lunes, 23 de diciembre de 2019

POESÍA: ALIQUEM ALIUM INTERNUM[1]: ENTRE LA LOCURA Y LA VOZ DE DIOS


Con el título de: Poesía: Aliquem alium internum: entre la locura y la voz de Dios, traemos una nueva entrada del blog Ancile para la sección, Pensamiento.



POESÍA: ALIQUEM ALIUM INTERNUM[1]:

ENTRE LA LOCURA Y LA VOZ DE DIOS





Poesía: Aliquem alium internum: entre la locura y la voz de Dios, Francisco Acuyo





Si la poesía (poiesis) es creación, debe tenerse por una manera (forma, suerte, procedimiento) de renacer.  Es un germinar de lo nuevo cuyo origen no puede ser medible en modo alguno. No será empíricamente constatable. De no ser así, en modo alguno puede considerarse como algo en verdad creativo. La ilusión de muchos es creer ver en la experiencia personal positiva el origen de la obra creativa dando pábulo al prejuicio intelectual en el que todo lo que nace del entendimiento es necesariamente racional; o lo que es lo mismo, procede de la conciencia lógico racional.

                El poeta verdadero, como creador genuino, puede considerarse como el prototipo (o mejor, arquetipo)  simbólico del Dioscuro: en él habita lo efímero (y mortal) y lo perenne (e inmortal).

                No debe extrañarnos en encontrar, paradójicamente,  en el producto creativo (poiético) las huellas de la trascendencia y de lo transitorio que aspira a la transformación. El poema se inviste en muchos casos de la ceremonia, el rito, en el que poeta no es sino una especie de alquimista, meditador, médium que suele estar tocado por la gracia de la fuerza creativa, y que unas veces procede de lo exterior a él, y otras, de lo más profundo de su ser.
Poesía: Aliquem alium internum: entre la locura y la voz de Dios, Francisco Acuyo

                En cualquier caso, el producto poético en muchas ocasiones puede estar investido de la conciencia primitiva[2] que no basa sus parámetros de consistencia necesariamente en la coherencia del concepto tradicional y de la razón. Se precisa aflojar la voluntad consciente para poder aprehender este movimiento generatriz que el poema exige para sus creaciones y que demanda por tanto una atenuación del yo consciente y racional. También puede estar conferido el resultado poético del manantial interior profundo del ser humano poeta como una energía arrolladora que nos revela lo que estaba oculto.

                Hemos abundado sobre la relación de la fuerza creativa y sus transformaciones a través de la poesía con la que sucede en el ámbito de los sueños. En ellos se manifiesta también el conflicto (Dioscuro) del yo consciente y racional que quiere prevalecer a toda costa, frente a aquel amigo (o enemigo) oculto pero real que vive en lo más hondo de nosotros mismos, sin temor a la disolución en lo inconsciente. Es así que el poeta se mueve entre la búsqueda de la voz (interior) de Dios y la locura (que  supone perder la voluntad consciente y racional sobre las cosas).

                De esta lucha cabe comprender la sospecha y el rechazo del poeta por la visión platónica de la verdad coronada por la razón. Si acabamos con las convenciones de la razón, ¿qué monstruos asaltaría nuestra conciencia?, ¿qué locura nos iba aterrorizar sin su supremacía –de la voluntad racional, nos referimos- ? Lo que sí es cierto, es que el amigo interior estaría silenciado a no ser por la poesía, que nos lo ofrece  como el fuego mismo.[3]

                Seguiremos hablando sobre esta cuestión fascinante en entradas próximas de este blog Ancile.


Francisco Acuyo



[1] Alguien distinto, interior.
[2] Poesía, pensamiento salvaje, ver post.
[3] Quien está cerca de él, está cerca del fuego. Evangelio de Tomás, logion 82, CF. Textos gn´soticos II, pág. 93



Poesía: Aliquem alium internum: entre la locura y la voz de Dios, Francisco Acuyo


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