Prosiguiendo para la sección del blog Ancile, Poesía y matemáticas, en las relaciones y las diferencias entre la poesía y las matemáticas, ofrecemos el trabajo titulado: Percepción y categorías, de lo innato y lo conceptual en matemáticas y poesía.
PERCEPCIÓN Y CATEGORÍAS, DE LO INNATO
Y
LO CONCEPTUAL EN MATEMÁTICAS Y POESÍA
CUANDO indagamos sobre
los significados que, supuestamente,
retendríamos de forma innata los seres –conscientes- humanos a la hora
de nombrar ciertas vivencias elementales que rigen para, por ejemplo, dar razón de nuestra orientación en el mundo (espacio
temporales, digo, estar erguido, andando, parado, sentado …), estimamos que son
desde luego primarias, vívidas y vividas y que, en cuanto que tratamos de
nombrarlas, aun cuando su significado tenga rasgo de carácter prelingüístico,
nos reconocemos en ellas perfectamente adaptados, conectados concordemente.
De lo anteriormente dicho es importante destacar la
expresión, dar razón, para, digamos,
vivencias de orden elemental aplicadas al concepto mediante el que aquellas adquieren
significado. Este inciso es fundamental porque veremos con posterioridad que,
junto a las similitudes de la poesía con la matemática, será precisamente en
virtud de este rasgo desde donde podamos constatar también las diferencias más
evidentes entre ambas, y es que aquellos procesos racionales, lógico
conceptuales, muy bien no tienen por qué asumirse en el ámbito poético, el
cual, incluso se desvía en el uso
mismo gramatical recomendado por la reglas –lógico conceptuales- que rigen en
la lengua ordinaria –estándar-. Esto es así porque el discurso poético se
separa de aquellos procesos lógico legales (de la gramática, decíamos, también
de la misma semántica –propia del sentido común o racional-) que caracterizan su
singular constructo lingüístico estructural.
En matemáticas, cuando hablamos de números individuales,
aceptamos con toda naturalidad la inmaterialidad de su entidad lógica, esto se
ve reforzado cuando comprobamos que la misma aritmética (trasladada al ámbito
material del, por ejemplo, operar con manzanas sumándolas o restándolas) tiene
su fundamento en la lógica, por lo que dichos guarismos pueden perfectamente no
ser referidos a objetos cualesquiera, dejando el ámbito de la misma lógica
fuera del ser objeto de algo.[1] En
los fundamentos legales de la lengua se asientan claramente presupuestos
lógicos para la estructuración del lenguaje, manifiestos en los supuestos
gramaticales sobre los que construir el andamiaje estructural de la lengua. En
la poesía, estas estructuras se colocan, si no en tela de juicio, sí como una
realidad que precisa otra forma de interpretación adecuada mediante la que
explicar su naturaleza especial y estos desvíos propios del discurso poético[2].
No obstante, recurriendo a una filosofía
matemáticamente aplicable –de nuevo recurrimos a la kantiana- veremos que, en
poesía se asume, en su ejercicio creativo y expresivo tanto el juicio a posteriori kantiano (propio de la experiencia) y el a priori (como aquellos no reducibles o
deducibles a lo estrictamente empírico), sustentados fundamentalmente a través
del símbolo –el símbolo poético, que no estará necesariamente contextualizado,
como en la lógica matemática, sino abierto al enlace y a la integración analógica
y metafórica de los significados- y que puede también representar valores o
entidades no materiales: amor, pesadumbre, trascendencia, valores éticos
diversos…, constatándose en su discurso (sobre todo a través de los elementos
irracionales o fuera del curso convencional racional del mismo) como sustancia
fundamental de su dinamismo y naturaleza.
En otros lugares de este espacio hablaba de la poesía
como pensamiento salvaje,[3] en
tanto que aquella se sustenta tanto en un reconocimiento primario preconceptual
–simbólico-, sensorial y empírico, como especialmente
–poéticamente- racional, manteniendo una relación muy singular, no obstante,
con las categorías racionales o científicamente conceptuales. Las relaciones
que establece nuestro intelecto de forma ordinaria en la organización del mundo
son reconocidas a través de categorías –agrupaciones de objetos y
acontecimientos diferentes- para su descripción y entendimiento, desde
Aristóteles a Kant; para la lógica y la matemática se ofrecen, con todas sus
controversias, de manera claramente reconocible, al margen de que exista algo
innato precategorial en nuestra capacidad de percepción y conocimiento del mundo,
sin embargo, en el dominio de la poesía, esto sucede de manera diferente, y no
porque no sea posible establecer una lógica –particular- y unas categorías
dinámicas particulares reseñables y susceptibles de una potencial taxonomía.
Dicho esto, ¿será, entonces, posible una, digamos, epistemología poética?[4]
Desde el ámbito de los estudios literarios, podría decirse que sí, para el poeta
esto no es más que una falacia imposible, y esto deriva del hecho de que el
análisis, la autopsia, hecha por el artefacto forense analítico de algo vivo
conlleva, inevitablemente, su
destrucción y la desvirtuación de su singular naturaleza y de su dinámico, orgánico y vivo objeto.
Veremos en entrada próxima de manera más puntual lo que
aquí hemos tan rudimentaria como urgentemente expuesto.
Francisco
Acuyo
[1] Así lo
estimaba Russell, ya que habría que demostrar que aquello referido a este o
aquel objeto sujeto al proceso lógico aritmético –suma, resta… de manzanas-
está deducido de supuestas relaciones –entretejidas- con aquella deducción
aritmética basada en la lógica, por lo que se precisarían contextos que no
necesariamente implicarían que tales objetos mentales existan
[2] Véase,
por ejemplo, en el blog Ancile: Lenguaje y poesía: http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2014/08/lenguaje-y-poesia.html
o Una poética semiológica: http://franciscoacuyo.blogspot.com/2014/07/una-poetica-semiologica.html
[3] Poesía,
pensamiento salvaje, http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2013/11/poesia-pensamiento-salvaje.html
[4] Retórica,
hacia una nueva epistemología, 1, Blog Ancile,
http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2011/02/retorica-hacia-una-nueva-epistemologia.html
Retórica, hacia una nueva epistemología, 2, Blog
Ancile, http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2011/02/retorica-hacia-una-nueva-epistemologia_08.html
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