ENRIC LÓPEZ TUSET EN POETAS INVITADOS

Presentamos en nuestra querida sección de Poetas invitados al poeta (y amigo) Enric López Tuset. Como es habitual comenzamos con una bio-bibliografía (confeccionada en este caso por el propio autor), una poética y la selección de poemas obligada, para la ocasión del libro Adoración, que saldrá en breve a la venta y publicado por la editorial Polibea, en su colección “Los conjurados”, Madrid, 2012; incluimos también un poema inédito (nocturno), acompañado de algunas fotografías aportadas por el autor. Sirva esta entrada para invitaros a adquirir esta preciosa primicia poética de Enric López Tuset.

BIO-BILIOGRAFÍA

Describir una vida es difícil y más aún cuando refiere a la de uno mismo. Trataré de darte unas pinceladas:

Mi vida empieza en un entorno bastante bibliófilo por parte de padre y considerablemente artístico por parte de madre (pintura), tal vez la combinación de ambos ofrece una situación propicia para una primera gestación poética. Los años pasan y voy creciendo en un ambiente dedicado a la montaña y al alpinismo (hecho que influye hondamente en mi vida y, por lo tanto, en mi concepción del mundo) del cual se sustraen valores fundamentales tales como el esfuerzo y la necesidad de lo esencial.

Buenas audiciones de música (barroca, romántica, clásica y un largo etcétera)  influyen notablemente en la formación de mi sensibilidad y en marcar los ritmos internos que conllevan el respirar vital y, repito, con ello la razón poética. La selección de las piezas también iba a cargo de mi padre.

Posteriormente, el fallecimiento de mi madre ahonda en mí despertando ya de forma definitiva la necesidad de la palabra, no como método de sosiego, sino como un mecanismo de deuda hacia la vida y sus pequeñas cosas. Años más tarde veo trascrito este alumbramiento en María Zambrano (a su visión le debo gran parte de mi serenidad).

A nivel familiar, por decirlo de alguna forma, no cabe decir mucho más. A nivel formativo he de decir que soy maestro de la escuela primaria, decisión que viene tras largo tiempo meditando el aspecto vocacional y que escojo por la conclusión de poder interceder en la persona, que no manipular, a temprana edad y así poder despertar distinta curiosidad en el niño o la niña por el saber.

Cursé el primer ciclo de filología anglo germánica quedando prendado de William Blake por su honestidad poética, y de todos los posteriores románticos (básicamente anglosajones). No finalizo estudios filológicos por cierto desencanto con el profesorado y empiezo a trabajar en el departamento de románicas donde ejerzo de responsable de la acogida de alumnos procedentes de Asia. Allí, junto a la persona que me mostró todos los caminos que pudo de la literatura (la poeta y profesora Sara Pujol Russell,  con la que estoy perpetuamente en deuda) emprendo un conocimiento más serio y apasionado de la poesía, como valor destacado, aprecio los valores de humildad que se establecieron entonces, ya que es primordial para seguir evolucionando correctamente.

El trabajar allí y en la librería Llorens Llibres (Vilanova i la Geltrú- provincia de Barcelona) me abre camino a un mundo de posibilidades con las que experimentar y conseguir altos grados de fruición (ya sea con las lecturas, ya sea con conversaciones con los clientes o compañeros de trabajo). Hay un sosiego real en lo que refiere a la necesidad literaria y una primera y sólida conformación de la identidad poética.

En lo que refiere a publicaciones he publicado en la revista Salina (Revista de lletres) en los números 18, 19, 20, 21 y 22. En alguna que otra antología menor y en un blog losconvidados.com de un escritor mejicano llamado Antonio Sarabia. He realizado una comunicación en el simposio Elenamente sobre Elena Martín Vivaldi en la Universidad de Granada junto con el colectivo Salina.

De premios: pocos, no suelo presentarme mucho. Finalista del premio Adonáis 2011 y el mismo 2011 gano un premio XII certámen poétic de la Mare de Déu del Miracle (de Cocentaina) por un solo poema de temática religiosa.

Han influido poetas como Antonio Colinas, Rafael Guillén, Vladimir Holan, Rilke, Pessoa, la propia Sara Pujol, Novalis, Delmira Agustini, Elena Martín Vivaldi, Antonio Carvajal, Eugenio de Andrade, Joan Vinyoli, Borges, y un largo etc… También destaco la prosa filosófica de Zambrano y de Gaston Bachelard.

La lista es larga, incluyendo autores como Robert Walser, Magda Szabó, Todorov, etc…

POÉTICA

Escrito está, por sí mismo, el poema. Es una anunciación vigilante que da cuenta de la vida. El poema es la historia escrita de lo que no trasciende en el tiempo, paradoja que revela lo intacto; el misterio encendido. Fin y principio se aúnan al encuentro de océanos que respiren hondo, por nosotros; en todo aquello que merece ser mirado sin temor, porque en este alimento está la revelación. Sufrir la sed es ser consciente de lo recibido. 

POEMAS

M U C H A S G R A C I A S

                           A María Zambrano

LA luz ha cedido en otra luz,

parece escaso y bello por escaso,

pero es la grandeza en la orilla,

que vuelve y dice “pero el amor”.

Sólo quiero aventurarme a contestar

pero el amor es este atardecer.

Todo me envuelve en la capa de lo intenso,

me dejo caer en medio de este baile,

danzo como diciendo la verdad,

al menos una verdad que se queda.

En la orilla abro los ojos

y en los pies me pesa el cuerpo de felicidad.

H Á B L A M E D E C O N S U E L O 

DECÍA al verme, donde el espíritu reposa,

que mis ojos estaban hechos de agua verde,

que parecían querer ser música de luz,

reflejo de rosas.

Ella me preguntaba ¿dónde aplacarás esa sed de alma?

no le pude decir que tenía que ser fuerte para

despertar mañana.

Mis dedos rozaban, entonces, el ángulo de la puerta;

acariciaban el humo, luz que pesa intensamente,

sentía al Señor cerca.

Padecía ebrio de consuelo la nada sobre la nada

y todos los ruidos batían tanto que no se dejaban ver.

L A V O Z Q U E F U I S T E

NO te quiero compartir aunque no existes.

Se me anunciaron tus manos, tu frescura cálida

me decía que no eras nadie, muerte de muslos:

muestra de sombras para empezar de nuevo.

Pero de todos los brillos eres un ser posible

con un fin y para siempre

—sedante del entonces, canción baldía ahora

que tienes el peso en el aire—;

negando y afirmando pieles,

savia del juego del árbol que se ha pensado crecer.

cuanto más te pienso menos tiempo pasa

y los senderos se alinean, gota a gota,

hacia un jardín que se mira a solas.

S U E Ñ O

CANTAN lejos los ánsares por encima de la luz de los

                                                                          [cirios

desde sus mil voces en vuelo firme, en textura firme

nace lo eterno del amor, la contemplación de hombre

que me recuerda lo que tengo.

A veces soy yo el gozo de las hojas que bailan,

a veces recordar el viento me descansa,

a veces se consagran mis penas en una sola alegría

y la luz me da una mirada exacta.

A veces el tiempo me infunde algo

y esa quietud me recuerda lo que tengo.

S I L E N C I O ( T E R C E R A V O Z )

DAME un instante más

y te dejaré las olas vacías de ascensión;

hay quien llena cuando la vida parece escasa y se

                                                               [detiene.

Habla, los ángeles están en el agua:

son las vísceras del mar, esperan.

incluso, las nubes que han mentido, matado

y ocultado el remordimiento están de acuerdo conmigo:

debes hablarme más para entender la creación.

Absueltos de noche, lloraremos, cada uno

en el seno del otro; buscaremos costumbres en la

habitación.

no tenemos que demostrar tanto

—tanto dejar caer la luz en el borde de la sangre—

no tenemos que admitir nada que no sea un broche de

[infinitud,

cerca del fuego,

un hogar donde abrir las vastedades del azar.

dime, sólo dime, acércame más al secreto que quieres,

de retener en retener, de aguilera en aguilera,

de transformación en amor, evidencia en nuestras

[rodillas.

Busco la raíz del manzano en la medida del alma

y no puedo medir la distancia en el llegar lento del

[pensar la llama.

 Del libro Adoración.

NOCTURNO

Bajé a mediar entre la noche

descarnada y el cuerpo del adiós;

cada peldaño ahondaba en una resurrección silente.

Abrí mi propio ser marcándolo con un límite de fuegos: fulgor

medido por unas manos que tanto pueden sostener

el agua de una fuente como levantar la soledad y la miseria

de un rostro que no se contiene.

Así pude evitar el no verme morir

y dejar que mis arterias más limpias

depositen la luz en un gozo

más exacto que yo mismo.

Inédito

Enric López Tuset