martes, 3 de diciembre de 2019

SÍMBOLO E INTENCIÓN ORACULAR DEL LENGUAJE POÉTICO


Para la sección, Pensamiento, del blog Ancile, traemos la nueva entrada que lleva por título: Símbolo e intención oracular del lenguaje poético.


SIMBOLO  E INTENCIÓN ORACULAR

DEL LENGUAJE POÉTICO




Símbolo e intención oracular del lenguaje poético. Francisco Acuyo






 El carácter apodíctico del verdadero lenguaje poético parte de una necesidad uniabarcadora de significación y de compromiso con una verdad universal, que en no pocas ocasiones trasciende el cálculo o la pretensión lógico racional.  La poesía, en virtud de su singular interpretación, en modo alguno está dirigida para mentes poco o nada meditativas. Insistimos, tampoco tendría mucho que decir a una intelectualidad netamente racional. No trata de demostrar o establecer establecer en su discurso una metodología científica ni ninguna suerte de taxonomía o recomendación demostrativa. Es un discurso –no discurso- en verdad potente para la autoexploración y el autoconocimiento.

                Hemos de reconocer ya de inicio que lenguaje netamente poético precisa de un tratamiento tan inteligente como sensible. Para ver y aprehender su pronóstico subyacente se debe entender que su significado puede tener un sentido que supera en muchas ocasiones lo consciente racional. El suceso poético trascrito por el lenguaje especial de la poesía actúa oracularmente, hablándonos de acontecimientos internos y externos, físicos y psicológicos de los que, cuando tratamos de establecer significado, por nimio que este sea, establece una probabilidad de realidad que se sitúa en un futuro que en realidad está más allá del tiempo mismo.
Símbolo e intención oracular del lenguaje poético. Francisco Acuyo

                El inconsciente poético integra una conciencia de carácter suprarracional que adviene a manifestarse al usuario del artefacto poético como una vía de conocimiento excepcional para saber de sí mismo, y de su sí mismo en el mundo. Indagar en este conocimiento exige una fina inteligencia para la comprensión del universo simbólico que la estructura. Lo cierto es que en este simbolismo subyace una energía que nos ayuda a entender incluso los vericuetos más oscuros de nuestro propio ser.

                El cuestionamiento del nihil est in intelectum quod non antea fuerit in sensu[1], en poesía es una constante, dado que en ella es posible lo real acotado por el sentido, pero también vive en ella con total naturalidad aquello que está por venir (o que está ya fuera del tiempo) y puede entenderse a los ámbitos de lo suprasensorial, o puede decirse que está imbuido de lo psíquico que, a su vez, está más allá de la percepción física de lo sensorial. Acaso sea la percepción poética la que mejor cuestiona la relación unidireccional de nuestra mente con el mundo a través de la materia, al contrario, nos dice que la realidad deviene del mundo psíquico, mental, y que es este lo inmediatamente real.

                La poesía, como ímpetu o potencia esencialmente creativa, es la que nos pone, al fin, en contacto con el orbe o la fuerza o energía universal que nos abre y dirige más allá de la razón para entrar en lo plenamente irracional inconsciente y para crear la conciencia plena del mundo.

          Insistiremos más adelante en esta fascinante potencia de lo poético y su manifestación a través de la materialización lingüística de su fenómeno literario. Eso será en próxima entrada del blog Ancile.






Francisco Acuyo




[1] Nada hay en el intelecto que no hubiera estado antes en los sentidos.




Símbolo e intención oracular del lenguaje poético. Francisco Acuyo

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