La luz de la azucena, la voz de ti venida, es el título de esta última entrada del blog Ancile para la sección Poesía, dedicada a la tristemente desaparecida periodista Elia Rodríguez.
LA LUZ DE LA AZUCENA,
LA VOZ DE TI VENIDA
A la voz, luz de humanidad,
de la inolvidable Elia Rodríguez
SI la voz a ti debida
es de luz, en la azucena
florece como la imagen
que la música tutela.
Voz o luz para la piel
de nuestra memoria queda
en la claridad sonora
que, si no ilumina suena.
Nunca habitará el olvido
donde reside perpetua
la armonía del fulgor
que en tu voz, luz nos
recuerda.
El instante ya no es tiempo,
el movimiento es luciérnaga
que deviene con la música
eterna reminiscencia.
Veo en tu voz familiares
(que la eternidad sustenta)
las almas contigo vivas
de quienes amé y en la
pérdida
por siempre creí olvidadas;
allí escuché (y vi) el
emblema
fraternal de la confianza
que una voz en la azucena,
si es la voz a ti debida,
arde vibrante en la estrella
que de noche nuestro espíritu
en sus acordes contempla.
Francisco Acuyo
No hay comentarios:
Publicar un comentario