Para la sección, De la métrica celeste, del blog Ancile, incorporamos un nuevo texto que lleva por título; Notas y aproximaciones métricas nuevas sobre el desvío del precepto; es un fragmento de un apartado de la métrica que estoy preparando y que espero editar a no pasar mucho tiempo.
NOTAS Y
APROXIMACIONES MÉTRICAS
NUEVAS SOBRE EL
DESVÍO DEL PRECEPTO
Si, como advertíamos,[1]
nuestro concepto de estructura métrica del verso pasaba por ser orgánica,
compleja, dinámica, no lineal…,[2]
y si el movimiento y vivacidad forma parte de su naturaleza, hemos de
considerar, en virtud de esta, su singular albedrío como potestad
verdaderamente abierta, vivaz y decididamente imprevisible. El cómputo
estructural del verso, si bien se rige por el logos racional de su
contabilidad, este puede operar irracionalmente de manera, si no excepcional,
sí muy especial, esto lo comprobamos cuando nos encontramos ante o violación o la
ruptura de la norma perceptual del verso que de consuno se tiene como reglada
para una óptima eufonía del verso. La operación de recuento y selección de los
componentes que estructuran cada verso (número de sílabas, pausas, acentos…)
conforman el conjunto característico de cada unidad que compone el poema (insistimos,
el verso) y que tienen un papel crucial en la conexión y eufonía del mismo;
como decíamos, pueden verse (singularmente) superados o conculcados por
necesidades expresivas o de ampliación del campo semántico y de pensamiento que,
en un momento preciso, y para la mejor elocuencia del conjunto poemático, el
instante poético diría exigir. Así, el verso, mantiene una rara armonía que
pone en evidencia que el ser estructural
del mismo es uno y múltiple en su cantidad rítmica y armónica, aunque esta sea,
por la configuración y preceptiva métrica cerrada estrictamente (como es el
caso de composiciones que utilizan el mismo tipo de versos, por ejemplo el
soneto y su composición endecasilábica del mismo en sus distintas y muy ricas
variedades).[3]
El
acto de reunir y contar en poesía (métrica), decíamos, es deudor del logos
racional del cálculo, de la medida y la relación, acción que lo emparenta de
manera evidente con la misma matemática y, por tanto, debe necesariamente ser
incluido como objeto peculiar de episteme,
de conocimiento. Sin embargo, el desvío[4]
de la norma –de cálculo y contabilidad- expone un hecho (que asumido por la
disciplina científica y también) por el arte y ciencia métrica, habla de la
enigmática y paradójica armonía entre ese logos
racional de exactitud, y aquella otra frontera, nada clara, desordenada,
irracional, que diría la vincula (en su rara demarcación) con el mundo hondo y
oscuro del mito y de las emociones más profundas (que, a su vez. lo relacionan
con el lenguaje recóndito y enigmático mediante el que hablan de manera
insondable los dioses más antiguos), vínculo, decimos, mediante el cual, acaso,
el número obtiene una especial realización (en poesía es clara) armónica o
eufónica vinculado al lenguaje poético.[5]
La
organicidad del poema se obtiene, al igual que su estructura eufónica, de la complejidad
de la vida misma que lo configura, y que puede expresarse de manera única en la
diversidad y multiplicidad creativa que la potencia. Por eso no es extraño
encontrar en grandes maestros esa dilación o relajación o tensión extremas en
casos singulares de desvío en el número que construye las diversas relaciones
métricas del verso y que rompen la norma o la preceptiva de su uso[6].
Es así que, con no rara frecuencia, sobre todo en la alta poesía, encontramos
que los significados estén en relación numérica (o razón matemática) con los
componentes estructurales métricos del verso o versos que conforman el poema. [...]
Francisco Acuyo
[1] Acuyo,
F.: La proporción en lo diverso….
Universidad de Granada; Edt. Jizo, versión corregida y aumentada; Las cuentas del perenne poético…. (en
prensa).
[2] Ibidem.
[3] Véase la
casuística traída al caso en la anterior bibliografía.
[4] Decíamos sobre el concepto de desvío: (Acuyo, F.: La proporción en lo diverso, p.85:)
«El isomorfismo poético es una prueba palpable de que el mundo que
acontece no funciona al albur de una dinámica equiprobable6 en cuya
realidad se manifiesten un conjunto vacío de leyes, las cuales se vendrán a
traducir como restricciones que llaman la atención para advertir finalmente que
no todo vale para acceder a la realidad de su naturaleza. Pero no deben
entenderse aquellas prohibiciones como simples normas deterministas que puedan
anticipar o predecir la realidad especial del fenómeno poético. La necesaria
incertidumbre que cabe observarse, por ejemplo, en la transgresión de la norma
métrica —desvío—, en momentos concretos del poema (intensidad emocional,
lírica) nos avisa de un grado de inexcusable incertidumbre, mas no significando
forzosamente la conculcación general de aquellas leyes que garantizan la
conservación de aquellas magnitudes que dan cuenta de la globalidad —u
organicidad— del fenómeno poético».
[5]
Recordemos que el uso normal -y
su razón lógica gramatical- de la lengua, también advierte de una posible
deriva semántica y que afecta y manifiesta en el lenguaje poético, en forma de
desvío -el lingüístico-, lo cual hace de la poesía un lenguaje especial, que
acaba también revelándose fuertemente vinculada a la especialidad de su número
métrico.
[6] Acuyo, F.: Fundamentos de la Proporción en lo diverso, Ejemplos y
casuística, p. 337 en adelante. Ejemplos con versos con un grado de desvío
considerable en Garcilaso, Góngora, JRJ, Aleixandre o Lorca. Véase unos cuantos
caso en Garcilaso, con la dura colisión de algunos de sus endecasílabos.
por vos he de morir // y por vos muero.
—2ª—(3)ª——-6ª————[9ª-10ª]
Basten las que por vos // tengo lloradas.
1ª———————[6ª-7ª]————-10ª
Mi vida no sé en qué // se ha sostenido,
———2ª—––[5ª–––6ª—][–––7ª]——–10ª
si no es en
haber sido yo guardado
———2ª—–—[5ª-6ª]—8ª———10ª
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