Prosiguiendo los argumentos de anteriores entradas, traemos un nuevo post para la sección de Ciencia del blog Ancile que lleva por título: El carnaval de la IA.
EL CARNAVAL DE LA IA
La cuestión de fondo es que, con el acalorado debate sobre la IA y su incidencia en todos los ámbitos del saber, no llegamos a distinguir entre conocimiento (y los diferentes tipos del mismo que existen), inteligencia, redes neuronales, conciencia e información. Así también, si es posible una teoría universal del conocimiento y si la IA podría llegar a aportar los mecanismos necesarios para su realización. El caso es que, en modo alguno, todo parece indicar que la conciencia se sustrae a ninguna clase de mecanismo, y que los célebres perceptrones de Marvin Minsky y sus programas computacionales ( que supuestamente podían construir modelos mentales), tienen que enfrentar redes neuronales mucho más poderosas de lo que podía entonces imaginarse.
Cuando el entrenamiento de la IA se hace para llevar a cabo tareas o resolver problemas a través de un proceso estrictamente conductista (ciertamente periclitado por cualquier psicología) y lo pone en conexión con la neurociencia en una vuelta a la reconciliación con el biologismo, lo que hace es volver una y otra vez a la creencia de que la conciencia no es sino un epifenómeno del cerebro. Todo esto nos lleva a cuestionar si podemos hablar con propiedad de pensamiento de la máquina, e incluso de inteligencia tal como la entendemos a nivel humano.
El hecho es que la mente humana no puede fragmentarse mecánicamente como intenta explicar el conductismo y llevar a término la IA, entre otras razones porque la mente es mucho más que la suma de las partes que supuestamente podrían conformarla, ya que en realidad surge de la interacción de sus potenciales componentes, todo lo cual nos lleva al reconocimiento de la mente como un sistema altamente complejo con una dinámica no lineal inseparable de sus propios componentes.
Seguiremos abundando sobre estas y otras cuestiones relacionadas en próximas entradas de este blog Ancile.



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