He querido traer para la sección, Poesía y pintura, del blog Ancile, una breve muestra de la obra de la artista Isabel María Fernández Aparicio; también unas reflexiones de la propia autora en torno a su trayectoria y motivaciones creativas. He querido, como decía, incluirla en la sección de, Poesía y pintura, por dos razones fundamentales, primero, porque he creído ver y entender en su obra pictórica una vigorosa y al tiempo delicada vena lírica que en modo alguno está reñida con la expresión artística plástica, el espacio, la figura, el color... se manifiestan en el ámbito temporal en virtud a la gracia poética en la que mueve su mundo artístico singular; segundo, porque, una vez hube contemplado alguna de sus espléndidas composiciones, brotaron a mi imaginación algunos versos que, con toda modestia, quieren acompañar esta exigua pero muy significativa muestra de su obra.
Quede pues, aquí, este prototipo de exposición digital, muestrario mínimo de una artista cuyo mundo pictórico original recomiendo vivamente a todos a aquellos que apreciarlo sepan. Y aquí, ahora, sus palabras a modo de exposición de motivos que pueden servir de orientación en en ese mundo artístico suyo tan personal e interesante. También os remito a su dirección digital, donde podréis indagar muy a vuestro sabor todo esto de lo que ahora os hablo.
Enlace a: MY FEMALE GHOSTS INSIDE
ISABEL MARÍA FERNÁNDEZ O
MY FEMALE GHOSTS INSIDE
“MY FEMALE
GHOSTS INSIDE” (o mis fantasmas femeninos adentro):
Elegí el título por la presencia femenina en
cada obra y en gran parte de mi trabajo hasta ahora desarrollado. El fin de
este proyecto es el de reunir una selección de obras que van, desde el inicio
de mi carrera hasta la actualidad, y donde la figura femenina es la principal protagonista
y comunicadora.
La selección
consta de dieciocho obras –todas de técnica mixta sobre tela o panel, algún
óleo también sobre tela o panel y un par de dibujos que he querido destacar, de
hecho uno de ellos, “Coldest”, ha dado un giro internacional en la
contraportada de una revista literaria de carácter semestral difundida por
países de los cinco continentes.
El por qué
de esa presencia femenina en mis pinturas, es un misterio incluso para mí. Rara
es la vez que el protagonismo en la figuración se lo lleva una representación
masculina,
aunque sea de un niño, o aparece un animal que no sea un insecto;
los paisajes oníricos y líricos incluso cuando se ven rodeando o integrando a
la figuración, huyendo del total realismo y todavía más del paisaje urbano, por
ejemplo.
¿Pueden ser
aspectos de mi psique? (de ahí que hable de mis fantasmas “adentro”), ¿pueden
ser mis propios arquetipos?, mi bruja, mi niña inocente, la madre que habita en
mí o que no quiere habitar. De cualquier manera son pequeños jeroglíficos,
todos encierran varias lecturas, simbolismo y mucha psicología, y no es plato
de buen gusto dar la solución de la adivinanza si quien entra a jugar quiere
perderse en sus incógnitas…
A mi juicio
y por la experiencia que he tenido conforme incubaba y luego sublimaba las
obras, cada una de ellas ha sido presagio de algún acontecimiento en mi vida o
me ha revelado algo que estaba a punto de aprender sin ser, en su momento,
consciente de ello.
Un vistazo
al desfile de imágenes que personifican con sus figuras dulzura, misterio,
dolor, fuerza… en algún caso se entra incluso en el juego de causar temor.
Lejos de parecer en conjunto disonante, a pesar de los años que distan desde el
primer trabajo hasta el último y todo el recorrido incluído, tienen en común o poseen en su sonoridad un “bajo
continuo” de una “aletreza” (alegría+tristeza), todas parten de una oscura
melancolía, de la que asoma un rayo de luz y esperanza y viceversa.
Me atrevo,
aunque siempre lo he considerado algo “suicida”, a etiquetar el estilo
pictórico, que, aunque por separado pueda diferenciar claramente a unas obras
de otras, todas tienen en común el simbolismo y el lirismo. Suelo etiquetarlo
entonces de “simbolismo figurativo”, movimiento que a pesar de poder sonarnos
casi decimonónico, en su apariencia y tratamiento de la técnica, así como los
elementos representativos convierten a la obra –como cualquier trabajo que se
haga HOY-, en arte contemporáneo. Una obra, por el simple hecho de estar
ejecutada por un hijo del XX-XXI, lleva la huella implícita de un ser que
aplica el filtro de lo vivido en este tiempo hasta para retratar a una señora
encorsetada o de aspecto del pasado. Es lo que se comunica, con qué medios y de
qué manera.
Isabel María Fernández Aparicio
Enlace a: MY FEMALE GHOSTS INSIDE
LA ROSA ROJA
EN EL JARDÍN DE LOS VAMPIROS
Para Isabel M.
Fernández Aparicio
TIERNA rosa y purpúrea, si un momento
vi
a mi amor en tu cáliz inclinada,
y por
pétalos del trasmundo amada
aspirar
sangre pura en cada aliento,
viera en contra de sí mi pensamiento
correr al
nácar de su cuello, y con cada
pulso la
sangre efímero impulsada
en torno a
su inmortal mantenimiento.
Allí, mi amada, a tu corola uncida
pleitesía
sangrienta nos demuestra
que hasta
sus labios a gustar convida,
y entre tu cáliz, si su cuello tuve
es sangre
de tus pétalos la muestra,
que el
infinito sin moverme anduve.
Francisco Acuyo
De, Rimas del jardín de los vampiros.
Un placer el haberte hallado....enciendes vida con tus escritos gracias
ResponderEliminarGracias por tus Escritos. Son muy profundos y como flecha hacen blanco en el Alma.
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