustancial de las cosas.

    No obstante, el número poético (métrico) que construye la estructura rítmica del verso tiene una realidad (matemática) indiscutible, por eso, el proceso de sistematización para la emulación del verso mediante la IA es una realidad que no es en absoluto nueva, aunque también es cierto que este número poético, al tiempo, nos hace diferenciar claramente la realidad numérica y la existencial, de la que no tiene por qué formar parte un constructo métrico generado por IA, ya que la realidad numérico matemática y la que es propia de la vivida, está en planos harto diferentes. Así pues, la IA podrá construir un poema en virtud de aquella realidad numérico formal que constituye el verso, pero cosa bien distinta sería crear el pulso existencial (vivencial del mismo).

Tiempo y número poético: ¿Creación o emulación de la IA? Francisco Acuyo

    En el discurso poético se observa claramente aquella intuición de Bergson en la que el tiempo vivido (esencial en filosofía) escapa a la función matemática, por lo que la IA y toda su sistemática desvirtuaría la realidad vivida, realidad existencial, decíamos, que se imbuye de conciencia, reconocida en la experimentación subjetiva, la cual no puede responder a un criterio de efectividad computacional.

    Así las cosas, podemos hacer una propuesta en forma de interrogación que sería la siguiente: ¿Existe una singularidad especial en el número poético? ¿Contiene los rasgos que son propios de la aritmética? ¿O los axiomas lógicos que construyen la estructura del verso son adecuados para acercarse a lo real? ¿O, son medios para crear lo real?

    Se dice que todos los problemas de la matemática aplicada y computacional se reducen finalmente a resolver un sistema de ecuaciones lineales(1).  Si la dinámica compleja del lenguaje poético no es lineal (2),  ¿no será el número poético una sutil y singular manera de despojar el carácter específico aritmético a dicho número poético? De hecho, parece, sobre todo en los casos de desvío de la norma preceptiva en favor de la expresividad del verso, que no busca un momento estable, mecánico, para sus construcción métrico matemática, sino que pone un límite a su coherencia formal cerrada, invocando al infinito de posibilidades sucesivas en su construcción. ¿No nos muestra acaso la poesía que los números, en su ámbito, forman parte del infinito?

    En fin, el número poético nos muestra mucho más que un cómputo métrico (silábico, de pies métricos…), sino que aparece vinculado a lo más profundo de la psique, estrechando los números a la imprecisión de, por ejemplo, el dolor, la esperanza, el amor, de la vida en plena ebullición creativa, cuya potencia queda al margen del determinismo cientificista. El poeta (y el que accede a él a través de su lectura o escucha) muestra el poder de lo subjetivo integrándose en una totalidad consciente que, como diría Bergson, nos compromete con una realidad creadora.

    A veces me pregunto si la IA no pretende llegar al límite mismo de la creación como producto material de nuestras mentes, para generar otras mentes nuevas que, con ánimo humano, sean distintas a las nuestras propias, ¿acaso, como lo hace el poeta que quiere conectar con lo más elevado concebible? El poeta sabe que los conceptos y números que maneja en su labor creadora no pueden enmarcarse en lógicas precisas e impecables preconcebidas, pues lo que lleva a cabo en su proyección creativa es indagar nuevas verdades que integren su saber con un saber imprevisible y desde luego mucho más grande, más elevado ¿por trascendente?

    El número poético cuestiona el determinismo lógico matemático, pues se nutre de la libre imaginación que indaga en lo más excelso de la novedad, si esta es la verdadera sustancia de lo creativo y que, paradójicamente, tiene su origen en lo más primigenio que anima lo vital en nuestro espíritu en vínculo con el mundo. No obstante, el discurso poético concuerda ¿misteriosamente? con el del matemático en lo que se refiere Poincaré cuando decía que: el arte del matemático (como el del poeta) radica en el arte de nombrar.(3)  ¿Podría la IA alcanzar el espíritu de ese arte?


Francisco Acuyo


(1) Acuyo, F.: Fisiología de un espejismo: Sinestesia, cincel del pensamiento, Entorno Gráfico, Granada 2025.
(2) Zellini, P.: La matemática de los dioses y los algoritmos de los hombres, Siruela, Madrid, 2018, pág. 145. 
(3) Acuyo, F.: Ob. cit.
(4) Poincaré, H.: L’avenir des matthematiques, Roma, 1909, pág. 172.





Tiempo y número poético: ¿Creación o emulación de la IA? Francisco Acuyo



1 comentario:

  1. La poesía conecta con una verdad anterior al cálculo, pero no es incompatible con él. Ese número poético no es racional en el sentido técnico-matemático, pero contiene su propia coherencia interna, como los ritmos, las proporciones o algunas armonías que también rigen el orde de lo natural y lo espiritual. En ese sentido, la coincidencia entre la lógica y la poesía es muy misteriosa, pero no resulta nada arbitraria.

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