Para la sección, Pensamiento, del blog Ancile, y al albur de algunas conversaciones con amigos sobre la naturaleza de la nada y la materia, y según yo abundaba en su estrecha relación, vienen al caso estas entradas que ahora dispongo en mi blog, con el fin de aclarar algunas cuestiones que vienen muy a propósito con el tema. Todo bajo el título general de ¿Qué es la materia?
¿QUÉ ES LA MATERIA?
Se dice que vivimos una era
especialmente materialista. Nuestra sociedad da fe de ello con evidencia no
sólo en los aspectos que pudieran referirse a los comportamientos éticos o
alejados a lo que pudiéramos denominar ámbito de lo espiritual en el sentido amplio
del término. En lo que a nosotros interesa está centrado este escrito a lo que
concierne a las ciencias naturales y más concretamente a la física.
La interrogante pudiera pasar por
ingenua ante lo que parece claro y evidente. Pero la materia, desde luego, a la
luz de la ciencia de la física, no es lo que parece. La estructura del método y
constructo de la ciencia basa su ser y consistencia en los estudios de la
materia, por ser esta el fundamento cuantificable por excelencia de la
naturaleza.
En cualquier caso, no hemos
respondido a la cuestión que encabeza con su título estos pasajes, a saber:
¿Qué es la materia? Todo parece indicar que el sustrato básico primordial donde
aquella se sustenta es la masa. Esta pasa por ser la referencia que definía la
resistencia de la materia al movimiento, identificándola con su inercia. En la
física clásica (newtoniana) era inmutable y siempre se conservaba. A través de
ella podíamos deducir la cantidad de materia y podíamos inferir el vínculo
entre fuerza y movimiento y la teníamos como fuente indiscutible de la
gravedad.
En la actualidad esta es una
visión que no casa en modo alguno con la realidad unificada mediante la que la
luz y la materia conforman una totalidad que describe un universo cuya
estructura es mucho más compleja y de la que se encargó de dar cuenta la teoría
de la relatividad y la mecánica cuántica.
SI la masa es la propiedad última
de la materia, ¿cómo explicaríamos todas las manifestaciones fenomenológicas en
el mismo universo cuántico, donde existen elementos que no tiene masa: -el
fotón se dice que tiene masa cero-?
A tenor de las investigaciones
actuales no podemos considerar que la masa se conserve y pone en evidencia la
imposibilidad de la ley cero de Newton, mediante la cual se entendía que si no
había masa no podría haber materia. La masa pues, sería la entidad más sencilla
del constructo material.[1]
¿Cómo pudo durar tanto tiempo esta visión clásica de la masa? LA verdad es que
porque se adaptaba perfectamente a la realidad macrocóspica del mundo y
funcionaba con total corrección en sus cálculos. Pero la realidad más profunda
es que no siempre funciona correctamente.
Sería Einstein el que en
principio propusiera un origen de la masa de la materia no estrictamente
material (ni divino), deducido de su famosa ecuación m= E/c2, donde pone de
manifiesto que el origen de la masa es la energía (Ley cero de Einstein), de
donde, en fin, se colige que es en realidad la energía la que se conserva y no
la masa. De hecho se puede explicar el origen del 95% de la masa a partir de la
energía.
Todo parece estar claro hasta que
caemos en la cuenta de que lo que entendemos por materia (normal) nos es lo
único que compone y estructura nuestro mundo. Es hoy ampliamente reconocido que
la disposición y armadura del universo está compuesto mínimamente por esta
materia normal: la gran parte está compuesta por la materia y la energía
oscuras. Pero, volviendo unos pasos atrás, ¿la luz, es materia? Se dice que es
una manifestación de la misma, pero para entrar en detalle sobre esta y otras
peculiaridades de la materia lo haremos en la próxima entrada de este blog
Ancile, sólo adelantaremos que la complejidad de lo que denominamos materia
pasa por los elementos fundamentales que van más allá de los protones,
neutrones y que se habrá de entrar en el ámbito de unidades aún más pequeñas
(quarks, gluones), que tienen que decir muchísimo sobre la estructura de la
realidad de la materia.
Francisco Acuyo
[1] Esta
aproximación nos remite a otras interrogantes que desde luego no dejan de ser
lo suficientemente profundas como para al menos tenerlas en cuenta, por
ejemplo: ¿Es la realidad únicamente lo que se puede medir?
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