Para la sección de Ciencia del blog Ancile traemos un nuevo post que abunda sobre la cuestión del significado, esta vez bajo el título: Vida e inteligencia: ¿narrativa, o poesía, del significado (del mundo)?
VIDA E INTELIGENCIA: ¿NARRATIVA,
O POESÍA, DEL SIGNIFICADO (DEL MUNDO)?
Todo parece
indicar que la exigencia vital, no ya intelectual, de abrirnos expresiva y significativamente
al mundo, es una premisa fundamental para el entendimiento de nuestra conciencia
personal y de nuestra situación en aquél.
No será exagerada
la admonición que hace el verdadero impulso creativo a través de la poesía (un
paso más allá de la teoría de géneros), cuando nos advierte de que lo
genuinamente trasformador es la forma, más que la propia sustancia, ya que esta
manera, patrón, forma, configuración serán los que dinamicen, autoorganicen e
interaccionen la conciencia con el mundo, ofreciendo, si no una ciencia, un arte terapéutico
enraizado con la viejas tradiciones órficas que acabarían por configurar los
ritmos y patrones que animan el cosmos y que, con el andar de los tiempos acabaron por denominar
numéricamente.
Son estos
significados verdaderamente extraordinarios que pueden extraerse de la
extravagante intimidad de la materia vigorizada, vitalizada por la conciencia
poética -creativa- que dinamiza la naturaleza y el universo todo. Este significado no es baladí,
en tanto que nos concita al entendimiento de un continuo ontológico vivo y
orgánico que nos concierne y concierne al mundo.
Uno de los
significados más hondos y trascendentes y fascinantes del universo cuántico
es, precisamente, que lo más ínfimo, elemental de la materia propone un extraño impasse (acaso porque no hay tiempo) donde la fuente prístina se confunde con todo lo que de ella procede. Esa
Entidad única y primera, que acaso no solo trasciende el sentido, el intelecto,
la razón, el mismo ser, se manifiesta en este raro ámbito, desbordándose
de sí misma y dando forma a lo que no la tuvo y que, sin embargo, se manifiesta en lo inmanente, siendo, paradójicamente, trascendente.
Las paradojas
que encierran los principios cuánticos manifiestan ese movimiento inmarcesible
que no sucede en el tiempo, pues todo está presente de manera simultánea y
continua en todo, y que nos presenta una realidad única y extraordinaria: una
realidad sentida que encuentra su significado en este proceso de evolución e
involución continuos, los cuales manifiestan la singularidad y especialidad de este proceso.
Veremos cómo
la insistencia positivo materialista no acaba de entender este significado, y
prosigue en una huida hacia adelante por no afrontar la interrogante
definitiva: ¿es el origen de la realidad estrictamente material? ¿O, depende de
algún modo de la conciencia?
Hablaremos e
estas cuestiones en la siguiente entrega de este blog Ancile.
Francisco Acuyo
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