martes, 26 de marzo de 2024
LA CONCIENCIA MATERIAL DE LOS PATRONES MATEMÁTICOS: LA MATERIA SUJETA LAS REGLAS DE LA CONCIENCIA
viernes, 22 de marzo de 2024
EL PATRÓN ARTÍSTICO Y LA INTUICIÓN MATEMÁTICA SOBRE LAS MÁS DIVERSAS CONJETURAS
Bajo el título de: El patrón artístico y la intuición matemática sobre las más diversas conjeturas, traemos un nuevo post para la sección de Ciencia del blog Ancile, siguiendo las directrices argumentales de anteriores entradas.
EL PATRÓN ARTÍSTICO Y LA INTUICIÓN MATEMÁTICA
SOBRE LAS MÁS DIVERSAS CONJETURAS
En el dominio de las matemáticas se ha puesto muchas veces en evidencia que todos aquellos patrones que se fundamentan primordialmente en datos, bien pueden llevar a ningún sitio. Las demostraciones de aquellas u otras conjeturas se hacen necesarias para saber si son o no erradas nuestras indagaciones sobre la veracidad de dichos patrones. De hecho, el origen de las matemáticas pude considerarse fundamentado en esta necesidad de demostración. El concepto de número proviene precisamente de esta necesidad, cuya eficiencia y utilidad en la descripción y descubrimiento de patrones serán las que fundamenten las matemáticas. Lo cierto es que, al margen de la evidente utilidad de las matemáticas de patrones, será el mero divertimento por descubrir estos patrones lo que llevará al ingenio matemático a divagar o acertar en sus aproximaciones de una demostración verdadera, quedando en muchos casos este ingenio alejado de lo que entendemos como vida real y de utilidad práctica.
Todo este aparato de ingenio matemático me cautivó especialmente cuando se ha tratado de llevar al constructo de la obra de arte. Tratar de observar cómo las verdades lógicas, desde Euclides, en su argumentación esencial, accedían a las figuras y a los números que Platón entendía como verdades eternas.
Siempre me pareció de gran interés la observación del genio matemático tratando de hacer casar aquella numerología y los patrones inferibles de ella, para establecer criterios éticos y estéticos sobre determinadas obras de arte. Más aún: establecer criterios de verdad objetivos a través de esta aproximación singular, acaso un paso más allá de la intención persuasiva aristotélica. Pero, ¿en verdad funciona fielmente la lógica de los axiomas básicos de los números en la construcción del artefacto, pongamos, poético?
Si el matemático es mucho más que un calculador, sino un hacedor de demostraciones, esto se constata en que aquel hace mucho más que ofrecerse como un mero computador que calcula y procesa datos, pues su tarea más creativa proviene de ese afán de demostración de la diversidad de patrones que pueden observarse o imaginarse en el ámbito de la naturaleza y de la lógica.
Todo parece indicar que la lógica del arte, pongamos poética, si seguimos el ejemplo anteriormente expuesto, comparte creativamente presupuestos matemáticos contables (acaso también demostrables), así nos lo hace saber el arte y ciencia métrica, en cuanto a la manera que pueden ser más o menos eufónicos y expresivos determinados versos, siendo este valor de proporción y concordancia tan estimable que permanece reconocido en los tratados de métrica.
En cualquier caso, las observaciones matemáticas y numéricas sobre, decíamos, como ejemplo artístico, de un poema, son valoraciones importantes en tanto que ofrecen criterios de objetividad en un ámbito profundamente subjetivo. Acaso, en el dominio de la concordancia artística sea donde mejor se puede observar cómo se pone en evidencia que hay enunciados verdaderos (artísticos) que son indemostrables (Kurt Gödel), y donde se ponen de relieve mayormente los límites de las mismas matemáticas. No por esto, volviendo a las conclusiones del anterior post, el matemático ha de ir necesariamente a las colas del paro, en virtud de la capacidad de resolución y eficiencia de las máquinas de cómputo, acudiendo precisamente a la vertiente creativa que aquellas encierran y con la que tiene parentesco con las mismas artes.
Sobre esto y otros asuntos de interés abundaremos en próximas entradas del blog Ancile.
Francisco Acuyo
Acuyo, F.: De la proporción en lo diverso, ob. cit.
martes, 19 de marzo de 2024
VERDAD Y CIENCIA, VERDAD Y BELLEZA TRAS EL INSTINTO ARTÍSTICO Y MATEMÁTICO
De las cosas realmente positivas que podemos sustraer de la IA, es la invitación continua a la reflexión sobre aspectos que estaban acaso pasados de moda en el pensamiento moderno y posmoderno, la reflexión sobre la mente subjetiva, el poder creativo y la naturaleza de la conciencia, este post para la sección de Ciencia del blog Ancile, y bajo el título: Verdad y ciencia, verdad y belleza tras el instinto artístico y matemático, quiere incidir sobre ello.
viernes, 15 de marzo de 2024
NOTAS PARA UN ENSAYO, POR MARTÍN NOGUEROL
Siguiendo la estela de la anterior entrada, y de nuevo con el artista y ensayista Martín Noguerol, ofrecemos unos fragmentos de su libro intitulado: Notas para un ensayo, donde reflexiona sobre la abstracción en el arte bajo unos parámetros donde se expone el pensamiento como generador de plasticidad, y la pintura capaz de producir pensamiento; ensayo muy interesante publicado por la Fundación Chirivilla Soriano, en una edición impecable; entrada que incluimos para la sección de Pensamiento del blog Ancile.
Regreso a EM. 1996 |
infinito como una cuestión matemática.
Regreso a EM. 1996 |
martes, 12 de marzo de 2024
MIGUEL HERNÁNDEZ Y LO ABSTRACTO, UNA HIPÓTESIS , POR MARTÍN NOGUEROL
Tenemos el placer de traer para las secciones de Pensamiento y Extractos críticos, del blog Ancile, unos fragmentos de la publicación que lleva por título: Miguel Hernández y lo abstracto, una hipótesis, del artista y amigo Martín Noguerol, editado exquisitamente por la Diputación de Jaén y la Fundación Legado Miguel Hernández, para la ocasión. Reflexión sobre las relaciones entre el arte y la poesía con un marcado carácter personal no exento de grande interés.
A partir de la muerte de Miguel se abrieron diversos interrogantes que con el tiempo alcanzaron cuestiones de índole histórica; la mayoría están resueltos a estas alturas, algunos quedan aún por resolver y otros son ya irresolubles. En su vida y obra existen, sobre todo en los últimos años, excesivos “lugares comunes” influenciados tanto por su corta e intensa existencia, de trágica conclusión, como por su posicionamiento social y político durante la II República y la Guerra Civil Española, con un mayor protagonismo en el segundo caso. […] En la poesía se condensa todo lo que el ser humano puede llegar a ser, en realidad todo lo que es.
Casi toda poesía puede llegar a parecer descriptiva de una realidad externa, concreta: tanto la que refleja la naturaleza que nos rodea como la que emana de aquellos elementos insondables como el alma o el espíritu, también de la gnosis, sobre la vida, el amor, la muerte, lo social, etcétera, aunque trasladables a interpretaciones y expresiones poéticas. Sería como traducir lo inefable en expresable. […] Locke –un filósofo empirista– denomina abstracción al proceso de separación de ideas descubriendo lo que de común tienen todas ellas , lo que resulta revelador en cuanto se expresa como: “El resultado es una idea «abstracta» que contiene tan sólo las características comunes a todas las instancias, esto es, las propiedades definitorias de la humanidad, cuya idea es abstracta, por cuanto, al ser incompleta, no se corresponde con objeto particular alguno” . […] En el caso de Miguel, en esa poesía de conciencia social, de posicionamiento ideológico, se produce lo que podría denominarse una “paradoja”, el intento de hacer de la acción estética una consecuencia de alineamiento con su propio sufrimiento y el del otro, una concreción que pone al servicio de un todo. […] Expresaba Hofmannsthal: “La fuerza plástica tiene sus raíces en la justicia” . Una justicia que el poeta persiguió en toda su existencia como eje vertebrador de su vida y obra. […] Hay unas bellas palabras de Margueritte Bonnet, en las que, refiriéndose a André Breton dice: “Lo que busca Breton es cómo hacer de la poesía el eje ordenador de la existencia, cómo articular con la preocupación poética la voluntad de revolución social” . Sin duda nuestro poeta, de haber vivido en ese momento, no solo hubiera suscrito las palabras de Breton, sino que habría sido en su biografía un camino a seguir. […] Expresaba Eliot al final del último movimiento del poema East Coker, de sus Cuatro Cuartetos: “In my end is my beginning.” . Es así como el poeta regresa a la tierra y desde ella “renace” humildemente para la eternidad con su poesía y ejemplo de comportamiento ético. Del mismo modo Mahler en el texto del coro final de su Segunda Sinfonía “Resurrección” nos señala en una estrofa: “Con alas que he conquistado, / en ardiente afán de amor, / ¡levantaré el vuelo / hacia la luz que no ha alcanzado ningún ojo! / ¡Moriré para vivir!”. Es de esta forma como el poeta adquiere trascendencia e inmortalidad más allá de las cuestiones ideológicas, que nunca serán, por mucho empeño que algunos pongan, las que definan la trascendencia de la poesía de Miguel Hernández.
Poesía y abstracción
Martín Noguerol, fotografiado para el Diario Las provincias, por Jesús S. Signes |
La figura y obra de Miguel han sido estudiadas desde diversas perspectivas, la mayoría de ellas bajo aspectos lingüísticos, biográficos, tesis sobre su vida y obra: el poeta barroco, neorromántico, neopopulista, social, etcétera; posiblemente la abstracción ha sido la menos analizada, tal vez porque los expertos en su obra no la han considerado relevante en el contexto general de la misma, sino un elemento secundario o incluso inexistente. […] La obra poética, como toda obra artística abstracta, es susceptible de contener diversas interpretaciones, diversas lecturas, y posiblemente contenga ciertas variables que las conecten de una forma enigmática. […] En el mundo poético ocurre algo parecido: lo que nos llega cuando leemos un poema no es tanto lo que el poeta escribe, su literalidad, sino lo que nosotros sentimos e interpretamos; y esa interpretación pasa a ser una conexión con aquello que leemos: ¿es lo que el poeta quería expresar, o simplemente lo adecuamos a nuestra necesidad en ese preciso momento? […]
¿Existen en la obra de Miguel Hernández poemas de raíz abstracta? ¿Es ésta una pregunta pertinente? Mi opinión es que, efectivamente, de esa naturaleza son algunos de sus versos, que incluso podrían también denominarse heterópicos. Aunque el concepto foucaultiano sea posterior, Miguel ya nos hablaba de “esos otros lugares”. Es una cuestión que considero de cierta trascendencia en la obra del poeta: “el topos” “el lugar”; su poesía contiene una poderosa presencia de lo que podría denominarse “lugar”, no algo tan especifico como el concepto pueda expresar, como una cuestión toponímica, por ejemplo. […] no así la génesis de su poesía, ni siquiera aquella poesía más comprometida socialmente alcanza esa dimensión ideológica en lo político, sino que se vierte hacia concepciones de mayor amplitud: bajo mi análisis no existe un ser político, sino un ser humano que tiene un concepto social de mayor hondura que el que le pueda permitir ese ser político, para Miguel eso no es suficiente, ni conveniente. ¿Es su poesía pura expresión estética? Sin duda es algo que preocupaba y ocupaba al poeta, pero insisto, no me cabe duda que su poesía nos conduce al pensamiento como paso previo hacia el conocimiento. […] Aunque no se trata solo de lo que el poeta expone y la forma de hacerlo: tan importante como lo anterior es la idea que subyace en esa expresión y que impregna de una atmósfera vital su lectura y la llamada a la conciencia como conocimiento y como ente abstracto primario. Miguel es un poeta “arcaico”, con un poder que le traslada a la esencia de un pensamiento conocimiento primigenio, directo, poderoso. Pero también es un poeta de su tiempo, moderno en el más amplio sentido del término. […] Para Miguel, el viaje a Moscú de 1937 con la delegación española como dramaturgo, no como poeta, y las paradas correspondientes en distintas ciudades europeas no encendió la llama de un verso distinto, aunque escribiese algunos como “La fábrica-ciudad”, donde la metáfora y los elementos abstractos son evidentes:
Una visión de hierro, de fortaleza innata,
un clamor de metales probados, perseguidos,
mientras de nave en nave se encabrita y desata
con dólmenes de espuma, chispazos y rugidos” . […]. En mi opinión, la obra de Miguel contiene más ecos de este modernismo que de los movimientos de vanguardia literaria que ya estaban instalados en el resto de Europa, llámense dadaístas, surrealistas, futuristas, etcétera. Es por tanto poco probable que, como apunta Esquerra i Nonell, no deje de ser meramente anecdótico un Miguel Hernández surrealista. […] Miguel Hernández agita lo que de atávicos poseemos, pero no es hasta El rayo que no cesa cuando alcanza niveles notables de esos conceptos de raíz abstracta que se materializan sin perder la esencia hernandiana, transformándose en palabras de un poder agitador extraordinario, bajo un contenido más nietzscheano que revolucionario en el sentido clásico; aunque estemos hablando de conceptos complejos podemos establecer alguna diferencia de significado en su obra. Posiblemente sin pretenderlo, es uno de los autores de su generación que más se puede aproximar a alguno de los poetas malditos, –pienso en Rimbaud– […] Una de las cuestiones más precarias en Miguel es la inmediatez, la angustia por alcanzar unas metas que le eran necesarias; para él el fracaso como poeta era una muerte en vida ya que había construido en el ámbito de la poesía una forma de existir y ser en el mundo. Su triunfo fue el resultado de diversas cuestiones en las que él, desgraciadamente, en algunas de ellas no pudo intervenir. Miguel, entre otras muchas cuestiones personales, es el poeta de la premisa, de la premura y la premonición. […] ¿Es Miguel Hernández un poeta encorsetado por la historia? Esta es una pregunta que me ha rondado durante años. Los que admiramos su obra y defendemos sus posicionamientos éticos alejados de posiciones binarias, nos hemos visto ante un Miguel “oficial”, en ocasiones bajo usos maniqueos, alineado con posicionamientos políticos definidos que devienen de la Guerra Civil Española y posteriormente de su figura como “símbolo” de la resistencia y del antifranquismo. Todas ellas cuestiones que en alguna ocasión han soslayado lo realmente trascendente, el Poeta.
Serie Opus nº 1 para un poeta muerto |
Poesía y arte abstracto
Cierto arte adquirió una trascendencia, denominémosle universal, amparada en la etiqueta de abstracto […] Hacía referencia con anterioridad a la Escuela de Vallecas. Como en otras cuestiones donde Miguel tuvo algún tipo de presencia, su nombre es asociado en este caso por cuestiones de amistad con algunos de sus componentes, no siendo indicativo de su pertenencia al grupo ni de compartir cuestiones de índole artística. Miguel era un ser curioso por naturaleza, ávido de experiencias que le pudieran ayudar a construir su mundo existencial, y en ese sentido la influencia que pudieron ejercer tanto Benjamín Palencia como Alberto Sánchez iba encaminada a mostrarle otras miradas, otra forma de observar y ver lo que le circundaba […] Gustav Mahler, señala en una epístola a Max Marschalk: “Sé que en tanto yo pueda dar forma a una experiencia interior mediante palabras, no la escribiría ciertamente de una forma musical. La necesidad de expresarme musicalmente, sinfónicamente, no comienza sino con las emociones nebulosas que se abren al “otro mundo” al mundo en el que las cosas ya no están separadas por el tiempo y el lugar…” . Ese es el caso de Miguel, su necesidad de expresión está en la palabra, en el verso.
Serie Opus nº 1 para un poeta muerto |
Conclusión
Resultaría discutible adscribir la obra de Miguel Hernández –el corpus general– a la cuestión abstracta, pero sin duda algunos de sus versos, de sus poemas, tienen, sin artificios, una nítida raíz de esa naturaleza y posiblemente fuesen construidos bajo ese concepto. Como exponía al principio la cuestión es compleja, quedando circunscrita a una hipótesis, más cuando el propio poeta no puede dar su versión y solamente tenemos opiniones y estudios más o menos amplios sobre su obra. Que algunos poemas puedan tener esa raíz abstracta ni añade valía a su obra ni se la resta. En cuanto a la conexión con el arte abstracto no deja de ser una opinión personal que no pretende, en modo alguno, crear un concepto inalterable. Quienes consideramos una parte del arte abstracto como un constructo hacia el conocimiento, entendemos que la poesía, así como otros espacios de índole creativa, pueden estar asociados y ser usados como principios de desarrollos plásticos abstractos, no como figuras representativas sino bajo una génesis más inductiva.
Martín Noguerol
Artista plástico y ensayista
viernes, 8 de marzo de 2024
DE LAS COSAS MEDIBLES E INASIBLES EN EL ARTE
Para la sección de Ciencia del blog Ancile, traemos un nuevo post que lleva por título: De las cosas medibles e inasibles en el arte, a propósito de las temáticas anteriormente expuestas sobre la IA y la creación artística.
DE LAS COSAS MEDIBLES
E INASIBLES EN EL ARTE
Mucho se ha hablado de las cosas
medibles en el arte: en música, en pintura, en poesía… Proporción áurea, ritmos
métricos silábicos o de pie métrico, escalas musicales y un largo etcétera
de proporciones, objetos y medidas varias para entender las estructuras y la
dinámica de los elementos que componen el ente artístico. El algoritmo ha sido
acaso el último de ellos.
Sobre
estos componentes matemáticos se ha especulado grandemente, incluso hasta la
creación de lo que se ha venido a denominar como redes creativas antagónicas,
las cuales intentan generar obras de arte mediante el procedimiento de estos
potentes algoritmos. Fue en 2018, cuando la galería Christie’s vendió una obra
creada por un algoritmo de estas singulares características.
Pero,
¿en realidad al proceso de generación de datos compilado a través del
reconocimiento de miles obras a lo largo de la historia del arte, puede
denominarse creación? Sus creadores lo defienden diciendo que este algoritmo es
capaz de desarrollar un modelo evolutivo, cuyas redes antagónicas que lo
componen puede llevarnos a territorios inexplorados en el mismo corazón del
arte. Incluso que, el programador acabará perdiendo la pista de lo que dcho algoritmo es capaz de acabar generando.
imágenes, sonidos, o lo que fuere, según el arte que pretende emular?
La
tenebrosa posibilidad de que estos algoritmos puedan tener ideas propias, acaso
sea lo que ha despertado toda esta suerte de conjeturas sobre la sustitución
por superación inevitable de la IA, a la inteligencia o conciencia natural.
Que
las matemáticas, para muchos de sus practicantes y creadores, sea un arte
extremadamente peculiar, pues como aquel no puede desvincularse de la intuición
y de la sensación estética,[1]
hace que muchos de estos profesionales de esta disciplina científica, se
confiesen como competentes para pintar con ideas.[2]
No obstante, y al albur de la aparición de estos excepcionales algoritmos, le
invadió el vértigo de que acaso también su profesión acabe por extinguirse,
sustituida por las máquinas de demostración y creación de teoremas.
Visto
y entendido lo anteriormente expuesto, cabe una interrogación que a mí me
parece de capital importancia: ¿puede un algoritmo no solo percibir sino
entender las cualidades de la percepción? Esta cuestión no es baladí, porque a
través de ella llegaremos a un punto fundamental: ¿son conscientes de sí mismos
y de lo que les rodea estos algoritmos sujetos a una máquina de proceso de
datos? Nos lleva, de manera inmediata, a preguntarnos si el mundo material es real
por sí mismo, fuera de toda conciencia, ¿puede advertir esta realidad el
ingenio que maneja aquellos algoritmos? Y, si por el contrario, la conciencia
forma parte necesaria de lo que la realidad sea, ¿puede el algoritmo advertir esa
conciencia como suya y caer en la cuenta de que la realidad forma parte de sí
mismo?
Interrogantes
complejas y profundas que deben hacernos meditar sobre la estructura de la
realidad del ingenio informático y sobre nuestras propias capacidades de
reconocimiento del mundo a través del mismo. Seguiremos en próximos post
tratando de dar cuenta y respuesta a estas y otras interrogantes al respecto.
Francisco Acuyo