Inauguramos una nueva sección del blog Ancile dedicada a la astronomía, en la cual iremos mostrando algunas de las observaciones y fotografía hechas para la ocasión de este medio. Mi afición a este arte y ciencia me acompaña desde que tengo memoria, ya que desde mi infancia me fascinaban los cielos constelados. La sección será denominada: Dentro de mi telescopio, título por cierto de un poema ya publicado en el blog para la sección de Poesía y que reproducimos ahora para la ocasión.
No pensemos que sólo la ciencia y la atención occidental, presta y atenta en su lógica sistemática astronómica, ha de sustentar sola las descripciones estelares que se han mantenido vigentes durante siglos, los esbozos de no pocas constelaciones coinciden enigmáticamente con las originarias llevadas a cabo por griegos, árabes, egipcios y en mesopotámicos.
A día de hoy, cuánto han cambiado los medios de observación y estudio del inaudito contenido de los cielos nocturnos. En el tiempo de mi propia experiencia observacional he sido testigo de esta increíble transformación científico tecnológica. De la observación a simple vista de mis años de infancia, pasando por los primeros y rudimentarios prismáticos con los que observar la luna y, a duras penas, planetas como Júpiter, Saturno, marte, etc.. Después, mi primer telescopio para aficionado, recuerdo un modesto refractor acromático que, no obstante, haría las delicias de mi curiosidad sideral. Mi primer Newton (reflector), también de humildes características. Pasado el tiempo y con mejores posibilidades económicas, me hice de un Schimidt Cassegrain y finalmente de un práctico Maksutov.
Hoy comenzaremos con la nebulosa NGC 6888.
NGC 6888
Desde un lugar, oscuro, muy apropósito para la observación y fotografía estelar, les voy relatar una muy breve semblanza de lo visto y sentido este verano en mis contemplaciones estelares. Voy a hablar del primer objeto visto y fotografiado este verano: NGC 6888, la nebulosa conocida como nebulosa Medialuna, o también como nebulosa creciente. Esta nebulosa de emisión se encuentra en la constelación de El Cisne. El viento estelar que la forma acaba dando coloración espectacular de rojos, azules, verdes en bellísima suspensión que nos habla con lenguaje de otro mundo, y todo ello rodeado de miríadas de brillantes estrellas que no hacen sino dejar atónito a quien la observa y fotografía.
DENTRO DE MI TELESCOPIO
Vi a quien entre los astros ya concilia
insondable el saber y lo cimero,
asterismos del mundo verdadero
propios de filosófica familia.
A doctos asamblea en su vigilia
reuní en mi sabia cámara, ingeniero
de estrellas que volvió, siendo extranjero,
a la luz de la sombra que lo exilia.
Lo dicho con palabras no me llena:
en su luz quede quieto quien observe
y vea cómo el alma se serena
en el fanal de su infinito rastro,
se renueva fugaz y en su ardor hierve
con verdad numinosa por el astro.