Me parece totalmente necesario alimentar la curiosidad de estas paradojas, no con una, sino con varias entradas más, y todo para la sección de Ciencia del blog Ancile, pero esta vez bajo el título de: La realidad (y el sueño) de las curiosidades y paradojas de los nuevos paradigmas de la ciencia.
LA REALIDAD (Y EL SUEÑO) DE LAS CURIOSIDADES
Y PARADOJAS DE LOS NUEVOS
PARADIGMAS DE LA CIENCIA
LA ontología de la filosofía
perenne, me pregunto, si a día de hoy no está teniendo un extraño pero flamante
resurgimiento a la luz de los paradigmas de la nueva ciencia. No obstante, el idealismo
recurrente en el pensamiento crítico de ciertas corrientes de la actualidad
pensante (heredero, no cabe duda, de las viejas doctrinas orientales de
pensamiento), es una herramienta de grande interés para afrontar y superar lo más caduco de los
dualismos de la ciencia y el pensamiento positivo materialista en la contemporaneidad.
A
pesar de la dificultad pragmática de estos idealismos no deja de ser fascinante
su audacia frente al materialismo más recalcitrante de nuestros días. El maya
de la filosofía hindú,. deducible de estas corrientes heurísticas, adquiere una dimensión nueva a la hora de interpretar las
variedades y el linaje sin igual de paradojas que nos ofrece la ciencia, por ejemplo, de la física cuántica, sobre
todo, si de todas ellas accedemos a su versión emanacionista, cuyo continuo ontológico[1], en realidad mantiene un nexo con la fisicidad del propio espíritu.
En
esta, como en tantas otras ocasiones que, con toda modestia, he tratado de expresar o definir o
contemplar la materia conceptual y sustancialmente, siempre he manifestado mi inconformismo, ya que esta ha sido (y es hasta el momento)
entendida (consciente o inconscientemente) en su sentido físico más clásico y de arraigo al sentido común que no explica sus extrañezas y paradojas,, y equivocados a fuer de repetir la mismas consignas (¿ideológicas y no científicas?) acabaron dando crédito a lo que no podía científicamente sostenerse. La cuestión es que, acaso, no sepamos lo que es la materia en su significado y realidad más
profundos. Las filosofías del proceso,[2]
en su manifestó pamsiquismo, han expuesto con gran acierto esta y otras
incertidumbres sobre conceptos y realidades que siempre hemos dado por
supuestas.
En
cualquier caso, para afrontar toda esta suerte de curiosidades y paradojas, manifiestas
como contradicciones en no pocos casos, se hace preciso superar su dificultad de entendimiento, no culpando al mundo de realidades desconcertantes de lo infinitamente pequeño, como al modo de acceder al mismo
conceptualmente. La expresión lingüística en estos casos requiere muchas veces del uso de la
metáfora, de la analogía… para poder hablar de este mundo con alguna garantía
de comprensión. El significado de este mundo de curiosidades y paradojas está
todavía por definir. El lenguaje normativo, de uso común, es aquí donde ofrece
sus mayores dificultades y, no es raro, el recurso a aquellas herramientas
trópicas, propias del discurso poético, para establecer un modo de
entendimiento a sus extravagantes manifestaciones físicas. No deben extrañarnos estos errores de la tradición científica, si bien es verdad que, en la historia, también virtuosas matrices han producido perversos vástagos.
No
en vano, y a la sazón muy gratamente, he invertido tiempo en este asunto con el fin de dilucidar una
semiosis de estas paradojas físicas de la nuevas ciencias (que he detectado también en fenómenos no
menos fascinantes como en el estudio de la sinestesia[3]),
necesitadas igualmente de un lenguaje especial, extra normativo, ¿desviado?, para
atender a sus sutilezas y profundas y extrañas peculiaridades.
Hablaremos con más detenimiento de estas necesidades lingüístico expresivas en el próximo post de
este blog Ancile, y que me recuerdan vivamente las que son propias del fenómeno poético, y es esta una sugestión que hace afluir en el líquido discurrir de mis venas una inquietud que parece aquietarse en la curiosidad y la necesidad de imbuirme en sus extraordinarias paradojas.
Francisco Acuyo
[2] Véase Alfred N. Whitehead o Bergson.
[3] Acuyo, F.: Fisiología de un espejismo: Sinestesia, pincel del pensamiento, en prensa.
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