Hoy
incorporamos con grata y gustosa delectación en
la sección de poetas invitados de nuestro blog Ancile a Gabriella Santa
Arcinegas, escritora, poeta y ensayista colombiana, para que gusten de sus
excelencias en verso (y prosa, posteriormente incluiremos algún interesante
trabajo suyo en nueva entrada y apartado del blog). La selección de poemas ha
sido llevada a cabo por la también poeta y escritora Jeniffer Moore para la
ocasión. Desde aquí, y con la lectura de estos versos, conminamos a todos a la
búsqueda de los títulos publicados por nuestra admirada Gabriella Santa
Arcinegas pues, en ellos hallarán sin duda lugar de segura fruición literaria y
de no menos satisfacción poética.
GABRIELA SANTA ARCINEGAS
EN POETAS INVITADOS
BIOBLIOGRAFÍA
Gabriela
Santa Arciniegas (1975-) es nieta de Germán Arciniegas, historiador, académico,
diplomático y escritor colombiano. Vive en Bogotá, Colombia. Cuentista,
novelista, poeta, ensayista, traductora. Directora de la Fundación Cultural
Germán Arciniegas, secretaria del PEN Club de Colombia. Graduada de Literatura
en la Universidad Javeriana, especialista en Docencia Universitaria (U. El
Bosque), adelanta maestría en Literatura (U. Javeriana). Publicaciones:
"Sol Menguante" (poesía), 1995, "Awaré" (poesía), 2009.
Participaciones: en "Oscuro es el Canto de la Lluvia" (antología
poesía), 1996, "Granos de Arena" (antología poesía), 1999, Cuentos
Cortos (antología cuento), 2001 y "Señales de Ruta" (antología
cuento), 2008. Finalista en: concurso del Museo Rayo (poesía, 1994, 1997 y
2001), diario El Tiempo, 2001 (cuento), Instituto Brasil Colombia, 2008
(cuento), primer premio en el concurso del Museo Rayo en 2009 (poesía). Docente
y conferencista en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en la Universidad de la
Sabana, en el Instituto Caro y Cuervo y en la Universidad Nacional de Colombia.
Ponente en: JALLA 2008 (Santiago, Chile), LILISE 2008 (Medellín, Colombia),
Universidad de La Sabana 2008-2011 (Bogotá, Colombia), Universidad Javeriana
(Bogotá, Colombia), 2012. Publicará su primera novela a finales de este año.
POEMAS
Tomados de: “Awaré” – primer premio, Museo Rayo, 2008
Y poemas inéditos
SIGUE LA OLA
(POÉTICA)
Escribir es irse del lenguaje.
Sentir la hondura de las palabras
no es apilar cadáveres.
Hay que irse del verbo porque el verbo es tiempo.
Irse del adjetivo, engaño de la luz sobre los cuerpos.
Hay que habitar el sustantivo
sustancia en el corazón de la poesía.
La poesía detiene el tiempo.
Es vacío hondo, ilimitado.
Grieta en las paredes aparentes de las palabras
donde el universo, las moléculas y el alma
son una sola cosa sin nombre.
En esa grieta en que el reloj se detiene
—esa grieta que lleva al nunca y al siempre
grieta más allá de la palabra grieta—
el agua y el aceite
pueden amarse.
La poesía es casi silencio y casi palabra.
No cuenta, no explica, no convence.
No puedes pedirle nada a la sustancia.
Tal vez nadie haya encontrado la poesía.
El poeta es en la poesía
cuando calla.
Sentir la hondura de las palabras
no es apilar cadáveres.
Hay que irse del verbo porque el verbo es tiempo.
Irse del adjetivo, engaño de la luz sobre los cuerpos.
Hay que habitar el sustantivo
sustancia en el corazón de la poesía.
La poesía detiene el tiempo.
Es vacío hondo, ilimitado.
Grieta en las paredes aparentes de las palabras
donde el universo, las moléculas y el alma
son una sola cosa sin nombre.
En esa grieta en que el reloj se detiene
—esa grieta que lleva al nunca y al siempre
grieta más allá de la palabra grieta—
el agua y el aceite
pueden amarse.
La poesía es casi silencio y casi palabra.
No cuenta, no explica, no convence.
No puedes pedirle nada a la sustancia.
Tal vez nadie haya encontrado la poesía.
El poeta es en la poesía
cuando calla.
Tomar la pluma es una dolorosa
partida.
Dibujar la línea de naufragio de las olas
es dejar de mirarla.
Escribir es acogerse a otro oleaje:
el lenguaje
Dibujar la línea de naufragio de las olas
es dejar de mirarla.
Escribir es acogerse a otro oleaje:
el lenguaje
muerto siempre
siempre renacido.
La poesía no sirve para nada.
La poesía es todo.
La poesía no sirve para nada.
La poesía es todo.
Bocas
De una
lengua a otra lengua
sílabas
del desintegrado
fluyente
nombre de
Dios
De una
lengua a otra lengua
el amor
único
puente levadizo
único
Torii posible
Nuestros
pueblos
fueron
dibujados con sangre
labrados
con gritos
forjados
con el odio hirviente de las selvas profanadas
selvas de
cabellos de ala de libélula
de
cabellos de hilos de sol
de cabellos
de musgo de profundidad de cueva
cabellos
por donde no volvió a pasar el viento.
Démosle un
nuevo significado a la palabra historia.
Ya no
cándidas vacas pisoteando flores.
Ya no
perros de ojos filosos
ladrándole
a las moscas por un cadáver de gacela.
La
disonancia de mil lenguas gritando
debe dar
paso a la callada melodía
de una
sola lengua:
la que
lentamente une los escombros
tejiendo
caminos de luz sobre la piel amada.
MINA
En
este campo usurpado a sus dioses
huye
el hombre roto
por
entre flores dentadas
por
entre pirañas de gritos
huye
sin tiempo para la nostalgia
de
sentir la mano de su mujer en el hombro.
Hasta
la soledad le han quitado.
Ha
olvidado cómo era ser hombre.
Sólo
le queda el miedo.
Huye
de la única manera posible:
echando
cuerpo a tierra
sobre
esas flores que él no sembró
sobre
esas máquinas de rapiña.
Cuando
su cuerpo se dispersa en esquirlas
él
vuela hacia la otra tierra
donde
sus pies
al
fin
caminarán
sin miedo.
EL
NOMBRE
Pronúnciame.
Dibuja
con tu lengua el nombre que he olvidado
Cose
con tu saliva los fragmentos de mi alfabeto disperso
sana
con tus besos el dolor de la arcilla hecha cuerpo
borra
con tus manos las lágrimas de mi cara
Graba
con tus ojos las letras que me animan
Grábame
cantos de pájaros de sílabas
de
cascadas de sílabas
Tráeme
a vaharadas
los
silencios cadenciosos de la hierba contra el viento
Ensálmame.
Hasta
que aprenda a ver la luz de tus relámpagos.
Rasga
el orificio de mi boca
Rasga
la boca de la muerte
Haz
de mí un Golem
que
yo
tropezando
entre
vocales recién nacidas
encenderé
las llamaradas de tus ojos.
CERO
Ábrete sémina
libera
la palabra
que es boca y es sonido
la palabra
que al decirse
va urdiendo el
tiempo.
Ábrete párpado
del cero
que es uno.
Ábrete y tiembla
mariposa que se hace
viento.
Abre los ojos de este
mundo sonámbulo.
Demuéstrale al hombre
que la nada
es una hembra
preñada
de ser.
CASBAH 12 M
Es
medio día en la Casbah.
Mi
miedo
y
el miedo de mis enemigos
se
me pega a la ropa
Mi
miedo
pequeña
bacteria agazapada atrás de la mezquita.
Me
aso entre llamas de piedra que no veo
entre
edificios amodorrados
seniles
letárgicos
bajo
el sable de Alá
empuñado
en el centro del cielo.
Esta
o cualquier calle
me
lleva hacia el suplicio
y
aunque mate a mi enemigo
la
daga de Alá seguirá empuñada
en
el centro del cielo.
Los
caminos de Alá son inciertos
pero
el ojo de Alá
espera
en el fondo de todos ellos.
El
ojo de Alá
apenas
se humedece al ver mi camisa
manchada
con la sangre de su enemigo.
¿Y
quién es su enemigo?
El
hombre.
Es
el hombre.
FLOR INFINITA
Esta
flor es lo que encontrarás si me quitas la máscara
No
necesita de tu agua para abrirse
el
agua que la nutre viene de adentro
y
del adentro se va al silencio
donde
no hay nombres
donde
se pudren los sonidos
luego
donde el silencio se vuelve ceniza
y
ahí no hay Dios.
Aun
deshojándose, la flor palpita.
Nadie
la riega
nadie
la ve.
En
el fondo del bosque enmarañado de ruidos
donde
no hay nada
está
la flor sin nombre.
oigan
lo que canta sin labios, sin notas
canta
la Historia
la
Matemática, la Muerte
gira
como el sol verdadero que no gira
que
no es sol ni luna ni vela
pero
hace nacer la luz entre sus dedos.
Esta
flor nace en los pantanos de este mundo
y
en el leve momento antes de abrirse, desaparece.
Mírame
a los ojos, mira mis cuencas vacías.
Mira
cómo se deshoja este cuerpo
que
es puerta y máscara.
Mira
cómo la máscara
es
también la flor.
SOUVENIR
Traigo
en mis rodillas
La
sangre seca
porque
he venido de la guerra.
Traigo
en mis rodillas
La
sangre seca
la
muerte al hombro
y
aún respiro
el
aliento de las viudas
porque
he venido de la guerra.
Traigo
en mis rodillas
la
sangre seca
y
las manos cansadas
de
estrechar el fusil
que
no dice nada
cuando
aprieto el gatillo.
Traigo
en mis mejillas
lágrimas
secas
traigo
en mi boca
saliva
seca
y
en la garganta un grito
que
nunca dejaron salir.
Porque
he venido de la guerra.
La
guerra para mi rey rodeado de geishas
mi
rey que se ocupa en tocar el arpa
mi
rey que no conoce la mudez del fusil
mi
rey que se alimenta de la carne de los muertos.
Traigo
sobre mis huesos
la
carne seca
y
detrás de mis pupilas
la
tierra seca
y
ya no lloro
porque
he venido de la guerra.
LA
VIDA
Es
la vida, la vida, la vida
golpeando
como viento de arena en el alma
la
vida, la vida
la
cotidiana vida
la
vida que parcela el sol entre los cables de luz
la
que entra a puñaladas por la noche insomne
y
germina en un jardín que no sembraste
la
que te deja viva de repente
contemplando
el cadáver de tu infancia.
ARMERO
(A
Soledad Santa, a Omaira y a los 8.000 durmientes)
Yo
te llamo, Soledad
bella
estatua de lava, de barro y de llanto
escondida
bajo 10 metros de río inexistente
tráeme
a Omaira, la niña de ojos de enigma
que
una mañana fue llamada a sentarse
en
un pupitre de escombros
rodeada
de niños mudos
entre
las lágrimas hondas de la montaña
ven
con los dedos arrugados
con
el aliento quemado por una madrugada que se derramaba
leche
roja
oro
derretido
por
la teta febril
de
la tierra
vengan
montadas sobre los caballos
que
brotan de la tierra entre las nieblas nocturnas
urdidos
lentamente por el canto de los grillos
para
pastar una hierba que ya no acaricia el viento
traigan
a la muñeca que no despertó del sueño
vengan
con los 8.000 durmientes
acallen
los gemidos de los mutilados
habitantes
de esta Pompeya
de
esa ciudad sarcófaga
salgan
del vientre de la bestia
salgan
del gran caldero
Estoy
esperando
que
un día
como
dijo el sabio
el
fuego las devuelva
con
ojos recién nacidos
mirada
antigua
y
boca hechicera
como
en los cuentos de los abuelos
pero
no salen
sino
por entre mis lágrimas ardientes.
EMBOLIA
Me
ausculto los ojos
buscándome
ángeles al fondo
huelo
sus diminutas plumas
blandiéndose
en mi sangre
ebrios
cayeron de no sé dónde
ebrios,
desconociendo este mundo
ebrios
andaban los ángeles
cuando
olvidaron sus sandalias oscuras
en
mis regiones más transparentes.
Gabriella Santa Arcinegas
La poesía de Gabriela Arciniegas devela universos plenos de belleza. Leerla es encontrarse con la Poesía y recibir esa luz radiante e inconfundible. Gracias, Francisco Acuyo por la publicación y gracias poeta Gabriela Santa Arciniegas por su talento y su maravillosa poética.
ResponderEliminarSaludos cordiales!
Jeniffer Moore
Miami, FL USA
Una talentosísima poeta, en plena juventud, en crecimiento, con un curriculum amplio y rico. Maneja la poesía inteligentemente, con matices filosóficos, líricos, emotivos. Ese poema titulado "Cero", me encanta especialmente. Sin lugar a dudas, lleva el ángel de las Musas todas. Un abrazo y muchas gracias por traerla.
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