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martes, 22 de febrero de 2022

INFORMACIÓN, INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y SINESTESIA

 En este nueva entrada para la sección de Ciencia del blog Ancile, traemos un nuevo fragmento de otro capítulo sobre la temática de la sinestesia, esta vez bajo el título: Información, inteligencia artificial y sinestesia.



Información, inteligencia artificial y sinestesia. Francisco Acuyo


INFORMACIÓN, INTELIGENCIA 

ARTIFICIAL Y SINESTESIA

 

Miran si ver y oyen sin escuchar ni entender.

Mateo 13, 13

 

Percibimos objetos y entendemos conceptos.

la comprensión es una clase diferente de percepción.

 

 

Kurt Gödel

  

La reflexión sobre la información que aporta la sinestesia, en distinción de la información lógica aportada por la inteligencia artificial, me llevó a extraer una serie de conclusiones que hubieron de abrir, si ya no la había antes, un verdadero abismo, tal es así que aún hoy no se entibia entre ambas informaciones el encono. Si, como todo parece indicar ¿el soporte? físico de la mente (cerebro) no tiene ningún software al uso genuino informático, hace de esta ausencia fundamento y de su dinámica algo en verdad extraordinario y fascinante. Pero también indicaría que lo aleja de las más punteras investigaciones y revelaciones del dominio de la computación. Esta última aproximación hace que se extienda (frente a la que mantiene una opinión contraria) que la mente y su producto fundamental que suponemos que es la conciencia, no puede entenderse (y hay quien no gustan estas expansiones) en términos estrictamente físicos, no obstante, de las corrientes del nuevo conexionismo.[1]

También es evidente que el funcionamiento lógico de la máquina computacional, ha influido poderosamente en la creencia de que nuestro propio pensamiento es básicamente lógico y racional, cuando en realidad, muy bien puede ser todo lo contrario. Lo cual puede llevar a confundir conceptos como el de conocimiento y memoria que, a su vez, ponen de relieve la diferencia entre la gestión y almacenaje de datos, y otra bien distinta, cual es la interpretación activa e integral de la información que podamos entender y compartir. No obstante, es conveniente entender que el hardware (soporte físico

Información, inteligencia artificial y sinestesia. Francisco Acuyo

corporal) tiene una imagen de sí mismo que está adherida íntimamente a nuestro cerebro, pues, mentalmente vive y sobrevive, incluso cuando los sentidos incluyen información que la contradicen (recordamos el fenómeno extraño del miembro fantasma),[2] como no queriendo abdicar de su real y corporal alcurnia.

                Parece claro que, a la luz de aquellas reflexiones sobre el papel activo de la mente (decíamos en los procesos sinestésicos), y la relación con la posesión y movimiento de ingentes cantidades de información por una computadora serial, cabe inferirse, entre otras importantes conclusiones, que el conocimiento es un proceso, y que la memoria es razonamiento.[3] A partir de aquí podemos buscar parentesco y diferencias entre el funcionamiento de nuestra mente y el de la máquina computadora. En cualquier caso, también podemos entender que la dinámica mental obedece más a una marcha orgánica, viva, capaz de crear y sostener los gérmenes creativos que habrán de gestarse y brotar como consecuencia de esa dinámica, que como un mecanismo que trabaja con datos lógicos e información completa.

                Prosiguiendo con este breve pero rudo abordaje a tan viejo[4], pero actualísimo debate[5], añadiré que la cuestión es que en el territorio de la realidad en el que nos movemos y vivimos, adjuntos a esta información que apercibimos a través de ellos, se ofrece de manera caótica y portando una naturaleza imperfecta y, desde luego, casi nunca completa. Uno de los fenómenos más interesantes para confrontar la disrupción de las nuevas tecnologías de la información y los procesos de conciencia sensoriales sin duda es la sinestesia.

                Antes de entrar en la posible (casi segura) confrontación (que para muchos sirve de eterno alimento) entre el campo de la sensación y la información lógica, queremos incidir en la huella que provoca en la mente del perceptor e intérprete las sensaciones. No obstante, queremos aclarar, insistir y reconocer abiertamente, el progreso, desarrollo y mejora de nuestra civilización en cuanto que potencia y acrecienta nuestras capacidades intelectuales estos sistemas de gestión, acopio y manipulación de información, así como su capacidad para procesar símbolos de cualquiera índole, plenamente competente para procesar proposiciones y enunciados. Aunque sí que cuestionamos el optimismo de Turing (y muchos de sus seguidores de entonces y de ahora) a creer y prevaler la lógica, porque esta sea lo suficientemente general para simular el pensamiento humano,[6] al menos hasta que no descubramos las leyes universales que pudiesen servir de fundamento a la inteligencia humana, para ser adecuadas así mismo a la inteligencia artificial.


Francisco Acuyo



[1] Este movimiento quiere poner de relieve la importancia del cerebro en el dinamismo de la mente, aunque no nos exige que creamos que la mente es un epifenómeno exclusivo del cerebro.
[2] Personas amputadas, cuyos miembros inexistentes siguen causando dolor, estudiado ampliamente por Ramachandran, V.S. y Blakeslee, en ob. cit.
[3] Campbell, J.: La máquina increíble, Fondos de cultura económica, México 1994, pág. 17.
[4] Ciertamente subyace el antiguo debate dualista, el cartesiano acaso el más célebre, entre la mente y el cuerpo.
[5] Redivivo hoy a tenor de las controversias creadas al emparentar el cerebro con la máquina de computación de datos.
[6] Ibidem, pág. 33.



Información, inteligencia artificial y sinestesia. Francisco Acuyo


viernes, 18 de febrero de 2022

SINESTESIA Y LA TEORÍA DEL LENGUAJE

Siguiendo el hilo de anteriores post sobre el tema, publicamos un nuevo fragmento sobre la temática de la sinestesia, todo para la sección de Ciencia del blog Ancile. Esta vez bajo el título, Sinestesia y teoría del lenguaje.


Sinestesia y teoría del lenguaje. Francisco Acuyo


SINESTESIA Y LA TEORÍA DEL LENGUAJE

 

 

La semilla crece de lo invisible.

La consciencia es su tronco.

Sus huecos interiores son los sentidos.

Sus ramas son los grandes elementos.

Los objetos de sus percepciones sensoriales son sus brotes.

 

Mahabharata

  

Hay otros mundos y seres racionales de una clase

diferente y superior… Estos seres superiores están

conectados a los otros por analogía, no por composición.

 

Kurt Gödel

 

  

La sinestesia pone en evidencia, además de sus ardides y halagos que son menester para rendir con rara elocuencia la voluntad del que la percibe (y a mi juicio no solo en el ámbito de la teoría clásica del lenguaje, acaso en todas aquellas ciencias y artes que se han visto afectadas por su utilización y fenomenología), que no es suficiente con la apreciación al uso o superficial del lenguaje que se atiene al habla común o escritura normativa, ante todo porque se relega el conocimiento de las propiedades más profundas, sustanciales y fundamentales del mismo. Dicho lo cual, hemos de reconocer que la aspiración de Hobbes por esterilizar el lenguaje de cualquier ¿excrecencia? retórica, sobre todo de rango metafórico, a la ciencia, pervive aún en nuestros días, pero, a mi juicio, sin mucho éxito en realidad, porque es frecuente que el científico la use como prueba de elocuencia y entendimiento pues descubre las más de las veces un rastro claro de provecho.

Sinestesia y teoría del lenguaje. Francisco Acuyo
Aquella intención de extirpar cualquiera rasgo de significación con los signos por excelencia del lenguaje matemático, los números. De hecho, ese afán de purificación del lenguaje científico matemático lleva a atender a los números como taxonomías que centran su atención en los mismos números, aunque estos, por sí mismos no precisan gran cosa, instigando a la ciencia a parecer más un catálogo de datos que a al ejercicio de inferencia[1] que con rigor le corresponde. ¿Hasta qué punto esta tendencia no sería extrapolable al uso de la palabra como unidad fundamental para articular el lenguaje? En cualquier caso, el lenguaje tiende a estar en conexión muy directa con la subjetividad del individuo
que lo articula, con toda la manifiesta ¿impureza? que conlleva su uso, si se impregna con total naturalidad de toda suerte de excrecencias comparativas, analógicas y metafóricas. Además, hemos de entender que las palabras están en nosotros y la circunscripción de lo exterior y sus significados cambian con el tiempo y el lugar, amén de que cada palabra tiene diferentes significados según el contexto,[2] y es que el lenguaje no es privado[3], porque este está vivo en virtud de su interacción entre individuos. Por eso incluso las abstracciones más puras pueden ser percibidas así:

Todas sus palabras

Recién nacidas […]

En círculo.[4]

                Hacemos un breve inciso para decir que, en cuestiones de lenguaje matemático, mucho tuvo que ver al respecto la filosofía de Wittgenstein,[5] facilitando la idea de las matemáticas como un sistema de técnicas para la manipulación de los signos que la componen, fuera del dominio de los conceptos y objetos platónicos, llegando al extremo de precisar que los datos en el espacio lógico son el mundo, llegando a proclamar que una pintura presenta una situación en el espacio lógico,[6] al margen totalmente de cualquiera significado. En cualquier caso, todo intento de crear un sistema de axiomas de fórmulas en un lenguaje puro (Hilbert) acabaría en fracaso, así, este formalismo en el que dominaba la sintaxis aventaja relegaba a un segundo plano la semántica, positivismo que se vería abandonado por las mentes más preclaras del siglo XX con Einstein y Gödel a la cabeza. La consistencia y no la verdad hubo un momento en que estableció su preponderancia[7] y su formalismo quiso imponerse en la ciencia, pero también en la filosofía para influir en el arte, en la música y en la misma lingüística. Visión aséptica y desorbitada que no puede casar en modo alguno con lo que el lenguaje sinestésico aporta y significa, que asiento y encaje natural del ingenio y la belleza la sinestesia en lenguaje poético encarna y simboliza.


Francisco Acuyo



[1] Broca, P.: The panda’s Thumb, Norton, Nueva York, 1980, pág.152.
[2] Hustved, S.: ob. cit. Pág. 240.
[3] Witgenstein, L.: Tractatus logico philosophicus, Alianza editorial, Madrid, 1980.
[4] Martín Vivaldi, E.: ob. cit. pág. 77 y 78.
[5] Ibidem.
[6] Ibidem.
[7] Yourgrau, P.: Un mundo sin tiempo, Tusquets, Barcelona, 2007, pág. 78.
 



Sinestesia y teoría del lenguaje. Francisco Acuyo


martes, 15 de febrero de 2022

BITS, CÚBITS.[1] LA INFORMACIÓN SEMIÓTICA DE LA SINESTESIA

 Para la sección de Ciencia del blog Ancile, traemos un fragmento del trabajo sobre la información sinestésica de próxima publicación. Está recogido para el título: Bits, cúbits, la información semiótica de la sinestesia.


Bits, cúbits, la información semiótica de la sinestesia. Francisco Acuyo



BITS, CÚBITS.[1] LA INFORMACIÓN 

SEMIÓTICA DE LA SINESTESIA

 

No dejes que el engaño derribe el asiento

de tu consciencia y te haga creer que

cualquier cosa que ves, la infinidad de

seres mortales que te rodean,

tiene otro origen.

 

Empédocles

  

La misericordia de Dios protege a las

 matemáticas de ahogarse en mera técnica.

 

Simone Weil 

  

La sinestesia poética, si bien conseguida, al poeta, advertíamos entonces, le pareció ser muy apropósito para expresar y sugerir, porque resultará hermosa y sugerente en todo extremo. Causará extrañeza al no avisado, y serán sus excelencias bastantes para llevar a la reflexión intensa al apercibido de su grata y profunda expresividad. Mas, esa percepción de belleza y sugerencia no es adorno baladí. Es fuente singular de información. La sinestesia (sea o no metafórica) goza de aquel valor epistemológico que ya advertía Nietzsche respecto a la misma metáfora, en tanto que, amén de sus facultades estéticas indiscutibles, supone una gran ayuda para el redescubrimiento de la realidad, si es que aporta especial disposición para elaborar imágenes vivas en relación con el mundo.[2] Lo que ya intuía el gran filósofo alemán era, ni más ni menos, que las metáforas son muy anteriores a la lógica (dualista mente-cuerpo).[3]

Dicho esto, ¿no estamos cayendo en una grave contradicción, si el concepto de información[4] se asienta hoy día en un sustrato lógico matemático?  Pero, ¿esa información es o puede ser considerada tal y cómo se estima cualquiera otra en el ordinario territorio de la comunicación o el específico de la semiosis? ¿Es susceptible de entendimiento igual que cualquiera otra información de habitual recurso? Y otra interrogante de capital importancia: ¿Es la información el marco ideal mediante el que podemos explicar los fundamentos de la realidad? O: ¿Es la información el lenguaje de la naturaleza? La cuestión es que cuando es acertada la sinestesia no se han de hallar palabras con que encarecerla, que tratar de explicarla quizá no alcance más que de adorno o esmalte de sus espléndidas y profundas cualidades.

Bits, cúbits, la información semiótica de la sinestesia. Francisco Acuyo

Así pues, saber cuál es el concepto de información[5] a manejar es básico en cualquier propósito expositivo para establecer si hay o no información deducible de la sinestesia.  Deberíamos interrogarnos en principio sobre si la información es una abstracción fundamentalmente matemática, puede englobar la realidad sensorial fisiológica, que es en definitiva a la que se vincula cualquier proceso sinestésico,[6] no en vano será, porque el retrato sinéstesico es siempre muy íntimo, por ser el del alma de quien lo suscribe. Desde este mismo instante encontramos serias dificultades para hablar de la información en los términos al uso que se hace en la actualidad.

En la circunscripción práctica de lo ordinario, la información se apercibe y se data e interpreta con relativa facilidad, y su concepto llega donde llega el alcance que se quiere extender por ella. Así las cosas, lo primordial sería saber cuáles sean las unidades básicas[7] de información en un proceso normal de percepción (en principio, no sinestésico), pues son fundamentales para establecer estas o aquellas relaciones de significado. El sonido de un timbre a una determinada hora (salir o entrar a clase), el color de un semáforo (para detenerse o seguir adelante…), son para los receptores señales cuyos significados entienden con facilidad. Son, por tanto, signos básicos basados en códigos evidentes para una determinada información (en este caso, podemos definirlos como bits[8]; por ejemplo: el color rojo nos dice que no debemos pasar, el verde, que el paso está expedito) que nos remite a un determinado proceso de acción previo a su reconocimiento.


Francisco Acuyo



[1] ¿Sería disparatado hablar de qualiabits?
[2] Acuyo, F.: Sinestesia y la genealogía del fenómeno poético, blog Ancile, https://franciscoacuyo.blogspot.com/2010/11/sinestesia-y-la-genealogia-del-fenomeno.html?spref=fb&fbclid=IwAR1Bt5E3vGv176SNJMc-XDWS92kqeZ73qPdjs2AsXvPNZmoegAyaWaL4ijI
[3] Recordamos que la sinestesia se la relaciona habitualmente con la metáfora (y otras figuras), pro que no necesariamente tiene que ser una metáfora.
[4] Etimológicamente, informatio; (in, a dentro, forma, figura, imagen, tio, sufijo de acción y efecto), como acción y efecto de dar noticia, queda extrapolada o fuera del radio de acción del significado predominante impuesto por la concepción lógico matemática del mismo.
[5] A día de hoy el concepto de información que se maneja es el matemático que expresa que la información es un acontecimiento proporcional al logaritmo de la inversa proporcionalidad de que ocurra: I = log 1/p. Se deduce que la información es una función que es producto de dos probabilidades cuya suma sea igual a la suma contenida en los acontecimientos individuales. Así pues, la información pasa a depender del agrado de probabilidad de que dichos acontecimientos se produzcan.
[6] Hoy día la información aparece emparentada con la computación y la retroalimentación como una vía de conocimiento incuestionable, incluso por encima que cualquier saber sensorial obtenido mediante los pertinentes sentidos que contiene nuestro cuerpo, llevando el concepto de información al ámbito de la abstracción sin ninguna relación con lo material biológico y descontextualizada con el entorno. Es por todo esto que encontramos nosotros una será dificultad para recabar y explicar la información sinestésica en estos términos, y mucho menos para encontrar algún significado en ella.
[7] Tratadas como códigos que interpretarán los signos sobre los que hallar significados.
[8] Si, unidades mínimas de información susceptibles de contenerse en un dígito binario (0-1).




Bits, cúbits, la información semiótica de la sinestesia. Francisco Acuyo


martes, 8 de febrero de 2022

CONJETURA DE LOS NÚMEROS PRIMOS

 Para la sección de Poesía del blog Ancile, traemos un peculiar poema que lleva por título: Conjetura de los números primos.



 

CONJETURA DE LOS NÚMEROS PRIMOS

 

 

Conjetura de los números primos. Francisco Acuyo

 

   773,

787,

797 …

en sueño recurrente una y otra vez

iteran su recuento,

las cifran al jazmín

que orea entre los pétalos sin cuento

y pueblan los macizos del jardín.

 

   Del 29 al 929:

¿no oís la melodía del venero

que una vez fuese silenciosa nieve?

                              

   ¿Y el espejo del agua imaginario

que refleja la realidad

no escucháis? ¿Y entre las flores la verdad

por el verbo jamás contada?

                                                   Pero,

¿y el ritmo de los números vicario?

 

    ¿Aún no percibís irracional

el número inexacto que completa,

entre un lirio y otro natural,

donde habría la rosa al florecer

de interpretar su música secreta?

 

   Sabed pues, que el espíritu es real,

que la nada tomó forma en su ser

para que así escuchásemos aroma,

o color, o sabor original

que en la materia cuerpo toma.

 

   Los pétalos contad,

contad las gemas que en la fuente

de este jardín rutilan;

ved la exactitud y ambigüedad

de su recuento y cómo así se instilan,

despacio o de repente

cada gota de música cifrada

de quien escucha, y cómo cada

ritmo conforma vívido existencia

en la fuente, en la flor, por ser conciencia.

 

  

 

Francisco Acuyo



Conjetura de los números primos. Francisco Acuyo


 

 


SENTIDO Y SIGNIFICADO EN LOS DOMINIOS DEL SIGNO MATEMÁTICO

 Para la sección de Ciencia del blog Ancile, traemos un nuevo post que prosigue indagando por los significados del signo, esta vez bajo el título: Sentido y significado en los dominios del signo matemático.



SENTIDO Y SIGNIFICADO


EN LOS DOMINIOS DEL SIGNO MATEMÁTICO




Sentido y significado en los dominios del signo matemático. Francisco Acuyo



 

El aspecto práctico de cualquier semiosis es esencialmente reconocible, así, el signo matemático está radicado desde los griegos como un saber por qué, para deducir posteriormente un para qué de dichas aproximaciones a la relación de sus signos con los objetos a representar. En  la semiótica general se advierte la importancia de las relaciones entre diferentes lenguajes, función que nosotros tratamos de compartir buscando analogías y diferencias entre el signo matemático y el lingüístico, sobre todo para incidir en la cuestión de los significados que, en matemáticas parecen descuidarse por mor de su aplicabilidad y sus aportes a la tecnología, instrumentalismo que no deja de llamarnos la atención, porque las derivaciones del significado que puedan extraerse de muchas de las semiosis en este territorio de las matemáticas pueden ser de gran interés en otros dominios del saber humano, pero que, como acaso no interesan  directamente el ámbito metodológico de lo estrictamente científico, tienden a obviarse con demasiada alegría.

                Es interesante observar que esta tendencia instrumentalista también ha sido absorbida por la propia semiótica, obsesionada por establecer los potenciales contactos entre los signos y el mundo que quieren representar, teniendo como principal consecuencia (elevando el rigor retórico en la teoría de la significación)[1] el olvido sobre el sentido o el provecho, conveniencia y oportunidad de los signos. No obstante, como interesados en los objetos semióticos, sobreviene una interrogante nada baladí sobre la naturaleza de los objetos semióticos matemáticos, naturaleza que en el ámbito de la lingüística son fácilmente reconocibles, si los evidenciamos en el mismo lenguaje o en el relato o en la imagen. En matemáticas, el objeto primordial serían los números (y ciertos tipos de imágenes geométricas, topológicas…) deducibles de aquellos, sin embargo, no está del todo identificada su jurisdicción, al margen de las matemáticas aplicadas, cuya representaciones sobre la realidad del mundo son incuestionables. No sucede lo mismo en el dominio de las denominadas matemáticas puras (si es que esta denominación puede ser absolutamente correcta).

Sentido y significado en los dominios del signo matemático. Francisco Acuyo

                De hecho, las matemáticas aplicadas a la física, en muchos casos, son difíciles de extraer los potenciales objetos semióticos (véase sobre todo en la física de partículas, cuya complejidad y abstracción ponen en duda la misma realidad física convencional), no obstante, de ser aquellos objetos numéricos matemáticos que puedan considerarse propios para una correcta semiosis general, sí encuentran parentesco con la semiosis, pongamos por caso lingüística, ya que sobre todo son susceptibles para una descripción y una explicación de lo que pretende representar, y en modo alguno quieren generar precepto determinista, como acaso sí sucede en el ámbito de la aplicación numérica de las ciencias físicas clásicas. Por todas estas circunstancias será que la complejidad de entendimiento y descripción del signo matemático se hace especialmente singular.

                Lo cierto es, en fin, que en este ámbito matemático y científico será donde, de manera muy particular, no se plantea una capital interrogante, que tiene que ver en cómo es que tiene lugar el sentido que dará significado a esos signos, amén de tampoco dárselo en el dominio de aquellas cosas que trata de explicar representándolas mediante el despliegue sígnico riquísimo que tiene en sus instrumentos matemáticos, plateándose en rara ocasión preguntas como: ¿Qué significa utilizar este o aquel signo matemático? ¿De dónde viene el sentido lógico y epistemológico de sus signos? ¿es la realidad la que determina las leyes y normas de su lenguaje, o es precisamente al contrario?.

                Todas estas y otras muchas interrogantes son las que nos animan a investigar esas relaciones entre los signos y la realidad del mundo. Seguiremos indagando y ofreciendo reflexiones varias sobre este y otros asuntos análogos en el blog Ancile.

 

 

 

Francisco Acuyo

               



[1]Klinkenberg, J.M.: Manual de semiótica general, Bogotá, 2006,  pág. 26.



Sentido y significado en los dominios del signo matemático. Francisco Acuyo




viernes, 4 de febrero de 2022

LA CIUDAD ILUSTRADA Nº14, CON ANTONIO CHICHARRO CHAMORRO

 Para la sección de Noticias del blog Ancile, traemos hoy la primicia de la presentación del número 14 de La ciudad ilustrada, de Entorno Gráfico Ediciones, dedicado al profesor, investigador, crítico y escritor Antonio Chicharro Chamorro. El acto tendrá tendrá lugar el día 11, viernes, de este mes de febrero, a las 19.30 horas en la sede de la librería Picasso, en la calle Obispo Hurtado. Intervendrán en el acto el editor de Entorno Gráfico Ediciones, José Antonio Rodríguez y el poeta Francisco Acuyo, quien conversará con el ilustre invitado de este pliego. En este post mostramos uno de los texto de dicho pliego.


La ciudad ilustrada nº 14, Antonio Chicharro Chamorro
Fotografía de Francisco Fernández


LA CIUDAD ILUSTRADA Nº14, 

CON ANTONIO CHICHARRO CHAMORRO



La ciudad ilustrada nº 14, Antonio Chicharro Chamorro



Francisco Ayala, una institución[i]




 

La ciudad ilustrada nº 14, Antonio Chicharro Chamorro


Poca duda cabe de que el escritor granadino Francisco Ayala es, entre nosotros, una institución, es decir, que posee un prestigio debido al conjunto de su plural obra y a la trayectoria ejemplar de una vida que ha transcurrido por la casi totalidad del convulso siglo xx llegando felizmente a nuestros días. Estas circunstancias, a las que ha de unirse el hecho de, como él mismo ha dicho en varias ocasiones, se haya “sobrevivido” hasta poder celebrar en el año 2006 el centenario en vida, han hecho que su figura de escritor haya saltado más allá de sus lectores habituales provocando además la necesidad de proceder con él y con su obra a otra clase de institucionalización.

            Me refiero a la institucionalización que supone la dotación de una muy noble sede para la fundación que lleva su nombre, una fundación que tuvo sus comienzos años antes del centenario, en 1998, y en la que tanto esfuerzo pusieron las universidades de Sevilla y de Granada y, más concretamente, los profesores Vázquez Medel y Sánchez Trigueros. Pues bien, fue el día 19 de marzo de 2007 cuando, con la presencia del propio Francisco Ayala, se procedió a la inauguración de ese espacio cultural, de esa nueva sede que materializaba así ante los ojos de nuestra sociedad la importancia y el prestigio a que acabo de referirme, pues no debe olvidarse que una institución así constituye un instrumento social que viene a asegurar la conservación, difusión y memoria de una obra y de un escritor cervantinamente ejemplares. No en balde la Fundación Francisco Ayala (FFA) tiene por objeto “custodiar el legado creativo, intelectual y material de Francisco Ayala y promover el estudio y la difusión de su obra como precursor de la renovación de la prosa española de vanguardia, la narrativa y el ensayo del exilio, el pensamiento social y la teoría y la historia literarias”, asumiendo la apuesta ética de Francisco Ayala en defensa de la libertad, entendida como patrimonio individual y compromiso social.

            El palacete de Alcázar Genil, antigua almunia propiedad de la familia real nazarí, mandada construir a comienzos del siglo xiii en las inmediaciones del río Genil, aunque profundamente restaurada en los siglos xix y xx, ha sido destinado a albergar la Fundación Francisco Ayala. El soleado día de su inauguración constituyó, entre naranjos, una fiesta de la cultura de Granada en la que estuvieron representadas las diversas instancias políticas y sociales. Nuestro centenario escritor había logrado el consenso de instituciones y personas.

            Pues bien, allí se guardan los particulares instrumentos que dan sentido a esa institución: libros, objetos y documentos personales, además de una biblioteca, esto es, los signos de una vida entera al tiempo que la condición de la memoria. Allí se custodian tanto las primeras como las más recientes ediciones de libros fundamentales como Los usurpadores, La cabeza del cordero, Historia de macacos, Muertes de perro, El jardín de las delicias y Recuerdos y olvidos, esperando la resurrección lectora y la inteligencia de los investigadores.



Antonio Chicharro



[i]“Francisco Ayala, una institución”, Anuario Granada 2008. Crónica del año 2007, Granada, Asociación de la Prensa de Granada, 2008, pp. 102-103. 



La ciudad ilustrada nº 14, Antonio Chicharro Chamorro



miércoles, 2 de febrero de 2022

ELLA, DE CARMELO TRENADO TORMO

 Para la sección de Noticias del blog Ancile, traemos un nuevo post con la primicia editorial titulada,  Ella, del artista y profesor Carmelo Trenado Tormo, con textos y obra del mismo autor y un poema del poeta Antonio Carvajal para la ocasión, y todo ello editado por Entorno Gráfico Ediciones , en una edición en rústica de tirada comercial normal, y otra como libro de arte que consta de cincuenta ejemplares numerados y cinco pruebas de artista numeradas en romano y lleva el poema y la cita de Antonio Carvajal, con el texto de Trenado y ocho ilustraciones del artista, intervenidas y estampadas en tres y cinco tintas por Christian M. Walter, sobre papel Somerset White, 300 gr. de St Cuthbert´s Mill. Tintas Lascaux Studio Acryl y pasta de serigrafía Lascaux; en pantallas de 100 y 165 hilos. Textos, en cuadernillos, sobre papel Arena White Smooth de 140 gramos el interior y Arena White Smooth de 300 gramos la cubierta con tipografía Garamond de varios cuerpos.
Ofrecemos algunos detalles de la excepcional edición de arte así como un texto del autor para los amantes de la publicaciones artísticas llevadas al cuidado extremo, con la garantía de excelencia no sólo de los autores de referencia que la integran e intervienen, sino de la máxima calidad de la edición llevada a cabo por Entorno Gráfico Ediciones.




Ella, Carmelo Trenado Tormo
Edición de arte




ELLA, DE CARMELO TRENADO TORMO 



Ella, Carmelo Trenado Tormo
Edición de arte, detalle 1





Ella, Carmelo Trenado Tormo
Edición arte, detalle 2





ELLA, apenas percibe que, al rebufo de los silencios no del todo traducidos, transitan por estados sonoros los ecos del mejor amor prendido; no es uno, dos ni tres, cuatro, ni siquiera los treinta-mil. ¡Ay!.., son todos en uno, ¿Y si cayese con sus cinco puntas?. En la inflexible vertical del junco (firme se mantiene) que se mece al socaire de la brisa, del azote extremo de vientos y ecos, pero que nunca quiebra, se yergue a la par la no renuncia. ¿Cuál sería, calmado, aceptado que no vencido, el camino a seguir en la geografía etérea de la inmóvil mano oferente?. Hay en ese ir y venir, en ese deambular por los siglos y espacios una soledad sin rostro, sin color… Peregrina en los frentes donde el cuerpo a cuerpo engrandece y debilita en la olvidada, siempre necesidad más íntima. Deduce un dulce rumor de vendavales quietos, expectantes; caracolas mudas sin el eco lejano de ese mar que bien la pudo traer… y la dejó sin pertrecho alguno. Y es paloma, brisa, viento, aire… vendaval que trae las varitas perdidas de aquellas hadas; pero no se perdieron no, andan prestadas. Y más atrás, tras ellas, tú. -que es lo mismo-. ELLA, vive una incomprensión de la realidad más evidente determinada por el ímpetu gozoso de lo que quiere…. y busca, sin observar que la mano tendida es otro universo preñado de estrellas, de auroras, de rapsodas, de hadas que viven su tiempo y que embrionaron su propio espacio y destino precipitándose el temor a la voz callada que le arroja a la oscuridad más profunda y menos deseada. Y es allí donde mora el silencio, el placer, la mirada, el gesto, la entrega, la lucha, la decisión en la batalla, la extenuación, la incertidumbre, la convicción, el proyecto, …el avance decidido, la mirada, el sufrimiento, la lagrima, el sí, pero… El asomarse con la llave en la mano y la necesidad indescifrable. Y la fábula, y la espera y el deseo Y el “no te me rompas”.




Carmelo Trenado Tormo







 
Ella, Carmelo Trenado Tormo