Siguiendo la estela de la anterior entrada para la sección de Poesía y matemáticas del blog Ancile, traemos para la de Ciencia esta otra que lleva por título: Newton: del "laborator" alquímico a los fundamentos de la ciencia.
NEWTON: DEL LABORATOR ALQUÍMICO
A LOS FUNDAMENTOS DE LA CIENCIA
DE la magia de Cornelio Agripa,
al conjuro de los ángeles de John Dee, a la imaginación dinámica de Bruno, bien
pudiera considerarse todas ellos en sus indagaciones primigenios fundamentos para la nueva
matemática y la ciencia física de Newton, quien, por cierto, bien pudiere
considerarse insigne heredero de la tradición del laborator o alquimista.
Si en verdad atendiésemos al opimo acervo cabalista, hermético, de los que no se
encuentra exento en el fondo el pensamiento filosófico científico, no
resultaría tan extraño que científicos de la talla del mismo Newton no pudieran
dejar de fascinarse por aquellas artes oscuras que estudiaba, en su vertiente
arcana, a través de la alquimia.
La
receta del mercurio sófico, tal vez inspirada por James Voelkel, hallada en un nuevo manuscrito encontrado de Newton sobre
alquimia, expone las bases para el encuentro de la piedra filosofal, mediante
la que Jeova Sanctus Unus, que es una derivación del
propio Isaacus Newtonus, donde pone de relieve su interés en este oscuro
dominio, pero tal vez más en un sentido espiritual que químico, así cabe deducirse
de lo escrito en 1699: La alquimia no trata con los metales como piensan los
vulgares ignorantes, cuyo error les ha hecho despreciar esa noble ciencia; sino
también con las venas materiales de cuya naturaleza Dios creó a sus servidores
para que concibieran y procesaran a sus criaturas… pensamiento emparentado
con el biblico salomónico, del que el propio Newton era conocedor y estudioso.
Si Keynes
afirmaba que Newton no fue el primer investigador de la razón, sino el
último de los magos, dicha aseveración encontraría fundamento en la
creencia de Jeova Sanctus Unus, en que el universo material es algo
vivo, cuya muestra primordial sería la propia gravedad que sería causada por un
principio alquímico.
En realidad, este
pensamiento alquímico integrador y vivificante está arraigado en la nuevas
aproximaciones filosóficas y científicas en la actualidad, como en el anterior
capítulo señalaba, aunque brevemente, al respecto. El protocientifismo atribuido
a la alquimia, y que la entronca en su linaje a aspectos de las nuevas
ciencias, sobre todo de la química y de la física. La relación de la materia como causa de la
gravedad a su vez, pensaba Newton, que está relacionada con la piedra filosofal.
Nos parece, en
fin, que sus esfuerzos en el estudio de la alquimia (véase como ejemplo el caso
de su acercamiento e investigación del régulo de antimonio)[1] pudo
ser el origen de la idea de la propia gravitación universal, ya que tras la observación
de los cristales generados por este metal observó la irradiación hacia el
centro que vendría, en definitiva, a ofrecerse más que como una emisión, como
una atracción.
Seguiremos
abundando sobre esta curiosa y muy interesante relación de pensamiento
racionalista científico con la alquimia en Newton en próximas entradas de este
blog Ancile.
Francisco
Acuyo
[1]
Recordamos que el antimonio es uno de los metales de mayor interés para la
purificación y refinamiento del oro.
Muy interesante y clarificador para los no estudiosos de estos temas filosóficos. Muchas gracias.
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