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martes, 24 de septiembre de 2024

EL LENGUAJE Y LA PSICOTERAPIA: LA IMAGINACIÓN TERAPÉUTICA EN EL ARTE

Abundando sobre la terapia artística traemos una nueva entrada para la sección de Ciencia del Blog Ancile que lleva por título: El lenguaje y la psicoterapia : la imaginación terapéutica en el arte.


 EL LENGUAJE Y LA PSICOTERAPIA

LA IMAGINACIÓN TERAPÉUTICA EN EL ARTE


 

El lenguaje y la psicoterapia : la imaginación terapéutica en el arte. Francisco Acuyo

Abundar sobre la importancia capital del lenguaje no es nada nuevo si ya expuesto con rigor  y argumentos abundantes desde la antigüedad. Sin embargo, los términos logomaquia o logocracia, sobre todo utilizado por los enemigos declarados de la psicoterapia, han sido empleados peyorativamente, como implantación del poder retórico (preocupado, dicen, por lo concreto y subjetivo o individual), frente a la ciencia insisten fundamentada en la abstracción y lo universal. No obstante, es curioso cómo la ciencia en la actualidad, acaso como nunca antes (la ciencia digo, por ejemplo, de disciplinas duras como la física, en ámbitos como la teoría del caos, de la relatividad o de la mecánica cuántica) recurren a la analogía, a la metáfora, a la sinécdoque… para tratar de dilucidar, expresar y sobre todo explicar los fenómenos físicos, algunos de ellos verdaderamente extraños, con los que tienen que lidiar ordinariamente en sus investigaciones.

                No menos pasmoso resulta observar (en algunos sectores de disciplinas como la neurociencia, no solo en los movimientos antipsiquiatrícos), que el único interés en la contemplación y estudio de la conciencia y de los potenciales trastornos mentales reside exclusivamente en el sustrato biológico, es decir en el cerebro, y no tanto ¿los conceptos? denominados como psique,  mente, o como quiera denominársele. El tratamiento mediante fármacos o intervención quirúrgica se establece como panacea para la recuperación del paciente; métodos y modelos estrictamente fisiológicos imperan entre sus acólitos.

El lenguaje y la psicoterapia : la imaginación terapéutica en el arte. Francisco Acuyo
                El reduccionismo materialista de estos investigadores enmarca a aquellos que señalaron una vía diferente de indagación y tratamiento más cómo rétores, no como científicos, digo, como retóricos de mayor o menor nivel. La idea jungüiana de que una parte considerable de las mal denominadas enfermedades mentales bien podía tener un origen o ser de naturaleza ¿espiritual? no eran más que excéntricas e intrusivas divagaciones sobre lo que en realidad tiene una realidad física; o era fisiológica o no era enfermedad.  Es más, dichos trastornos no eran sino enfermedades metafóricas. De nuevo, nos vemos avocados a una interpretación despectiva de la metáfora y del ámbito retórico del cual deriva y del que en entradas anteriores ya incidimos lo suficiente. La metapherein (meta, lo que viene de más allá o de fuera, y pherein, aquello que se traslada) adquiere tintes verdaderamente ridículos por voz de aquellos investigadores, ignorando la importancia de esa transferencia de significados y sus relaciones con el símbolo (del que por cierto hace gala de su importancia, con razón, la propia matemática), cuya capacidad de descripción de la realidad (viva) para ofrecernos niveles de información, de otra forma inasequibles a la propia conciencia, siendo además de capital importancia como mecanismo de cognición para entender y experimentar cosas en términos de  otras similares.

                La cura animarum de la psicoterapia, según estas corrientes materialistas y anti-psiquiátricas, por ser individual, parece que no puede ser científica. La neurociencia, a la hora de afrontar el problema de los trastornos mentales, se muestra como una suerte de criptobiólogo cerebral, que sustenta su ciencia en una cierta correspondencia de hechos que se interpretan reductivamente, al albur de una suerte de fe positiva que no quiere reconocer que la ciencia también tiene sus límites. A través de mis indagaciones sobre aspectos psicológicos relacionados con la producción artística (sobre todo con la poesía),he podido no sólo comprender el por qué la ciencia no puede abarcarlo todo, sino que esa imposibilidad metodológica para hacerlo, deriva de la propia naturaleza de la mente: la mente imaginativa del artista puede ser un referente muy interesante para indagar en estas limitaciones.

                Podemos afirmar que los métodos simbólicos que utiliza el artista obtienen ventaja en muchos aspectos sobre el científico, en tanto que se sitúan un paso más allá de las vertientes puramente lógico racionales. Quizá por eso la neurociencia e incluso la neuropsicología no alcanza(n) a comprender la de manera integral la naturaleza del arte ni la producción artística, sobre todo cuando ciñen su empeño en circunscribirla físicamente a determinadas áreas del cerebro, ignorando la propia naturaleza plástica del mismo y de las directrices externas e internas que invocan al artista en la realización de sus obras. Los mapas cognitivos de una obra de arte no son susceptibles de encerrarse en una topología estrictamente mecánica o material-neurológica. Todos los subsistemas de interacción que intervienen en la realización artística aspiran a una totalidad, y no a ser enmarcados materialmente en reductos cerrados, ya que aquella, la realización artística, digo, depende de variables afectivas, estetizantes, trascendentes, intuitivas…

                En entradas próximas traeremos algunas nociones al respecto de lo dicho. que tienen un caro e interesante aporte terapéutico en relación a la obra de arte, tanto para el que lo realiza como para el que se interesa por su la mirífica realidad de su producto.

 

 

Francisco Acuyo



El lenguaje y la psicoterapia : la imaginación terapéutica en el arte. Francisco Acuyo


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