En conmemoración del centenario del nacimiento de Karl Marx, traemos la tercera y última entrega para la sección, Microensayos , del blog Ancile, del filósofo Tomás Moreno bajo el título: Aproximación a la vida y al pensamiento de Karl Marx.
en el segundo centenario de su nacimiento (y III)
APROXIMACIÓN
A LA VIDA Y AL PENSAMIENTO
DE KARL MARX. EN EL SEGUNDO
CENTENARIO DE SU
NACIMIENTO (y III)
El gobierno francés había señalado la
Bretaña como lugar de alojamiento o confinamiento para Marx y familia, pero
éste desistió de dejarse enterrar vivo
e aquel lugar y prefirió marchar a Inglaterra. Trasladado a Londres, Marx ya no la abandonará hasta su muerte. Allí
transcurrirá la segunda mitad de su vida. Van a ser años difíciles: problemas
económicos, familiares, de salud, tanto personal como familiar: de sus seis
hijos sólo sobrevivirán tres. Conocerá la miserable vida del proletariado
industrial, explotado en jornadas de 14 horas de trabajo extenuante, la
dramática situación laboral de mujeres y niños, sin ningún tipo de protección
social, con despido libre, y salarios de mera subsistencia. En lo personal,
Marx nunca tuvo un trabajo fijo, sólo puede salir adelante gracias a la ayuda
económica de Federico Engels, rico industria alemán, al que había conocido en
1842 en la Deustch-Französische Jahrbücher, cuya familia era propietaria
en Manchester de una fábrica de manufactura textil, y a las colaboraciones
periodísticas como corresponsal en el New York Daily Tribune, que casi
siempre escribía el propio Engels.
Esta
etapa es, sin duda, la más fecunda y creadora de Marx. Sus agotadoras jornadas
de trabajo (mañana y tarde) en la Biblioteca
del Museo Británico de Londres tendrán su compensación con una importante
obra intelectual allí gestada y de la que serán exponentes obras como las
siguientes: “El 18 Brumario de Luis Bonaparte”, un escrito de 1852, reconstrucción
histórico-política en donde describe el aborto de la revolución del 48 por
parte del monarca francés (Segundo Imperio); los “Elementos fundamentales para la
crítica de la economía política”, también conocidos como los Grundrisse o “Fundamentos”, que han sido interpretados –por la crítica posterior-
como el nexo entre le “joven Marx filósofo” y el “Marx maduro y científico”,
son de 1857-58, fueron editados en 1939. Su “Contribución a la crítica de la
Economía Política”, publicada precisamente el mismo año (1859) que ve
la luz “El origen de las especies” de Charles Darwin. En el famoso Prólogo
de esta obra Marx es capaz de realizar la síntesis más lúcida, precisa y exacta
de su concepción materialista de la
historia. De esta fecha es “Las luchas de clases en Francia desde 1848 a
1850”, publicada en Colonia, una crónica histórica de los
acontecimientos políticos de su tiempo.
En
ese mismo año Marx intenta alcanzar un puesto de trabajo para poder mantener a
su familia con una cierta holgura y oposita para “escribiente-oficinista” de
los ferrocarriles de Londres y es suspendido por “mala letra”… Subsistir como
sea ha sido una permanente obsesión de nuestro pensador y activista. Asiduo
cliente de las casas de empeño londinenses –una vez empeñó hasta su propio
abrigo-, las quejas referentes a su situación financiera son una constante en
su vida y en su relación con Engels, su amigo y benefactor. Nada hay que no
necesite una ayuda urgente: el alquiler, el gas, los impuestos, toda clase de
alimentos, la ropa y escuela para los niños, las cuentas del médico. En 1852,
por ejemplo, escribe esto a su amigo:
“Por mis cartas
habrás visto que vadeo con mucha indiferencia por la mierda como de costumbre, cuando estoy yo mismo en ella y no
sólo la percibo de lejos. ¿Pero qué faire?
Mi casa es un hospital, y la crisis es tan molesta que me obliga a dedicarle mi
más extrema atención […]. Mi atmósfera es muy agitada: mi mujer está enferma,
la pequeña Jenny está enferma, Elenita tiene una especie de fiebre nerviosa. Al
médico no puedo ni he podido llamarle, pues no tengo dinero para medicinas.
Desde hace ocho o diez días vengo alimentando a mi family con pan y patatas, acerca de las cuales me pregunto si podré
conseguirlas hoy […] No escribí artículos para Dana (Charles Dana
redactor del New York D. Tribune) porque no tenía ni un penny para ir a leer los periódicos […]
Encima hay lo del panadero, el lechero, el tío del té, el geengrocer, una antigua deuda al carnicero todavía. ¿Cómo acabar
con esta porquería del diablo?”[1].
De
esta guisa es su correspondencia con Friedrich Engels a lo largo de decenios.
No se libran de sus “sablazos” otros amigos, además correligionarios,
familiares propios y los de su amada Jenny. Pese a todo ello, la familia Marx
trataba de aparentar ante la sociedad y amistades una confortable vida burguesa (con todos sus prejuicios
y convenciones). Pese a tantas penurias tanto su esposa, Jenny, como Helene
Demuth, su empleada doméstica y cuidadora de los niños (regalo de bodas de la
familia aristócrata de su esposa) –más tarde, tras su muerte, ama de llaves y
secretaria de Engels-, le fueron fieles y devotas hasta el final.
Entre
1864-1867 funda y organiza, ayudado por Engels, la A I T, la Primera Internacional Obrera. De esta
forma une reflexión y praxis política. Bakunin y los anarquistas disienten de
Marx en la manera de organizar la Internacional: Marx era partidario de centrar
la autoridad en manos del comité central, los anarquistas, liderados por
Bakunin, de manera menos centralista. Los anarquistas se separan y se extingue
la Asociación. En 1867 se publica en Hamburgo el libro 1º de “El
Capital” (las segunda y tercera partes serán publicadas póstumamente en
1885 y 1894 respectivamente por Engels y Kautsky). Será la obra definitiva de
Karl Marx.
Posteriormente
solo escribirá ya obras más cortas como “La guerra civil en Francia”, de
1871, sobre la Comuna de París: tras una desaprobación inicial, Marx saluda con
fervor lleno de convicción el acontecimiento revolucionario de la Comuna, por
haber afrontado prácticamente una transformación del aparato estatal, lo cual
implicaba una tarea decisiva para la clase obrera, más allá de la simple toma
del poder. De 1875 es la famosa “Crítica del Programa de Gotha”
(contra F. Lasalle y W. Liebknecht, dirigentes del partido obrero alemán, socialdemócrata), en donde Marx
reafirma que, simultáneamente al periodo de transformación revolucionaria hacia
una sociedad comunista, se dará un periodo de transición política “en que el
estado no puede ser otra cosa que la dictadura revolucionaria del
proletariado”.
En
los últimos años de su vida Marx asiste a la
muerte de su mujer, Jenny, el 2 de diciembre de 1881, y a la de su hija Jenny (esposa del socialista francés Charles
Longuet) en enero de 1883. El 14 de marzo de ese mismo año morirá nuestro
pensador, en Londres, de una afección
pulmonar. Sólo le sobreviven sus hijas Laura
(esposa del socialista Paul Lafargue) y Eleanora, la más pequeña, que ejerció de secretaria de su padre en
su última época. Estas tres etapas de su biografía que hemos desarrollado en
esta sucinta aproximación al conocimiento de Marx, podrían sintetizarse
políticamente con estos calificativos de su evolución político-intelectual:
demócrata radical y hegeliano de izquierdas, humanista-reformista y comunista.
La
historia de la evolución y del legado de las doctrinas marxianas, del
“marxismo”, ya no es propiamente la historia del pensador Marx. Sus ideas se
separaron, en su influencia histórica, de su creador e iniciaron una vida
propia, autónoma, a veces fiel, a veces deformada de su fuente original. Quede
para otra ocasión su tratamiento y exposición. Terminemos con estas palabras de
su fiel Federico Engels pronunciadas ante su tumba: “Contribuir a la
emancipación del proletariado fue su misión y tomar conciencia de las
condiciones de su emancipación. La lucha era su elemento”.
TOMÁS
MORENO
[1] Cit en Werner Blumenberg, Karl Marx. En documentos propios y
testimonios gráficos, op. cit., pp. 131-133.
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