Para la sección, Pensamiento, del blog Ancile, traemos la nueva entrada que lleva por título: El self poético.
EL SELF POÉTICO
La metáfora audaz puede ser un útil muy interesante
para hacer efectiva una terapia singular. A través de la palabra poética
(logoterapia, muy particular) se hace posible el desarraigo de lo lógico
racional en pos de una auténtica
derreflexión mediante la que aflore lo inconsciente pero, siempre como acto
instintivo que debe volver a su ámbito inocente y espontáneo primigenio donde
las emociones, los sentimientos son parte de aquel reducto –inabarcable- donde
tiene lugar los fenómenos más genuinos y propios de las entidades conscientes,
como el amor y los actos creativos propios del arte, así como lo más hondo de
nuestro pensamiento, manifestación de la intimidad que nos habla del ser más
profundo con su discurso especial, donde, en fin, se extienden los dominios en
donde tienen lugar los prodigios del amor, la creación, la aspiración a lo
trascendente…
La lectura de un poema puede liberarnos, en un momento
preciso, de aquellas inhibiciones más íntimas. Revelaciones, digo, que tienen
que ver con una suerte de religio
inconsciente que nos integra con lo que pudo una vez ser inhóspito del mundo.
Los elementos organizadores del poema, como son los componentes o mecanismos
retóricos (la metáfora será paradigmática en este punto), son los que nos
hablan de esa cualidad trascendente de la conciencia que muchas veces lucha por
aflorar en nuestras vidas. Es este lenguaje –poético- el que al fin sirve de
estructura dialógica con algo que trasciende mi self, mi yo mismo. La metáfora poética puede desvelar precisamente
ese origen trascendental muchas veces inhibido. La poesía (verdadera) nos
libera enfrentándonos a la palabra como un hecho que nos confronta con la
conciencia, siendo ésta algo más que un fenómeno manifiesto en el carácter
semántico, lingüístico, psicológico… de su palabra. Nos ofrece la conciencia a
través del acto creativo poético como ser.
Este carácter ontológico de la conciencia será el que nos ayude afrontar
terapéuticamente nuestras vidas. El sentido de aquellas se hará manifiesto en
virtud del reconocimiento de que estamos abocados a ser en acto, lo que significa ser
creativos, ser, en definitiva poetas, entendido este como el que es capaz
de manejar la capacidad de la poiesis
para dirigir su vida.
Francisco Acuyo
Francisco Acuyo
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