Continuando con la anterior temática sobre la realidad material, traemos la continuación con una nueva entrada para la sección Pensamiento del blog Ancile, esta vez bajo el título: Materia: condensación de la nada.
MATERIA: CONDENSACIÓN DE LA NADA
La materia, en contraste con lo
que no es materia y suponemos nada, y que un
principio todos damos por cosa sabida y presupuesta, encierra profundas
y asombrosas propiedades que están estrechamente vinculadas a lo que
denominamos vacío. Hasta tal punto es ajustada la relación del vacío con la
materia que se ha propuesto que la nada del espacio en realidad sea un extraño
tipo de superconductor.[1]
Si la propiedad de superconectividad es propia de un determinado tipo de
partículas, esto conllevaría como consecuencia inmediata que el vacío no está
en modo alguno tan vacío como de su acepción primordial deriva. Entonces, ¿va a
resultar que el espacio va a necesitar de un sucedáneo del viejo éter que lo
llene para que sea posible dicho fenómeno de superconectividad?
Si prestamos atención a todo lo anteriormente expuesto observamos una contradictio in terminis o bien la materia que interviene en el espacio para condensar materia no puede ser una materia normal, al uso, no sería, en principio, siquiera conocida. Al auxilio de la supuesta realidad de esa nunca vista materia adviene el condensado de Higgs, cuyas partículas, hasta hace muy poco virtuales, parecen las responsables de la adquisición de la masa en otras partículas. Para la descripción y estudio del espacio tiempo en el que se incluyan estas partículas se hace preciso un campo métrico (que debe ser un campo cuántico) mediante el que realizar los cálculos geométricos necesarios para constatar las fluctuaciones de todas aquellas partículas implicadas en ese movimiento que acabaría por generar la materia convencionalmente entendida.
Pero, antes de la interacción o
vinculación que ha de producir el condensado material, ¿Qué había, si es que
había algo? ¿Nada? Los físicos se esfuerzan (junto a algunos filósofos, véase
San Agustín) en decirnos que tales interrogantes no tienen sentido, si es que
hasta el momento en que se produce el condensado material no había nada antes[2].
Sin embargo, ¿por qué insiste no pocos filósofos –también científicos- en poner
en duda estos argumentos? Al fin y al cabo, la nada debe estar fuera del mismo
tiempo, si este aparece justamente cuando se conforma la materia se forma el
continuo espacio temporal.
Einstein constata que lo que
hemos denominado condensado material que se extiende en el espacio tiempo
(principio cosmológico) tiene densidad –universal- y por tanto masa (aunque el
95 por ciento de esa materia –y energía- sea oscura[3],
y así las cosas, necesariamente pesa, y es susceptible a ser vinculada a
relaciones numéricas absolutas que pueden ser aplicadas en cualquier lugar del
universo.
En cualquier caso seguimos sin
saber sobre elementos de la materia incuestionables, como los electrones ( y
los neutrinos y otras muchas partículas, observadas unas y otras virtuales), de
si tienen o no estructura material interna ni por qué tiene la entidad material
que tienen, es decir, por qué pesan lo que pesan, por lo que queda in albis cuál es o sería el origen de la
masa, aunque el campo de Higss pueda permitir conciliar tipos concretos de
masa.
Estamos en disposición de
legitimar interrogantes como ¿existe la nada como realidad, si no podemos
constatar su entidad material al uso de lo que entendemos y conocemos como
materia? ¿Es la materia el primer motor del mundo? ¿Antes de la materia había algo
o nada? ¿Es la nada una abstracción que deriva directamente del producto
material de nuestro cerebro? ¿O es la conciencia el origen no solo de la
abstracción nihilista, sino que también está implicada en todos los procesos de
creación material, como parece confirmar la mecánica cuántica? ¿Y si la
conciencia fuese el antes de la condensación material de cualquier entidad que
pueda considerarse como tal? ¿Es entonces la conciencia un epifenómeno de la
materia neurofisiológica del cerebro? ¿Pero, lo mismo que ocurre con la
materia, sabemos realmente que es la conciencia? Seguiremos indagando sobre
estas y otras cuestiones en verdad fascinantes en próximas entregas del blog
Ancile.
Francisco Acuyo
[1] Mediante
la superconectividad es una propiedad que se dice tiene algunas partículas por
las que otras partículas de masa cero, como los fotones, aumentan de peso.
[2] San
Agustín afirmaba que antes que Dios creara el mundo, el pasado no existe, y por
lo tanto tal interrogante no tiene ningún sentido.
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