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lunes, 31 de julio de 2023

CIENCIA Y ALQUIMIA, O CIENCIA NATURAL Y FILOSOFÍA NATURAL EN NEWTON Y EN LA FÍSICA MODERNA

Bajo el título: Ciencia y alquimia, o ciencia natural y filosofía natural en Newton y en la física moderna, incluimos un nuevo post para la sección de Ciencia del blog Ancile, siguiendo el orden argumental de anteriores entradas.



CIENCIA Y ALQUIMIA, O CIENCIA NATURAL

Y FILOSOFÍA NATURAL EN NEWTON

Y EN LA FÍSICA MODERNA


Ciencia y alquimia, o ciencia natural y filosofía natural en Newton y en la física moderna, Francisco Acuyo


El atomismo newtoniano estaba revestido de un cierto vitalismo extraño para muchos, en el que los átomos constituyentes de la materia dirianse participabar de los principios alquímicos en los que una fuerza vital los hacía interaccionar y actuar a distancia (¿acaso desvarío, pero no puedo de dejar de entrever rasgos de semejanza con la que sería la mecánica cuántica. Indagaremos sobre ello más adelante).  Cuando se interrogaba Newton sobre aquellas atracciones de la siguiente manera: Lo que yo llamo atracción puede ser producido por impulso o por algún otro medio desconocido para mí, expresaba una inquietud no menos inquietante para el científico positivo materialista, ya que nuestro genio inglés deducía en su trabajo la Vegetación de los metales, que había una relación directa entre la alquimia y la ciencia o filosofía mecánica.

            Infería que, además de las fuerzas, electromagnéticas y la gravedad, debería existir alguna más que en principio, el propio Newton, no podía explicar, y que convocaba como principios activos que debieran estar detrás de la dinámica atómica. Todo parece indicar que Newton, como otros ilustres científicos (Robert Boyle, amigo suyo y quien se dice, lo inició en el estudio de la alquimia) quisieron, como el mismísimo Johannes Kelpler, robar las naves doradas y arcanas de los egipcios en su hermética sabiduría.

            La superación del escolasticismo[1] en pos del pujante empirismo fue un claro impulso que hubo de caracterizar el método de investigación científico de los sabios de la época. Newton supo colocarse en un camino intermedio. Y buena fe da de ello su inclinación por la Alquimia y el Hermetismo y la Cábala.

Ciencia y alquimia, o ciencia natural y filosofía natural en Newton y en la física moderna, Francisco Acuyo
            Creo que es inevitable preguntarse si el genio de Newton no estaba interrogándose en su búsqueda alquímica si el Mercurius Duplex, como principio fundamental, no era referido sino a liberar a la materia del literalismo materialista a través de la destilación y la volatilización, con el fin de hacerla transparente al alma en su nuevo cuerpo sutil, que es la imaginación.[2]

            La entrega al estudio de los textos alquímicos, estimamos, que supuso para el gran matemático el intento más ambicioso para la resolución de la coincidentia oppositurum manifiesta en la realidad mercurial del mundo, realidad que es consciente en el que la busca, y también lo es en la conciencia del mundo. No podemos dejar de ver analogías con las paradojas expresas en el mundo cuántico, donde el objeto (virtual) cuántico parece estar en todas partes y en ninguna.

            Por otro lado, tendiendo a la simbología, ambigüedades y analogías del espejo, la imagen que refleja nos es otra que la psique, o lo que es lo mismo, la conciencia, conciencia que se resiste a ser aprehendida de manera literal, material, positiva, lógica, pues, cuando tratamos de retenerla, contenerla, acaba por diluirse entre los dedos de nuestro entendimiento racional materialista.

            ¿Cuándo como ahora la propia ciencia se ha encontrado en la encrucijada antigua de la alquimia, al constatar que aquello que consideramos real en lo más íntimo de la materia se acaba diluyendo en paradojas y extrañas ambigüedades, como las que nos ofrece la mecánica cuántica en la actualidad?

            Trataremos de acercar alguna respuesta a esta interrogante crucial para entender la propia estructura de la realidad y que las disciplinas herméticas y alquímicas ya intentaron dilucidar; será en próximas entregas del blog Ancile.

 

 

Francisco Acuyo



[1] Según esta corriente de pensamiento razón y fe estaban estrechamente vinculadas, y que el conocimiento verdadero no se podía hallar en la percepción de los objetos sensibles.

[2] Harpur, P.: El fuego secreto de los filósofos, Atalanta, Gerona, 2010, pág. 227.



Ciencia y alquimia, o ciencia natural y filosofía natural en Newton y en la física moderna, Francisco Acuyo


jueves, 27 de julio de 2023

NEWTON: DEL "LABORATOR" ALQUÍMICO A LOS FUNDAMENTOS DE LA CIENCIA

 Siguiendo la estela de la anterior entrada para la sección de Poesía y matemáticas del blog Ancile, traemos para la de Ciencia esta otra que lleva por título: Newton: del "laborator" alquímico a los fundamentos de la ciencia.



NEWTON: DEL LABORATOR ALQUÍMICO

A LOS FUNDAMENTOS DE LA CIENCIA



Newton: del "laborator" alquímico a los fundamentos de la ciencia. Francisco Acuyo



DE la magia de Cornelio Agripa, al conjuro de los ángeles de John Dee, a la imaginación dinámica de Bruno, bien pudiera considerarse todas ellos en sus indagaciones primigenios fundamentos para la nueva matemática y la ciencia física de Newton, quien, por cierto, bien pudiere considerarse insigne heredero de la tradición del laborator o alquimista.

                Si en verdad atendiésemos al opimo acervo cabalista, hermético, de los que no se encuentra exento en el fondo el pensamiento filosófico científico, no resultaría tan extraño que científicos de la talla del mismo Newton no pudieran dejar de fascinarse por aquellas artes oscuras que estudiaba, en su vertiente arcana, a través de la alquimia.

Newton: del "laborator" alquímico a los fundamentos de la ciencia. Francisco Acuyo
                La piedra filosofal era no solo el acelerador del metal base para convertir el metal en oro, también era el elixir de la vida eterna, de hecho, la alquimia china se va a ocupar de la verdadera autotransformación a través de sus principios. 
    Bien pude ser que Newton se sintiera interesado por el mundo de la alquimia no sólo por razones de curiosidad química. El Solve et coagula (solución y coagulación) del proceso: Haz volátil lo fijo, y lo fijo volátil, sería una de las paradojas enigmáticas que conforman el dominio de la alquimia, culminando en la búsqueda y hallazgo de la Piedra Filosofal, que encierra procesos no sólo químicos, sino sobre todo psíquicos que, inconscientes, precisan de hacerse visibles y que muy bien no debieron pasar desapercibidos para Newton

                La receta del mercurio sófico, tal vez inspirada por James Voelkel, hallada en un nuevo manuscrito encontrado de Newton sobre alquimia, expone las bases para el encuentro de la piedra filosofal, mediante la que Jeova Sanctus Unus, que es una derivación del propio Isaacus Newtonus, donde pone de relieve su interés en este oscuro dominio, pero tal vez más en un sentido espiritual que químico, así cabe deducirse de lo escrito en 1699: La alquimia no trata con los metales como piensan los vulgares ignorantes, cuyo error les ha hecho despreciar esa noble ciencia; sino también con las venas materiales de cuya naturaleza Dios creó a sus servidores para que concibieran y procesaran a sus criaturas… pensamiento emparentado con el biblico salomónico, del que el propio Newton era conocedor y estudioso.

            Si Keynes afirmaba que Newton no fue el primer investigador de la razón, sino el último de los magos, dicha aseveración encontraría fundamento en la creencia de Jeova Sanctus Unus, en que el universo material es algo vivo, cuya muestra primordial sería la propia gravedad que sería causada por un principio alquímico.

            En realidad, este pensamiento alquímico integrador y vivificante está arraigado en la nuevas aproximaciones filosóficas y científicas en la actualidad, como en el anterior capítulo señalaba, aunque brevemente, al respecto. El protocientifismo atribuido a la alquimia, y que la entronca en su linaje a aspectos de las nuevas ciencias, sobre todo de la química y de la física. La relación de la materia como causa de la gravedad a su vez, pensaba Newton, que está relacionada con la piedra filosofal.

            Nos parece, en fin, que sus esfuerzos en el estudio de la alquimia (véase como ejemplo el caso de su acercamiento e investigación del régulo de antimonio)[1] pudo ser el origen de la idea de la propia gravitación universal, ya que tras la observación de los cristales generados por este metal observó la irradiación hacia el centro que vendría, en definitiva, a ofrecerse más que como una emisión, como una atracción.

            Seguiremos abundando sobre esta curiosa y muy interesante relación de pensamiento racionalista científico con la alquimia en Newton en próximas entradas de este blog Ancile.

 

 

Francisco Acuyo

           

 

 



[1] Recordamos que el antimonio es uno de los metales de mayor interés para la purificación y refinamiento del oro.




Newton: del "laborator" alquímico a los fundamentos de la ciencia. Francisco Acuyo


lunes, 24 de julio de 2023

NEWTON O LA SIMPATEIA MATEMÁTICA

Volvemos a la sección de Poesía y matemáticas del blog Ancile con un nuevo post que lleva por título: Newton o la simpateia matemática, con el que abordaremos una visión singular sobre esta disciplina lógico científica y su relación con el mundo de la dinámica de la vida y otras vías del saber como la alquimia a través de la figura del genio Isaac Newton.



NEWTON O LA SIMPATEIA MATEMÁTICA


 

Newton o la simpateia matemática, Francisco Acuyo



Si el genio matemático de Newton hubo de fascinarme desde siempre, al margen de su perspicacia inaudita en la aplicabilidad de las matemáticas al mundo de la física, lo haría también por su aparentemente inexplicable acercamiento al mundo de la alquimia.

                En otra ocasión apuntaba en este medio el insólito, contradictorio para el método científico, interés de nuestro acaso, más insigne representante de la ciencia de todos los tiempos. Si los Principia Mathematica, de su Philosophiae naturalis fuesen tenidos en cuenta no sólo como objetos de lógica aplicada más razonadas y razonable, sino también como proporciones consonánticas de su modo matemático en relación simpatética con los movimientos, distancias, posiciones, relaciones entre los diversos objetos celestes y puestos en razón matemática, con los que entendiésemos la interacción entre ellos como un entorno de simpatía, más que como una interacción mecánica y automática, donde el matemático (y el físico sería(n)), el (los) intermediario(s) entre el Anima Mundi y la razón supuestamente eficiente que hace funcionar maquinalmente el mundo.

                El físico o el matemático era en realidad el alquimista que quizá inconscientemente aviva el interés de su genio por el dominio de la magia alquímica. Sobre todo porque el mago era un creador, un poeta, un artista profundamente atraído por el interior más íntimo de las cosas que instintivamente considerabas vivas.

Newton o la simpateia matemática, Francisco Acuyo
                Una magia naturalis inspirada, quien sabe si por el mismísimo Platón, cuya teúrgia de influencias consideraba más abstractas y espirituales las influencias planetarias. Esta reflexión, que a muchos científicos positivo-mecanicistas pueda resultar disparatada, nos acerca, sin embargo, a una explicación de la inclinación de Newton hacia la alquimia.

                En su mente quizá anduviese más vivo de lo que muchos quisieran el instinto que le decía que las influencias matemáticas en la dinámica planetaria actuaban de manera ambivalente:  a través de la imaginación abstracta y simpática de las matemáticas, o bien a través de la propia imaginación viva de las fuerzas creadoras e imaginativas, propias de esas influencias físicas que habrían de manifestarse a través de imágenes, números, proporciones e incluso a través del poder del sortilegio o del conjuro de las mismas palabras.

                En cualquier caso la simpateia matemática como vís imaginativa, estará siempre presente en lo más íntimo del genio de Woolsthorpe, cuyas manifestaciones abstractas venían a funcionar como una invocación a los números, a las palabras, a las percepciones sensoriales, destinados, precisamente, a esa invocación.

                A la vista de estos antecedentes ya no debe resultarnos en modo alguno contradictorio ni extraño que con Newton conviviesen con total naturalidad las creencias de su fe cristiana con el arte y ciencia de su propia matemática, si en el fondo de su conciencia convivía una Prisca theológica que habitaba y vivía pacíficamente con la gnosis, que se mostraba como una revelación manifiesta con lo trascendente que anima el mundo, y así mismo, su interés por la alquimia como disciplina que mezclaba el rigor matemático con la magia simpatética de toda poiesis genuina, en modo alguno exenta de la posibilidad de la vivencia de lo trascendente.

                Así las cosas, las esferas, como cualquiera otra manifestación física, estarían dotadas de conciencia, de alma en plena e íntima comunicación con nosotros mismos en virtud de la influencia de una conciencia común invisible e inherente e inseparable del resto de conciencias que animan el atanor u horno alquímico del mundo.

    Más adelante, en otro post para la ocasión, seguiremos abundado sobre esta temática peculiar y su incidencia en el ámbito del conocimiento humano.

 

 

Francisco Acuyo



Newton o la simpateia matemática, Francisco Acuyo








lunes, 17 de julio de 2023

TAJO A FONDO PERDIDO, DE MANUEL VERGARA

 Traemos un nuevo post para la sección de Editoriales amigas, que hemos denominado; Tajo a Fondo perdido, que el el título del nuevo libro de nuestro querido amigo Manuel Vergara, poeta y escritor que nos regala esta nueva colección de textos que ha editado con el buen gusto que le caracteriza la editorial Alhulia, para su colección Syl-laba, colección de poesía, y que nosotros extractamos con algunos textos, y donde la figura del admirado Rilke hace acto poético de presencia. Libro que recomendamos por la armónica conjunción de bella edición y extraordinaria literatura.




Tajo a Fondo perdido, de Manuel Vergara




TAJO A FONDO PERDIDO, 


DE MANUEL VERGARA




Tajo a Fondo perdido, de Manuel Vergara
Manuel Vergara




¿ENMENDAROS LA PLANA?

 

Fragmento

 

 

Aún a riesgo de equivocarse tiene uno la

impresión de que, hasta el intérprete más

autorizado, pudiera —con toda erudición (¿a

causa de ella?)—, errar el tiro al «explicar»

la obra de un poeta. Qué criterio seguir: ¿dar

 por buenas sus prosas, o comulgar sin más

con la poesía?

 

Haciendo sólo «la obra de los ojos», es

fácil separar corazón de pensamiento, sujeto

de objeto, yo de tú… ¿Cómo puede decirse,

por ejemplo, que: el continuo interpelar a un

«tú» sin nombre (es) el síntoma dramático de

un soliloquio alienante? (J. M. Cuesta Abad:

 La Novena Elegía. Lo decible y lo indecible

en Rilke) ¿Acaso el no tener enfilado un receptor

 hace de la oración/poema «emisiones sin

 destino»?

 

 En cuanto al sujeto-emisor: ¿No hubo santos

 —«locos de Dios»— que iban como pollo sin

 cabeza. ¿Acaso fue lo suyo pura pose?

 

De qué puede servir que, en alabanza,

mi yo sea «yo» y reclame: Estoy hablando;

soy tu emisor ¡escucha!

                                           ¿De qué sirve visor,

televisor, una bocina si, abierto

lo Sin-No, ya tu palabra prácticamente es

dardo…, si la dejas —precomprensión—,

en paz? Soplo en el viento de Dios

¡Qué maravilla no ser tomada en serio!:

Despojada —corto de acá o allá—; de puro

ascua, sube del corazón viva centella.

Ni alienación ni drama: ¿No ha «inventado»

Rilke —«obra del corazón»— lo Abierto?

Pues así es como él se libra de lo que era

inevitable «destino: estar enfrente y nada más

que eso / y siempre enfrente.» Se acabó el que

haya dos («partición originaria», para Hölderlin),

 dentro del «yo» reflejo. Y, sobre todo, se

acabó que el «Tú» de Dios deba estar

posicionado justo enfrente (emisor-receptor)

para que, a juicio del «censor», la oración

sea como dios manda…dentro de los límites

de la mera-puñetera-razón.

 

 

 

 

 

 

 

PALABRAS MENORES

 

 

 

Tú eres muy de palabras

 menores; suspendías

 la Historia de Inglaterra,las dos Gue-

rras Mundiales: Te interesan

sólo según qué cosas. Por encima

del número tú fluyes

el día a día: El tiempo

 se hace más canalsur.

                                         Te llevo viendo

la tira: Ya apuntabas

maneras; a aquel cuerpo,

—recuerdo que eras tú—, ya se le daba

domesticar el tiempo.

                                          Aquí me tienes:

 Soy tu aprendiz ¿Ideas?:

ni claras ni distintas ¿cartesiano?:

todo fluye redondo; adiós muy buenas,

diosa Razón.

                            ¿Palabras?:

Mi casa, corazón, bebe tu tiempo.



 

 POR ENCIMA DEL NÚMERO


 

 «las montañas abiertas

 para entonar los Salmos»

 (Rilke)

 



 Llevo anotado un mundo en mi cuaderno

donde ser mi decir; mi predicado

verbal.

                 Soy disco duro

de un mayo que mayea (azul a chovas

la aurora), la rondalla,

las voces infantiles y los velos

blancos inmaculados (¿y los besos?),

de aquellas, las distantes,

amadas. Era un sueño:

(en verdad gritaste puro); hay un aromo,

las calles empedradas.

                                          Trepanaran

 mi alma: encontrarían

muros de piedra seca, manantiales,

aires quintaesenciados, geologías

heroicas y una casi

febril melancolía:

                                 Por encima

del número está el ángel,

la dulce pura nada: Ensimismadas

—¡oh libertad, mi Ronda!—, desmesuras.




Manuel Vergara




Tajo a Fondo perdido, de Manuel Vergara


viernes, 14 de julio de 2023

LA SUSTANCIA DE LOS ÁNGELES

 Bajo el título: La sustancia de los ángeles, traemos un nuevo post para la sección de Poesía del blog Ancile.


LA SUSTANCIA DE LOS ÁNGELES

 

 

La sustancia de los ángeles, Francisco Acuyo

 

                                                                  

IMAGEN era de inmortal legado,

pues, sin espejo, el universo todo

tuvo en la misma nada reflejado.

 

 Era el instante modo

de eternidad que tiende amable el puente

entre materia y espíritu, luciente

vínculo que entre el ser y toda forma

consistente en la nada se conforma.

 

  Era, en fin, todavía

 entre la sombra luz innominada

 u origen sin principio;

 era estrella fugaz en rebeldía

 que encontrase en la nada

 cualquiera participio.

 

  De la luz era vívida sustancia,

  era la voz del pino o del magnolio

  cuando el viento no sopla,

  era exquisita y límpida fragancia

  que canta flor dormida en el expolio

  del otoño, era el ritmo que no acopla

  en el silencio siempre luminoso

  la música callada

  que suena en el reposo

  del ser que forma el cuerpo de la nada.

               

   Era, al fin, sin espejo, el leal modo

   de la imagen en inmortal legado

   que el universo todo

   tuvo en la misma nada reflejado.

 

 

                                                                 

 

 

                       Francisco Acuyo


 

La sustancia de los ángeles, Francisco Acuyo
 

 

 

martes, 11 de julio de 2023

TEXTOS Y POEMAS HOMENAJE A FRANCISCO FERNÁNDEZ: FRANSCISCO ACUYO DONAIRE, ANTONIO CARVAJAL MILENA, MARTÍN NOGUEROL GARCÍA.

 Para la sección de Tipografía y diseño del blog Ancile, traemos un nuevo post que pretende, al menos, reflejar pálidamente la maravilla del trabajo del artista Martín Noguerol para homenajear al desparecido y nunca suficientemente ponderado fotógrafo y amigo Francisco Fernández. Esta caja porta una obra original del artista mencionado, en ejemplares únicos (4) cuyos contenidos contiene una caja artesanalmente confeccionada, sobre papel estucado de 350 gr. de Antalis, en los talleres de Gráficas Cervantes de Alicante, y todo bajo el título Textos y poemas homenaje a Francisco Fernández Sánchez, cuyos textos y poemas anunciados son de Francisco Acuyo Donaire, Antonio Carvajal Milena y Martín Noguerol García, y con una espléndida foto de Francisco Fernández hecha por Javier Leal y que encabeza la lujosa y preciosísima edición.























viernes, 7 de julio de 2023

VARIACIONES AHILADAS SOBRE UN VERSO ERRADO, POR ANTONIO CARVAJAL

 Para la sección de métrica del blog Ancile, De la métrica celeste, traemos un trabajo interesantísimo del gran poeta, insigne profesor de métrica y amigo entrañable, Antonio Carvajal, que lleva por título Variaciones ahiladas sobre un verso errado (hallado entre poemas de María Victoria Atencia), que seguro resultará de segura predilección para los amantes de las sutilezas del vasto dominio de la métrica. 




VARIACIONES AHILADAS


 SOBRE UN VERSO ERRADO *


hallado entre poemas de María Victoria Atencia







 Por la alacena rota teje luna araña el hilo

 [Una luz imprevista, p 225]


 

BORRADORES CAMPESTRES

 

1

Luna araña teje el hilo
 del crepúsculo dorado
 a desperezos del alba.

Riela en el mar. Su rehilado
creba los amaneceres,
hilvana espumas y sombras.

 

¿O atardece y la alacena
 quedó abierta a las arañas
 jardineras del silencio?

 

 

2

 

Si desde antes que la luz
y que las tinieblas fuesen
te tuvo un dios en sus dedos
y te pensó y en los rotos
castellares sin murmullo
te dejó suspensa y ciega,
 pendiente de un hilo sobre
 la mar, ay flor de un instante
 que las aves pespuntean
con purísimo aleteo,
 luna araña, no diluyas
 tus laboriosos primores
en el fragor de los yerros.

 

[Motril, 29 junio 2023]

 

 



Síguense estas


CUADERNAS DE LA LUNA ARAÑA
cuyo primer verso sería de María Victoria Atencia 
si no ostentara una variación por errata.

 

El autor las dedica a José Antonio Ruiz Reina

por los motivos que se exponen a pie de estrofas.

 

Por la alacena rota teje luna araña el hilo

donde aturda la sombra breve insecto incauto y frágil;

 hila lenta y urde sabia la silente mortaja

de taimada textura o ágil lazo en seda untuosa.


 Y en unas gotas de agua punta breve toca un punto


 y en flor muda se trueca la trémula trampa inmóvil.


 Luna la araña, parda la mosca, la tarde súbita,


 pasan las horas y queda roto todo el prodigio.

 

 


Motivos para la ofrenda

No de muchos estudiosos que lo sean por vocación, entendiendo por tal la llamada interior que pide más conocimiento tras de lo ya sabido suficiente, cuyo es el caso de José Antonio Ruiz Reina, que ha trocado su situación administrativa de jubilado en jubilante y ha escogido mi obra para llenarme de júbilo el corazón por una doble vía, la del gusto por mis poemas y la del respeto a mis opiniones métricas. Sabe por teoría y por práctica el estudioso amigo que es una mera convención hablar de pies métricos romances equivalentes a los heredados modelos griegos y latinos. Sabe, porque hemos hecho las cuentas, que si la cantidad silábica no se percibe, los hexámetros clásicos suenan en los oídos románicos con duración entre 13 y 17 sílabas y que si escandimos con la intensidad mayor como hito no obtenemos pies sino cláusulas. Y así, el famoso verso del diario maestro Rubén Darío:

Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda

parece um hexámetro porque consta de cinco cláusulas dedales más una espondea, pero concuerda con una línea melódica que Federico García (digno de una emperatriz) escribió como dos octosílabos en un su romance y que ofrezco en renglón para que se compruebe su ajuste con el de Darío:

voces antiguas que cercan voz de clavel varonil

Con nuestras convenciones métricas el verso de Darío y el de García miden 16 sílabas y son tan hexámetros romances como quizá este de “Venus”, rubeniano soneto:

En el oscuro cielo Venus bella temblando lucía

que tiene seis acentos también, pero… para desclasificarlo como “hexámetro” basta señalar que las cinco sílabas finales no forman un adónico.


Españoleó Miguel Agustín Príncipe nuestra métrica, introdujo el concepto de compás, estableció que nuestros segmentos versales son binarios (troqueos), ternarios (dáctilos) o dobles (cuatro sílabas, la 3ª tónica), llamó antecompás a lo que don Tomás Navarro Tomás dijo anacrusa, redujo nuestros ritmos a uniforme o simétrico o mixto, y nadie le hizo caso, estaban las cabezas como ollas hirviendo mientras se cantaba “Abajo los borbones” (letra de Antonio García Gutiérrez, música de Emilio Arrieta) y se cumplía el dictado de otro español, Rafael Pérez del Álamo, desatendido porque además de albéitar era levantisco: “En este país de los viceversas todo es posible menos tener memoria”, a lo que se suman los delitos de omisión cultural del poder y sus lacayos, entiéndanse en este caso un ejército que no podía con los bereberes y una academia que no admitía mujeres porque no estaba contemplado en sus estatutos, y más desgracias, y más disgustos y más desdichas, y así aumentaban el descrédito del pensamiento y la acracia moral y el aborregamiento colectivo hasta llegar a hoy, métricamente representable este largo periodo con los tercetos encadenados.


Pues bien, sedía yo una vez como tranquilo, leyendo Una luz imprevista, título de una reciente edición de la poesía completa de María Victoria Atencia, cuando me interrumpió la llamada del cartero y, oh maravilla, recibo el libro que me envía con dedicatoria autógrafa mi admirado y querido Jesús Munárriz. Abro al azar, huelo el ejemplar según vieja costumbre, miro y leo “Las erratas”, tres páginas de poema que hay que sorber como un buen vaso de agua fresca en estos días de verano. “Hay trastrueques respetables / inventivos, aceptables” y con esta música vuelvo al libro de mi prima María Victoria y encuentro esta errata estimulante: “luna araña”. ¿Un pez, una planta, una travesura de la imprenta, un cambio descerebrado impuesto por el corrector automático del ordenador? La fantasía admira el verso errado e impulsa a una glosa variada, y rauda la métrica lo corrige, se lee


Por la alacena rota teje luna araña el hilo

mas donde dice luna diga una, que así lo piden los versos entre los que se inserta.

Un verso suelto no es tal verso hasta que no responde ajustado a un molde mental en que encaja y lo dota de los elemento susceptibles de repetirse en otras dicciones semejantes. Dicho de otra manera, en la prosa no atendemos habitualmente a la escansión de su compás y en el verso esa atención le imprime carácter. No hay que tener el oído muy educado para percatarse de que en el verso errado hay cinco pies trocaicos seguidos: *rota / teje /   lunaa

/rañael / hilo* que marcan un compás uniforme muy apropiado para sugerir el laborioso oficio del bichejo, y el oído percibe una longitud sonora que desborda lo habitual, no es el muy sabiamente usado alejandrino de la poeta, es un pentadecasílabo poderosamente rítmico que permite su acoplamiento con otros enunciados de igual número de sílabas y que reclaman su ejecución como un tema con variaciones, de manera que se oigan los grupos 7+8 u 8+7, el hemistiquio octosílabo siempre de compás binario pero que al realizarse con esquema simétrico en quiasmo evita la monotonía por la unión con el heptasílabo variable y por el desplazamiento de las cesuras. Compás binario se tituló el libro en que la doctora Atencia incluyó como primer poema el que contiene este verso entonces sin errata. Con la marca de tal compás binario he construido mis cinco primeros versos y luego he cambiado a unos juegos caprichosos con adonios (y no) en los tres versos finales para evitar el aire de nana en esta siesta del 30 de junio en Motril, tandis que Midi l’ìnjuste y compose de feux la mer.

 

Y concluyen el 1 de julio en

 



MUDANZA CON EL DÍA

 

¿Teje la luna araña con hilillos de sal la red de las nostalgias?

Arriza el sol columnas de mercurio sobre las azoteas colonizadas por las gaviotas. La saliva de un ruiseñor se cuaja entre frondas de eucaliptos, resbalan aguas (des)atendidas hacia el origen del deseo, hacia arriba, hacia arriba, y reducido a las sombras, recluso en su silencio, el cuerpo rememora nieves, padecidas tormentas, trampas de la sed y la lascivia. Y el hilo fluye de las blancas mandíbulas de la luna sobre el afilado perfil de la azucena, la ruborosa grieta de la granada, lo que el recuerdo desmenuza en el crepúsculo.

En la cálida noche, inmerso en un salino sudor denso, el torso desatiende la caricia. Si fuera flor la luna araña, si cáliz de misterios, si saco roto de las promesas, si araña luna o recobrada estrella, qué silenciosa calma, qué lentitud de yemas, qué (in)soluble hastío.

Como un dorado y divino jazmín incrustado en ébano, Venus traspasa su horizonte y se lleva los hilos para tejer la alfombra de la aurora y su oreo.

 

 

Antonio Carvajal



Poema de Mª Victoria Atencia


CASTELLAR


Fuiste ya como ahora desde antes de la luz

y las tinieblas fuesen, cuando Dios un instante

nos tuvo entre sus dedos y me pensó aquí mismo

-mi morada suspensa, mi castellar cegado-

camino de esta última estancia que me llama.


Por la alacena rota teje luna araña el hilo

dorado del crepúsculo, Mas al fondo del cuarto

un ventano se abre al vacío que asientan

allá bajo las aguas, y el aire purísimo

me suspenden las aves que cruzan en el silencio.