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martes, 16 de enero de 2018

EL DISCURSO FILOSÓFICO, LA RETÓRICA Y LA POESÍA

El discurso filosófico, la retórica y la poesía, es el título de la siguiente entrada para la sección, Pensamiento, del blog Ancile.

El discurso filosófico, la retórica y la poesía, Francisco Acuyo




EL DISCURSO FILOSÓFICO, 

LA RETÓRICA Y LA POESÍA







La percepción del filósofo y del poeta se emparentan en virtud del ejercicio retórico de la metáfora, en tanto que ambas atienden a lo semejante y sirven de vía unificadora entre la poética y la ontología (la órbita del ser)[1].

Si la poesía es inspirada (entheon)[2] y por esto mismo claramente diferenciada con la prosa, esta encuentra su inspiración precisamente en el poder figurativo (de crear imágenes) de la metáfora, siendo capaz de describir lo abstracto a través de lo concreto.[3]

El discurso filosófico, la retórica y la poesía, Francisco AcuyoUna de las características angulares del constructo poético está descrito ya desde antiguo bajo el concepto de la mímesis, pero una mímesis, la del poema harto, especial ya que su imitación es particularmente creativa en tanto que su imitación está constituida y compuesta por eso mismo que imita,[4] no en vano la poesía es más filosófica que la historia, también porque se eleva sobre lo particular en pos de lo universal. Estamos, por tanto, no ante el concepto de copia o de imitación, ya que la poesía está unida inevitablemente a la dimensión creadora (poiésis).

El realce del discurso poético hace situar su sentido en un ámbito más elevado, que se consigue a tenor de las características de los elementos retóricos como es el caso de la metáfora. Esta elevación del sentido es la que lleva motu proprio a la elevación el sentimiento y por tanto a la katharsis, que solo puede portar lo esencialmente creativo.

Esta dimensión creativa del discurso poético y, por tanto, de sus estructuras, hace que los elementos retóricos y sobre todo la metáfora, no admita su reducción al mero exorno, no puede considerarse exclusivamente como el arte del agrado y mucho menos comprimirla en una taxonomía que ni siquiera Aristóteles aceptó; la metáfora es una muestra evidente de la acción de la que es capaz la palabra poética, si es que su significación acontece precisamente cuando esta adquiere creativamente una nueva significación que trasgrede sistemáticamente cualquiera lógica normativa previamente establecida, no en vano la gran potencia de los elementos retóricos y concretamente la metáfora, será la de, en virtud de su acción creativa, revelar un mundo nuevo.



Francisco Acuyo



[1] Lo expresaba como “El ser en la belleza”. Acuyo. F.:  Elogio de la decepción (y otras aproximaciones a los fenómenos del dolor y la belleza), Jizo ediciones, colección El círculo del límite: Granada, 2013, 
[2] Aristóteles: Poética, Gredos, Madrid, 2002.
[3] Acuyo, F.: Fisiología de un espejismo, Artecitta ediciones (Fundación Internacional Artecitta), Granada, 2010.
[4] Acuyo. F.: Mímesis y poesía, el Blog Ancile: http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2014/04/mimesis-y-poesia-de-platon-aristoteles-i.html .



El discurso filosófico, la retórica y la poesía, Francisco Acuyo

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