Traemos para la sección, Fotografía, del blog Ancile, una semblanza sobre el libro del fotógrafo Fernando Poyatos, titulado Viaje por pueblos de Almería y Granada en 1969 (repetido en 2005) Álbum de imágenes y recuerdos, editado por Entorno Gráfico ediciones, para su colección, Recuerdos, memoria fotográfica, con una nota introductoria de la profesora Macarena Pradas Macías y con un poema de Francisco Acuyo.
VIAJE POR PUEBLOS DE ALMERÍA Y GRANADA
EN 1969 (REPETIDO EN 2005), DE FERNANDO POYATOS
Este Álbum de Imágenes y Memorias porta, además de su deleitoso y amable
argumento en forma de textos vivos y enérgicas fotografías que hacen de la
corriente del tiempo un elemento
diligentemente detenido, contiene, digo, muchos arbitrios, representaciones,
propósitos y arquetipos del todo trascendentales. También admoniciones muy
necesarias para quienes, ya ahítos de tanto vacuo estereotipo, quieren
vendernos una imagen manida y harto superficial de unos de los entornos
paisajísticos y humanos más singulares del mundo y que se retratan entre
Almería y Granada, pasando por la Alpujarra y su singular dominio. Aquí, los
más avisados encontrarán mucho más que el particular atractivo folclórico de un
panorama natural y urbano, desde luego muy especiales. En sus cumbres, valles y recintos de
población tan bellamente situados se respira un ámbito en verdad de paz y
belleza del todo trascendente para quien quiera contemplarlo.
Si
nuestro querido y admirado autor expresa en estos textos aquello de: Los cielos pregonan la gloria de Dios, y el firmamento
anuncia las obras de sus manos ...pero la tierra permanece para siempre, del
Eclesiastés, lo hará con la firme convicción del que cree firmemente en lo
beatífico de aquello que ante sus ojos atónitos se levanta. Puedo enlazar estas palabras con aquellas otras también de hermosa
cita –traída por mí en este caso-, que dice: Los cielos proclaman la gloria de Dios, y la expansión anuncia
la obra de sus manos, de los Salmos, porque
ciertamente la contemplación de estos parajes mueve lo más profundo de nuestro
espíritu.
De Fernando Poyatos |
Así pues, en estos textos vitales y sus
maravillosas y sugestivas imágenes tendremos que atender, si queremos ver y
entender los propósitos más hondos que
encierra este libro, no solo la apariencia de hermosura y de costumbres más o
menos singulares de los sitios donde se inspira para la confección de este
conjunto inaudito, ha de mirarse profundamente en el alma del que tiene claro
que la armonía de aquel acervo o miscelánea de gentes, cimas, árboles, valles…
está la mano y la inteligencia de lo más subido, como en aquella divina y
hermosísima copla de San Juan de la Cruz cuando proclamaba: Entreme donde no supe // y quedeme no
sabiendo // toda ciencia trascendiendo.
En verdad que, para quien suscribe estas breves y apresuradas
líneas, este compuesto de imagen y de lenguaje, obtiene en su múltiple y opima
variedad de contenidos un compuesto que hará las delicias del lector que quiera
asomarse a estas tierras y a sus gentes y costumbres, mas aviso que atiendan
también a este aspecto contemplativo que advertíamos y que late en cada una de
sus páginas, y todo porque verán con más amplitud, profundidad y acierto la
maravilla en donde se inspira, pero también podrán otear a su sazón en lo más
recóndito, auténtico y espiritual de nuestro exquisito autor y eximio artista.
A raíz de un viaje a estos mismos lugares que
visitó el creador de los contenidos de estas páginas, y al contemplar a un
tiempo las bellas y siempre lozanas fotografías de esta publicación, fue que
concibió el poema que incluye[1]
este Álbum de imágenes y memorias de
Fernando Poyatos. Mi libre (y seguramente muy limitada) poética interpretación quiso recoger y
plasmar este espacio y tiempo harto particulares, donde el tiempo es reflejo de
la eternidad y el espacio límite donde se abre definitivamente el infinito. Poema
que hice subiendo, casi de noche, a una alta cumbre, para ver desde allí las
estrellas con mis adminículos de astrónomo aficionado. Puede contemplar cómo el
paisaje del día se funde con el de la noche, y cómo era tan común a las
fotografías, vivas en la memoria, de nuestro autor. Esta es sin más la historia del poema que precede a esta
semblanza del libro, donde quise en esos versos fundir su arte y mi humilde
maestría literaria para confeccionar el poema que acabó por incluirse en este conjunto
de fotografías y breves semblanzas literarias.
De Fernando Poyatos |
En
cualquier caso no puedo evitar que a mi memoria vengan la exégesis no menos
divina de los versos del príncipe de los poetas, San Juan de la Cruz, en su
comentarios al Cántico Espiritual, y
que creo que vienen muy a propósito, me refiero cuando el mismo santo poeta
reconocía que hablar de lo más subido acaso es imposible por inefable, y que,
si algo se intenta al respecto, será para dar a entender la abundancia de su
sentido por términos vulgares y usados, y es que en verdad de ello quieren
hablar estos versos, como lo quieren acaso hacer las fotografías, y ha de llevarlo
a cabo muchas veces, para hablar con alguna proximidad de lo indecible de estos misterios, en extrañas figuras y
semejanzas[2].
Y
qué es, si no la poesía, y cualquier otro ejercicio artístico creativo sino la
expresión de lo indecible en extrañas
figuras y semejanzas. Sirvan a coterráneos y visitantes estas páginas de
guía manifiesta a través de las que acceder a las vivencias, curiosidades,
excelencias y rarezas de una tierra (y sus gentes) inagotable para la
curiosidad de los sentidos y la imaginación de la inteligencia de quien se para
detenidamente a contemplarla. Queden para curiosos o avisados las palabras y
las imágenes aquí reunidas como una ventana abierta a parajes y personas, pero
también a un corazón generoso y creativo como es el de su autor que tanto
esmero, pulcritud y amor ha puesto en cada una de sus páginas. Asaz veces
retraído en sus imágenes e historias ha disfrutado e inspirado quien les habla,
por eso, él mismo, no quiere otra cosa en estas líneas que hacerles partícipes
del gozo y la fascinación compartida con el verdadero dueño de esta publicación
Fernando Poyatos, por estas tierras de Almería y Granada. Sea la fruición
vuestra ahora, y mírense en el primor de todo ello, en el sencillo pero sutil
artificio de su imaginería viva, del claro y vigoroso y sobrio discurso de los
textos y sueñen también viviendo, la
música callada, la soledad sonora, que trasciende tras de todo ello y que estará siempre en el
corazón y en el juicio y agudeza del lector atento.
Francisco Acuyo
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[1] Poema titulado: Vistas del infinito, que está incluido
al inicio del libro.
[2] San Juan
de la Cruz, El cántico espiritual,
Espasa Calpe, Clásicos Castellanos, Madrid, 1969, p. 5: […] donde no pudiendo
el Espíritu Santo dar a entender la abundancia de su sentido por términos vulgares y usados, habla
misterios en extrañas figuras y semejanzas. […]
De Fernando Poyatos |
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