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martes, 27 de octubre de 2020

LA MATERIA DE LA NADA

 Cerramos los post sobre la materia que hemos llevado para la sección Pensamiento del blog Ancile con esta última que lleva por título: La materia de la nada.



LA MATERIA DE LA NADA

 

 

La materia de la nada. Francisco Acuyo

Decíamos que los quarks y los gluones no son más que una de las muchos de los estratos que componen el filón de la materia y que dan fe de la enorme complejidad que la organiza, integra y acomoda.

Una de las cualidades más interesantes de estas partículas  quarks es que no pueden detectarse si no es formando grupos, jamás aisladas (principio de confinamiento). Estas partículas ¿virtuales? hacen del espacio vacío un medio dinámico.[1]

La distinción sin ninguna diferencia que es la simetría, nos servirá para conocer las propiedades de cualquier objeto y en física será una herramienta extraordinariamente útil para verificar nuevas formas de materia y poder establecer leyes más completas para su descripción y conocimiento de dichas nuevas formas de materia.

Todas estas aproximaciones  nos llevarán a un nuevo escenario para comprender e identificar el vacío de la nada en física. El espacio no será ya el proscenio o decorado vacío sino una realidad incuestionable que origina primariamente la materia, como manifestación secundaria del vacío. Herramientas como la cromodinámica cuántica se revelarán como útiles excepcionales para el reconocimiento de este medio poderoso de generación de materia.

Así las cosas, insistimos, la nada, el vacío del espacio en física es un medio opimo y vivaz que confiere a nuestro entendimiento una base para comprender la materia y la misma naturaleza de su vacío. Los versos de Lucrecio se ponen en cuestión cuando decía: Estriba, pues, toda naturaleza // en dos principios: cuerpos y vacío // en donde aquéllos nadan y se mueven.//[2]

 Las cualidades primarias ( extensión y movimiento) del mundo natural descritas por Descartes exigían un plenum (un éter), una materia invisible que llenara el espacio. Vistas estas dos perspectivas sobre de la nada del vacío, es inevitable que se nos venga a la imaginación interrogantes como: ¿Cómo sabemos que ese sustrato invisible es en realidad materia, aunque sea el origen de la misma?, y nos volvería de nuevo a la vieja interrogante: ¿Qué es en realidad la materia? ¿Cómo distinguirla de lo que no lo es? ¿O solo existe la materia?
La materia de la nada. Francisco Acuyo

Newton volvió a vaciar el vacío y no será hasta que James Clerk Maxwell proponga una alternativa a estas interrogantes desarrollando nuevas directrices para su respuesta. Ese medio maravilloso[3] será el escenario divino en el que se refleje la gloria de Dios, pero sobre todo proponía la realidad más profunda del vacío y de la misma luz que por el circula y que ni el mismísimo Einstein renunció  en forma de medio (éter) electromagnético, y que abriría una puerta a la teoría de campos (cuánticos) para explicar su singular realidad.

La realidad material del vacío alcanza el culmen y apoteosis de su desarrollo con la demostración de la actividad fluctuante de su nada en forma de condensados, formados por  partículas como el quark y los antiquarks, siguiendo el siguiente y excepcional y sorprende esquema: nada = quark +antiquark + energía, como si no se necesitara ningún ingrediente inicial.[4]

Esta sorpresa no será la única en las relaciones entre la materia y el vacío de la nada, y de algunas más daremos cuenta en siguientes entradas del blog Ancile.

 

Francisco Acuyo

 

 



[1] Wilczek, F.: La ligereza del ser, Crítica, Madrid, 2009, Pág. 68.

[2] Lucrecio, C. T.: De rerum natura,

[3] Maxwell, J. C.: Escritos científicos, CSIC, Madrid, 1998.

[4] Wilczek, F.: opus. cit. pág. 118



La materia de la nada. Francisco Acuyo


sábado, 24 de octubre de 2020

MATERIA: CONDENSACIÓN DE LA NADA

 Continuando con la anterior temática sobre la realidad material, traemos la continuación con una nueva entrada para la sección Pensamiento del blog Ancile, esta vez bajo el título: Materia: condensación de la nada.


MATERIA: CONDENSACIÓN DE LA NADA

 

Materia: condensación de la nada, Francisco Acuyo


La materia, en contraste con lo que no es materia y suponemos nada, y que un  principio todos damos por cosa sabida y presupuesta, encierra profundas y asombrosas propiedades que están estrechamente vinculadas a lo que denominamos vacío. Hasta tal punto es ajustada la relación del vacío con la materia que se ha propuesto que la nada del espacio en realidad sea un extraño tipo de superconductor.[1] Si la propiedad de superconectividad es propia de un determinado tipo de partículas, esto conllevaría como consecuencia inmediata que el vacío no está en modo alguno tan vacío como de su acepción primordial deriva. Entonces, ¿va a resultar que el espacio va a necesitar de un sucedáneo del viejo éter que lo llene para que sea posible dicho fenómeno de superconectividad?

Si prestamos atención a todo lo anteriormente expuesto observamos una contradictio in terminis o bien la materia que interviene en el espacio para condensar materia no puede ser una materia normal, al uso, no sería, en principio, siquiera conocida. Al auxilio de la supuesta realidad de esa nunca vista materia adviene el condensado de Higgs, cuyas partículas, hasta hace muy poco virtuales, parecen las responsables de la adquisición de la masa en otras partículas. Para la descripción y estudio del espacio tiempo en el que se incluyan estas partículas se hace preciso un campo métrico (que debe ser un campo cuántico) mediante el que realizar los cálculos geométricos necesarios para constatar las fluctuaciones de todas aquellas partículas implicadas en ese movimiento que acabaría por generar la materia convencionalmente entendida.

Materia: condensación de la nada, Francisco Acuyo

Pero, antes de la interacción o vinculación que ha de producir el condensado material, ¿Qué había, si es que había algo? ¿Nada? Los físicos se esfuerzan (junto a algunos filósofos, véase San Agustín) en decirnos que tales interrogantes no tienen sentido, si es que hasta el momento en que se produce el condensado material no había nada antes[2]. Sin embargo, ¿por qué insiste no pocos filósofos –también científicos- en poner en duda estos argumentos? Al fin y al cabo, la nada debe estar fuera del mismo tiempo, si este aparece justamente cuando se conforma la materia se forma el continuo espacio temporal.

Einstein constata que lo que hemos denominado condensado material que se extiende en el espacio tiempo (principio cosmológico) tiene densidad –universal- y por tanto masa (aunque el 95 por ciento de esa materia –y energía- sea oscura[3], y así las cosas, necesariamente pesa, y es susceptible a ser vinculada a relaciones numéricas absolutas que pueden ser aplicadas en cualquier lugar del universo.

En cualquier caso seguimos sin saber sobre elementos de la materia incuestionables, como los electrones ( y los neutrinos y otras muchas partículas, observadas unas y otras virtuales), de si tienen o no estructura material interna ni por qué tiene la entidad material que tienen, es decir, por qué pesan lo que pesan, por lo que queda in albis cuál es o sería el origen de la masa, aunque el campo de Higss pueda permitir conciliar tipos concretos de masa.

Estamos en disposición de legitimar interrogantes como ¿existe la nada como realidad, si no podemos constatar su entidad material al uso de lo que entendemos y conocemos como materia? ¿Es la materia el primer motor del mundo? ¿Antes de la materia había algo o nada? ¿Es la nada una abstracción que deriva directamente del producto material de nuestro cerebro? ¿O es la conciencia el origen no solo de la abstracción nihilista, sino que también está implicada en todos los procesos de creación material, como parece confirmar la mecánica cuántica? ¿Y si la conciencia fuese el antes de la condensación material de cualquier entidad que pueda considerarse como tal? ¿Es entonces la conciencia un epifenómeno de la materia neurofisiológica del cerebro? ¿Pero, lo mismo que ocurre con la materia, sabemos realmente que es la conciencia? Seguiremos indagando sobre estas y otras cuestiones en verdad fascinantes en próximas entregas del blog Ancile.

 



Francisco Acuyo

 



[1] Mediante la superconectividad es una propiedad que se dice tiene algunas partículas por las que otras partículas de masa cero, como los fotones, aumentan de peso.

[2] San Agustín afirmaba que antes que Dios creara el mundo, el pasado no existe, y por lo tanto tal interrogante no tiene ningún sentido.

[3] Acotaremos nosotros el término como desconocida.


Materia: condensación de la nada, Francisco Acuyo


martes, 20 de octubre de 2020

¿QUÉ ES LA MATERIA?

 Para la sección, Pensamiento, del blog Ancile, y al albur de algunas conversaciones con amigos sobre la naturaleza de la nada y la materia, y según yo abundaba en su estrecha relación, vienen al caso estas entradas que ahora dispongo en mi blog, con el fin de aclarar algunas cuestiones que vienen muy a propósito con el tema. Todo bajo el título general de ¿Qué es la materia? 



¿QUÉ ES LA MATERIA?


¿Qué es la materia?, Francisco Acuyo




Se dice que vivimos una era especialmente materialista. Nuestra sociedad da fe de ello con evidencia no sólo en los aspectos que pudieran referirse a los comportamientos éticos o alejados a lo que pudiéramos denominar ámbito de lo espiritual en el sentido amplio del término. En lo que a nosotros interesa está centrado este escrito a lo que concierne a las ciencias naturales y más concretamente a la física.

La interrogante pudiera pasar por ingenua ante lo que parece claro y evidente. Pero la materia, desde luego, a la luz de la ciencia de la física, no es lo que parece. La estructura del método y constructo de la ciencia basa su ser y consistencia en los estudios de la materia, por ser esta el fundamento cuantificable por excelencia de la naturaleza.

En cualquier caso, no hemos respondido a la cuestión que encabeza con su título estos pasajes, a saber: ¿Qué es la materia? Todo parece indicar que el sustrato básico primordial donde aquella se sustenta es la masa. Esta pasa por ser la referencia que definía la resistencia de la materia al movimiento, identificándola con su inercia. En la física clásica (newtoniana) era inmutable y siempre se conservaba. A través de ella podíamos deducir la cantidad de materia y podíamos inferir el vínculo entre fuerza y movimiento y la teníamos como fuente indiscutible de la gravedad.

¿Qué es la materia?, Francisco Acuyo
Nos sugiere lo anteriormente expuesto otra interrogante básica que merece desde luego una repuesta no menos convincente, a saber: ¿Es solo materia lo que tiene masa? Para el lector no avisado parece manifiesto que lo que tiene masa es lo evidentemente material. Pero los físicos saben que esto no es en modo alguno cierto.  La luz, por ejemplo, no tiene masa, y es un fenómeno estudiado en profundidad con los medios y fundamentos teóricos y prácticos de la ciencia materialista. Es así que durante mucho tiempo se trazaron dos fronteras para describir ¿la realidad?: la materia y la luz.

En la actualidad esta es una visión que no casa en modo alguno con la realidad unificada mediante la que la luz y la materia conforman una totalidad que describe un universo cuya estructura es mucho más compleja y de la que se encargó de dar cuenta la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica.

SI la masa es la propiedad última de la materia, ¿cómo explicaríamos todas las manifestaciones fenomenológicas en el mismo universo cuántico, donde existen elementos que no tiene masa: -el fotón se dice que tiene masa cero-?

A tenor de las investigaciones actuales no podemos considerar que la masa se conserve y pone en evidencia la imposibilidad de la ley cero de Newton, mediante la cual se entendía que si no había masa no podría haber materia. La masa pues, sería la entidad más sencilla del constructo material.[1] ¿Cómo pudo durar tanto tiempo esta visión clásica de la masa? LA verdad es que porque se adaptaba perfectamente a la realidad macrocóspica del mundo y funcionaba con total corrección en sus cálculos. Pero la realidad más profunda es que no siempre funciona correctamente.

Sería Einstein el que en principio propusiera un origen de la masa de la materia no estrictamente material (ni divino), deducido de su famosa ecuación m= E/c2, donde pone de manifiesto que el origen de la masa es la energía (Ley cero de Einstein), de donde, en fin, se colige que es en realidad la energía la que se conserva y no la masa. De hecho se puede explicar el origen del 95% de la masa a partir de la energía.

Todo parece estar claro hasta que caemos en la cuenta de que lo que entendemos por materia (normal) nos es lo único que compone y estructura nuestro mundo. Es hoy ampliamente reconocido que la disposición y armadura del universo está compuesto mínimamente por esta materia normal: la gran parte está compuesta por la materia y la energía oscuras. Pero, volviendo unos pasos atrás, ¿la luz, es materia? Se dice que es una manifestación de la misma, pero para entrar en detalle sobre esta y otras peculiaridades de la materia lo haremos en la próxima entrada de este blog Ancile, sólo adelantaremos que la complejidad de lo que denominamos materia pasa por los elementos fundamentales que van más allá de los protones, neutrones y que se habrá de entrar en el ámbito de unidades aún más pequeñas (quarks, gluones), que tienen que decir muchísimo sobre la estructura de la realidad de la materia.

 

 

Francisco Acuyo

 



[1] Esta aproximación nos remite a otras interrogantes que desde luego no dejan de ser lo suficientemente profundas como para al menos tenerlas en cuenta, por ejemplo: ¿Es la realidad únicamente lo que se puede medir?




¿Qué es la materia?, Francisco Acuyo


sábado, 10 de octubre de 2020

NOCHE DE INSOMNIO

Con el título, Noche de insomnio, de la serie Suites del confinamiento, traemos un nuevo poema para la sección de Poesía del blog Ancile.


Noche de insomnio, Francisco Acuyo


DÍA DÉCIMO SÉPTIMO

 

 

 

NOCHE DE INSOMNIO

 

 

(Loure)

 

 

 

A Elvira Cámara,

esta insomne contemplación

del confinamiento

 

 

 

 

   LA sombra oprime el alma.

Unánime cansancio.

El mundo de la noche

la luz ahoga despacio.

 

   Lívida pesadez.

Sostiene sin descanso

solitaria figura

el insomnio en sus brazos.

 

   Esta noche no duerme

nadie; se escucha pálido

el silencio que brilla

insomne por los astros.

 

   Fuera de sí se observa:

de un lado al otro lado

mira por contemplar

la sombra soberano

 

   el yo que la proyecta,

por la ventana un rayo

de luz la sueña ego

insomne en su letargo,

 

   La nada viva ofrece

su espejo, y al otro lado,

el yo que se contempla

igual, pero contrario.




Francisco Acuyo

 

 

 

Noche de insomnio, Francisco Acuyo

jueves, 8 de octubre de 2020

DEMASIADAS COINCIDENCIAS, DE PASTOR AGUIAR

 Para la sección de Narrativa del blog Ancile, traemos este espléndido y sugestivo cuento de nuestro amigo y excelente narrador Pastor Aguiar, esta vez bajo el título Demasiadas coincidencias.


DEMASIADAS COINCIDENCIAS




Demasiadas coincidencias. Pastor Aguiar


La primera vez me pareció pura coincidencia. Polito era un hombre rondando los cincuenta. Vivía solo en su rancho y cuando se topaba con alguien las historias se le salían como de la vida real. A veces me acorralaba en una esquina del mostrador de la tienda del moro. La mayoría eran sueños, digo, para mí lo eran a pesar de que él juraba lo contrario.

_ Pepe, espera un minuto. Si vieras lo que me pasó anoche no me lo podrías creer.

_ Dime pronto que tengo que dar comida a los animales.

_ Resulta que me fui a pescar jicoteas a la presa Trinidad, y como sabes, el último tramo antes de llegar es un trillo muy enfangado, así que dejé la bicicleta oculta en el cañaveral, dejando una marca para encontrarla a la vuelta.

_ ¿Y qué pasó?

_ Bueno, viendo tu apuro, voy al grano. Cuando regresé con el saco lleno de animales y media docena de aguacates… ¡busca la cabrona bicicleta! Me la robaron, hombre, y tuve que caminar dos leguas en plena madrugada por esos callejones repletos de fantasmas.

_ Ah, se te apareció algún muerto.

_ Qué muerto ni ocho cuartos, ¿no te parece suficiente que me hallan dejado a pie los hijos de puta? Porque sospecho que fueron varios tipos, por las huellas.

_ Nunca te había visto en bicicleta.

Demasiadas coincidencias. Pastor Aguiar
_ Pero anoche sí que anduve en ella, carajo, no faltaba más.

Yo aproveché su descuido para asegurarse el cinturón y me le escapé por un lateral. Pero al rato, cuando iba llegando a casa, me paré en seco hablando con mi sombra.

_ Coño, ahora me doy cuenta de que eso mismo me sucedió allá en la finca Rebacadero, y Polito no tiene cómo saberlo… qué raro; en fin, así son las casualidades.

Pasó una semana hasta que lo volví a ver, a Polito, durante una junta de hombres que hicimos para ayudar a Jerónimo en la siega de arroz. Él iba a mi lado con dos surcos, y sin levantar la cabeza comenzó a contarme.

_ Lo de anoche sí que fue tremendo, Pepe.

_ Otro sueño…

_ Nada de sueños, no te burles y escucha, cabrón. Había una mata de cocos, y tanta era mi sed que me puse a buscar algo conque tumbar algunos frutos, hasta que encontré una vara de cinco o seis metros de largo, pero no llegaba al objetivo, faltaban unos pocos centímetros, así que salté varias veces y ¡pum!, se desprendió un coco más grande que mi cabeza. Lo miré venir directito sobre mi frente, imagina, me 
iba a rajar el cráneo. Lo terrible fue que me quedé pasmado, observando el proyectil.

_ No me digas que se rajó el coco en dos, en vez de tu frente.

_ Pues así mismito fue la cosa, ¿cómo lo sabes?

_ Carajo, porque eso mismo me sucedió a mí hace media década en lo de Atanasio Rodríguez.

_ No te lo puedo creer.

_ Aquí hay gato encerrado. Alguien te lo contó.

_ Te juro por mi difunta mujer que no, me acaba de pasar anoche.

Yo opté por cambiar de conversación, pero aquello no se me quitaba de la mente. Polito me estaba soñando la vida propia.

A partir de entonces fui yo quien lo buscaba al Polo para preguntarle por los sucesos de la noche anterior, y cada vez eran retazos de mi pasado, con tal lujo de detalles que sacaba a flote muchas cosas olvidadas. En ocasiones eran aventuras de chiquillos, yo a caballo, en plena carrera por las guardarrayas entre cañaverales, escapando de la vigilancia de mi madre. Otras, fragmentos de mis viajes por África, pero lo verdaderamente insólito fue cuando me detalló algo desconocido. Polito sacando un tiburón en el pesquero de Islamorada, mi lugar preferido.

_ Bueno_ Me dije_ menos mal que esto no tiene que ver conmigo.

_ Tres días más tarde me fui al mencionado pesquero, sin memoria ya del cuento de Polito, hasta que un tiburón se tragó uno de mis anzuelos, y de allí en adelante todo ocurrió de acuerdo a lo escuchado.

Después que le saqué los filetes al animal, de regreso por la autopista, no se me quitaba de la cabeza el asunto. Polito también estaba adueñándose de mi futuro, y eso sí que era un peligro, porque lo menos que uno quiere es saber lo que el destino le tiene oculto, sobre todo lo malo.

_ Esto sí que no lo voy a soportar. Lo jodido es que el muy cabrón viene a contarme y no puedo callarlo_ Me decía en voz alta.

Por más vueltas que le daba al problema, se me complicaba más y más.

_ Cualquier día se aparece Polito conque lo mataron, o lo agarró una enfermedad incurable, y yo sin poder vivir por la preocupación, coño. Voy a tener que mudarme a otra provincia_ Seguí diciéndome a viva voz_ Pero a dónde voy; sería él quien tiene que desaparecer.

Poco a poco mis sentimientos hacia Polito fueron convirtiéndose en odio, como si el mismo diablo lo hubiera encarnado, y en lo adelante traté de esquivarlo cuanto pude.

_ Te me estás escondiendo, Pepe, me huyes como de la peste. Qué te habré hecho, dímelo.

Demasiadas coincidencias. Pastor Aguiar

_ Nada compadre, simplemente me asustan tus cuentos, y estoy a la carrera con el trabajo.

_ No son cuentos, ya te lo he dicho.

_ Me da igual, Polito. Otro día me cuentas, adiós.

Él me perseguía varios metros hasta que se quedaba moviendo la cabeza a uno y otro lado.

_ Voy a tener que matarlo_ Me dije, y al instante me golpeé la frente para espantar la idea.

_ Muerto el perro, muerta la rabia_ Siguió mi subconciencia acosándome.

A tales alturas no supe si estaba siendo víctima del debut de una esquizofrenia paranoide, o si eran razonables mis pensamientos, pues en todas las otras cosas me comportaba normalmente.

_ No lo soporto, me está chupando la vida, volviéndome loco para dejarme como un cascarón vacío, sin pasado y sin futuro, yo, un cero a la izquierda. Cualquier día asume mi nombre, entra a mi casa y se acuesta con mi mujer como si nada_ Seguía confesándome_ Por más vueltas que le doy, la única salida es matarlo; pero cómo.

Y una tarde de pesadillas lo vi venir rumbo al portal de mi casa, quién sabe si con las últimas noticias de una desgracia. Pero le tomé la delantera.

_ Polito, por qué no nos vemos en la represa Trinidad, y aprovechas para contarme todo lo que quieras.

_ ¡Hombre! Mira lo que son las cosas, resulta que de eso venía a hablarte, porque anoche soñé, y ahora sí te digo que fue un sueño, que nos íbamos de pesca y no me vas a creer lo que pasó.

_ Dime.

_ Pues que tú me estabas hundiendo la cabeza en el agua para ahogarme. No es que sospeche nada, pero mejor lo dejamos para otra ocasión, ¿no te parece?


Pastor Aguiar

Demasiadas coincidencias. Pastor Aguiar


 


lunes, 5 de octubre de 2020

POEMAS DEL CONFINAMIENTO, PRESENTACIÓN

Para la sección de Noticias traemos este post anunciando la presentación en la Semana del libro de Granada, el título: Poemas del confinamiento.





Estimados amigos: Os remito invitación para la presentación del libro Poemas del confinamiento, que se presentará con motivo de la Semana del Libro, el día 8 de octubre, jueves, a la 19,30 horas en el Cuarto Real de Santo Domingo. Intervendrán José Antonio Rodríguez, editor, Francisco Acuyo, director de la colección, la poeta Anunciatta Vinuesa y Paqui Valero, quien hará una traducción simultánea con la lectura de alguno de los poemas.

Poemas en cuarentena es una antología poética que se ha elaborado con motivo del  confinamiento por la Covid 19. Es un libro extraordinariamente singular porque incluye adjuntos a los poemas y una breve biografía de cada autor, un archivo NFC en el que se podrá acceder a los contenidos en  lenguaje de signos (para personas sordas) elaborado por la intérprete  en lengua de signos Paqui Valero, siguiendo la idea de la poeta Anunciatta Vinuesa; el trabajo de diseño y edición de vídeo lo ha llevado a término Juan de Dios Segovia, de los Medios de Comunicación del Ayuntamiento de Albolote; con ilustraciones de portada e interiores de Pepe Vaquero. La edición en papel se ha impreso para la colección El torno Gráfico de Entorno Gráfico Ediciones, que dirige Francisco Acuyo.  Algunos de sus autores son: Antonio Carvajal, Ayes Tortosa, Francisco Acuyo, Magda Robles, Javier Gilabert, Juan Carlos Rodríguez, Ioana Gruia, Javier Bozalongo, Aurora Luque, Miguel Ángel Contreras, Anunciata Vinuesa, Antonio Praena, Mara Romero, Carmen Salas del Río, Pedro Gómez, Antonio César Morón entre muchos otros.

Os recordamos que el aforo es limitado, concretamente, de 40 plazas, y que todos los eventos van a reservarse a través de RedEntradas (https://www.redentradas.com/ El público reserva su asistencia de manera gratuita y ha de entregarla en puerta (papel o móvil). Los libros no podrán venderse en el recitno de presentación por la situación excepcional de la COvid 19, por lo que si alguien quiere que se le firme algún ejemplar deberán traerlo comprado. En principio el libro estará en las librerías Picasso, y después irá siendo enviado al resto de librerías. También podrán adquirirlo en la página de la editorial, cuyo enlace es: https://editorialentornografico.es/  





viernes, 2 de octubre de 2020

LA CIUDAD ILUSTRADA, ANALECTA Nº 1

 Para la sección de Noticias del blog Ancile paso ofrecer la invitación para la presentación del libro La ciudad ilustrada, analecta primera, que tendrá lugar en breve. Adjunto todos los datos y detalles para su acceso.



La ciudad ilustrada, analecta primera, Francisco Acuyo


Estimados amigos: Os remito invitación para la presentación del libro La ciudad ilustrada, analecta primera, que se presentará con motivo de la Semana del Libro, el día 5 de octubre, a la 18,30 horas en la Casa de los Tiros. 


En esta primera entrega encontramos a los autores siguientes: Rosaura Álvarez, Antonio Carvajal, Rafael Guillén, Juan Vellido, Luc Vidal, Francisco Acuyo, José A. Rodríguez Milena, Tomás Moreno, Manuel Salinas, José Gutiérrez y Magda Robles. Este volumen es el resultado de los autores que estuvieron recogidos en los diferentes pliegos de La ciudad ilustrada seleccionados para cada ocasión. En ellos se encuentran una antología de textos escogidos por cada autor, una biobibliografía, y algún texto o poema inédito. En esta antología se incorpora el chip NFC mediante el que podrán tener acceso a contenidos adicionales como: archivos de sonido con la voz de los antologados, vídeos y fotografías

reservarse a través de RedEntradas (https://www.redentradas.com/ El público reserva su asistencia de manera gratuita y ha de entregarla en puerta (papel o móvil).



La ciudad ilustrada, analecta primera, Francisco Acuyo




jueves, 1 de octubre de 2020

DÉCIMO SEXTO DÍA, LÍRIDAS

 Incluimos en la sección de Poesía una nueva entrada que lleva por título Líridas, dentro de la colección de poemas escritos durante el confinamiento, en concreto el décimo sexto día de la cuarentena.


Líridas, Francisco Acuyo


DÉCIMO SEXTO DÍA

 

 

LÍRIDAS

 

 

(Contradanza)

 

 

 

 

 

 

A mi amigo Juan Ramón Jiménez,

en el confinamiento.

 

 

 

   DE entre simas siderales,

aquí, en la terraza, solo,

contemplo la fina lluvia,

efímera, de meteoros.

 

   Hay todavía humanos

cuyo mayor, feliz logro

estiman que fue la ciencia,

quienes piensan de ese modo

 

   muchos son, pero ¿se puede

comprender cuál el tesoro

es de la humana conciencia?

En el fuego o el asombro

 

   que en la Lira constelado

tañe, me siento colono

que escucha la trascendencia

de la nada en lo remoto.

 

   Más allá de la razón,

por encima del sollozo

de cualquier necesidad,

me tiene esta luz absorto,

 

   tras el paso de la ráfaga

fugaz, el alma del cosmos

muestra, quieta en cada estrella,

su voluntad sin propósito.




Francisco Acuyo

 

 


Líridas, Francisco Acuyo